LA EDUCACIÓN EN LA COLONIA

LA EDUCACION COLONIAL

La educación era manejada completamente por la iglesia, la función de esta (la educación) era la formación de cristianos virtuosos que contribuyeran a la prosperidad del reino y a la obediencia y mantenimiento del poder. En la presidencia de Andrés Díaz se dieron a conocer las escuelas de primeras letras (sostenidas por la iglesia), su función principal era enseñar la lectura, la escritura y la aritmética. Hay que tener en cuenta que la educación no era para toda la población, de ella solo podían participar los blancos y nobles, los negros no tenían derecho a educarse y los indios solo se educaban para aprender castellano. Por ende se creó la primera escuela pública, cuyo objetivo era que los pobres, negros, indígenas, etc., tuvieran una educación de las primeras letras; el objetivo de la escuela pública era que el gobierno controlara el poder de las órdenes religiosas que hasta entonces tenían el control de casi toda la educación.

La escuela sufrió un estado de abandono, este era tal que en Santa Fe solo existía una escuela gratuita de primeras letras bajo la dirección de un solo maestro el cual atendía la mayoría de niños pobres de la ciudad. Era tal la necesidad de una escuela en la Nueva Granada que varias ciudades como Santa Fe, Cali, Antioquia, Cúcuta, Tunja, Zipaquirá, etc., enviaron solicitudes para el establecimiento de escuelas públicas en las distintas ciudades, incluso una de estas decía que “el pueblo está haciendo una colecta de dinero para construir una escuela”.

En la historia de la educación de la Nueva Granada fue muy importante la institucionalización de la enseñanza del arte, esta tiene sus antecedentes en los talleres coloniales de artes y oficios (gremios), estos talleres tenían por objeto enseñar a los habitantes los oficios básicos de la época, tales como los relacionados con la construcción de pueblos, ciudades y asentamientos de las respectivas poblaciones; los gremios como tales no siempre se organizaron tan rigurosamente ni tuvieron el carácter relevante que se les reconoció en España. Esto no fue impedimento para la existencia de talleres y escuelas de artes y oficios, estas funcionaban bajo el mando de las comunidades religiosas, los maestros de las escuelas fueron en un principio españoles o italianos y portugueses y posteriormente fueron criollos formados por los peninsulares.

Los talleres de pintores, escultores y talladores, como los gremiales de artes y oficios, tenían tres funciones: eran al mismo tiempo tiendas, locales de producción y sitios de enseñanza. El proceso de enseñanza en estos talleres comenzaba a edad temprana, entre los nueve y diez años, y tienen tres niveles de formación: aprendiz, oficial y maestro. Cuando se era aprendiz, la enseñanza se hacía por medio de imitación y la duración de esta etapa podía ser de un año y medio o de cinco o seis años, dependiendo del oficio; cabe resaltar

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