LA EPOCA DE LA RAZÓN Y EL INICIO DEL MOVIMIENTO FEMINISTA
Aquiles GonzálezEnsayo19 de Enero de 2017
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LA EPOCA DE LA RAZÓN Y EL INICIO DEL MOVIMIENTO FEMINISTA
“las mujeres son el camino a la perfección de la humanidad”
Bashia Sánchez Flores
Jorge Luis Carrasco Castro
Carlos Aquiles González Arellano
Introducción
En este trabajo nos centramos especialmente en explicar el origen del movimiento social llamado feminismo que surge de la época de la ilustración.
Para llevar a cabo esta tarea debemos explicar cómo la ilustración pudo dar las herramientas necesarias para que las mujeres de esa época se levantaran, movilizarán, criticaran, pensarán, de una forma diferente a otras épocas para, luchar por su liberación y conseguir así su lugar en la sociedad. A pesar de que en la ilustración se da un cambio ideológico en la sociedad europea, cuando los hombres comienzan a emanciparse de los regímenes totalitarios y exigen tener más derechos y libertades dentro de la misma sociedad, sin embargo, las mujeres no fueron tomadas en cuenta, como si no fueran parte de la sociedad. Entonces la ilustración les da también conocimientos a las mujeres para poder luchar por la igualdad y los derechos que a ellas también les pertenecían por naturaleza.
Uno de los aspectos más importantes de este trabajo es mostrar cómo las mujeres a partir del siglo de las luces generaron dinámicas sociales que permitieron que se les notara de una forma diferente a lo acostumbrado ganando así derechos y autonomía. A lo largo de este acontecimiento las mujeres han sido capaces de diseñar estrategias y acciones de respuesta a la esclavitud otorgada de los hombres.
El eje central de la investigación fue entender los movimientos de mujeres como fenómeno social complejo gracias a la llegada de la ilustración. La pregunta que guio nuestro trabajo fue ¿Cuáles fueron los elementos teóricos e ideas que retomaron las mujeres del pensamiento ilustrado para el desarrollo del feminismo? Y el objetivo de nuestro trabajo fue analizar de qué manera la ilustración tuvo influencia en las mujeres de Europa y las impulso a crear los movimientos feministas. Partimos del supuesto de que la ilustración y el pensamiento ilustrado en las mujeres europeas tuvieron especial importancia, ya que detonó algunos movimientos feministas posteriores. La metodología utilizada para este trabajo de investigación fue revisar en libros y artículos sobre la ilustración, movimientos feministas y las mujeres ilustradas de Europa en el siglo XVIII.
La época ilustrada de la humanidad
La ilustración empezó a nacer con las ideas del Renacimiento por los grandes descubrimientos geográficos de ese periodo y de la teoría heliocéntrica de Nicolás Copérnico - estudio que sirvió de mucho para los descubrimientos de Juan Kepler y de Galileo Galilei-, con estos aportes se ampliaron notablemente las concepciones y preguntas del mundo de la época. Esta revolución de conocimiento se siguió consolidando a través de los grandes pensadores y sus aportaciones, por ejemplo, el uso del método científico por Francisco Bacon y de las leyes de la gravitación universal y de la mecánica de Isaac Newton. Con estos nuevos conocimientos la humanidad pudo salir del oscurantismo de conocimientos dados por la iglesia, creando dos formas para poder llegar a un conocimiento creíble y no caer en el mismo juego, logrando un cambio radical de la forma de pensar.
Comenzando con el racionalismo, el cual es una corriente filosófica que se opuso a tener una ideología dogmática y refutaba los conocimientos obtenidos mediante los sentidos; estableció la razón como única fuente de todo conocimiento. Esta postura fue sostenida por René Descartes, Baruch Spinoza y Gottfried Leibnitz.
Siguiendo con el empirismo, que fue una corriente filosófica que valido todo conocimiento derivado de la experiencia sensible. Critico la doctrina de Descartes, al afirmar que las ideas no son dadas por la naturaleza, sino que, se adquieren con la experiencia humana. Esta postura fue defendida por Francis Bacon, Thomas Hobbes, John Locke y David Hume.
Hay un pensamiento político inglés; que nos dice la importancia de esta nueva forma de pensar y criticar algún aspecto de la vida, por ejemplo, John Locke, fue el primer filósofo político defensor del régimen de la monarquía constitucional que se instauró al término de la Revolución Inglesa, en su obra Ensayo sobre el gobierno civil (1690), estableció la teoría de la división de poderes en el Estado: el poder Legislativo proviene del pueblo y es representado por el Parlamento y el poder Ejecutivo es ejercido por el rey. Concedió gran importancia a los derechos de libertad, igualdad, propiedad y trabajo. Como siempre la economía también tuvo una gran importancia en este cambio y podemos mencionar al capitalismo, el cual surge como un nuevo desarrollo económico de las nuevas relaciones de producción entre los países con mayores oportunidades para lograr esto, iniciado desde la época del Mercantilismo, propició el avance general de la sociedad y en especial de la burguesía que, dándole una mejor posición social, se benefició principalmente con los logros de la ciencia y la técnica y se consolido como la clase dirigente.
Con esto la ilustración da paso al cambio de pensamiento en los hombres y mujeres, pero no solo logra eso, sino que fue la base para comenzar las revoluciones, tanto sociales, políticas, económicas y culturales. Dando inicio a los cimientos de la sociedad moderna, comenzando con Europa y más tarde el resto del mundo.
El surgimiento de las mujeres de la sombra del hombre
Algunas autoras ubican los inicios del feminismo a fines del s. XIII, cuando Guillermine de Bohemia planteó crear una iglesia de mujeres. Otras rescatan como parte de la lucha feminista a las predicadoras y brujas, pero es recién a mediados del s. XIX cuando comienza una lucha organizada y colectiva. Las mujeres participaron en los grandes acontecimientos históricos de los últimos siglos como el Renacimiento, la Revolución Francesa y las revoluciones socialistas, pero en forma subordinada. Es a partir del sufragismo cuando reivindican su autonomía (Gamba, 2008).
Nos remontamos al año 1586, cuando el célebre jurista francés Jean Bodin no vacilaba en excluir a las mujeres a que solo se mantuvieran al margen de lo que a ellas les correspondía hacer, sus labores domésticas. Él sostenía que: “era preciso mantenerlas alejadas de todas las magistraturas, los lugares de mando, los juicios, las asambleas públicas y los consejos, para que se ocupen solamente de sus faenas mujeriles y domesticas”. (El poder de las mujeres) Este gran teórico de la soberanía del Estado absoluto moderno confirmaba una convicción tan antigua como la sociedad occidental. Esto no solo era exclusivo de un solo hombre, sino que en toda Europa había esta convicción en la cual consideraban a las mujeres débiles, no solo de fuerza, también débiles de intelecto y lo aunaban a algo inherente de su naturaleza. Por esto se excluía a las mujeres del poder y solo los hombres eran ciudadanos de pleno derecho, solo ellos podían reinar.
Aunque no siempre había sido así, pues dentro del sistema feudal francés, las mujeres habían gozado de un trato más favorable. Como ejemplo de ello tenemos a Ana de Bretaña, la cual estuvo casada primero con Carlos VIII y después con Luis XII, y por tanto reina de Francia por dos veces, nunca dejo de supervisar personalmente la administración de ducato que había llevado como dote de la corona francesa. De igual manera a otras mujeres de la nobleza, como de la burguesía y del pueblo habían tenido una mayor libertad de acción, como por ejemplo, tenían el derecho a ejercer legalmente algunos oficios, podían practicar la caridad y la asistencia a los pobres en los hospitales y las calles, se organizaban en comunidades y conventos, dando vida a movimientos espirituales y fundando órdenes religiosas y monasterios (El poder de las mujeres).
A pesar de esto, que en algún momento las mujeres tuvieron ciertas libertades, podemos decir que la lucha de las mujeres comienza a tener finalidades precisas a partir de la Revolución Francesa, ligada a la ideología igualitaria y racionalista del Iluminismo, y a las nuevas condiciones de trabajo surgidas a partir de la Revolución Industrial.
Los movimientos feministas y de mujeres en la Revolución francesa constituyeron, no un fenómeno que se produce además, sino un elemento constitutivo del propio proceso revolucionario.
“Hasta que las mujeres no se inmiscuyen, decía Mirabeau, no existe una verdadera revolución”. Ciertamente no ha habido revoluciones en la historia sin su correspondiente radicalización feminista, sin que el orden social no se haya conmovido, a su vez, que patriarcal. Pero, especialmente, las mujeres se apropiaron de las claves de la razón ilustrada en la medida en que intuyeron en ella virtualidades críticas para irracionalizar y, por ello, deslegitimar el poder patriarcal” (Puleo & Amorós, 2011).
A pesar de que históricamente las mujeres han sido ignoradas, menospreciadas y consideradas incapaces de hacer ciertas cosas correspondientes exclusivamente de los hombres, sin las mujeres la historia no podría ser la misma, ya que han sido parte fundamental de ella. Han sido capaces de hacer cambios importantes dentro de las sociedades a pesar de que estaban reprimidas por los hombres, incluso los hombres se han atribuido logros que han sido correspondientes solo de las mujeres.
El pensamiento feminista ilustrado
Para empezar este análisis es necesario rastrear el origen del pensamiento ilustrado en el racionalismo. Si bien Descartes no trato en particular el tema del estatus ontológico de las mujeres, su dualismo de la
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