LA HUMANIDAD: UN PROPOSITO DIFERENTE

LA HUMANIDAD: UN PROPOSITO DIFERENTE

Muchas son las preguntas que inusualmente vienen al pensamiento y razonamiento de las personas, como por ejemplo, ¿por qué vivo?, ¿quién fue primero que todo lo que existe? ¿Cuál es mi verdadera función ó propósito de estar donde me encuentro?, interrogantes como estos que se cruzan en la mente a las cuales se les busca dar respuestas o alguna explicación real del por qué de todo lo que se vive o se hace en un tiempo y espacio determinado. Estas respuestas son de acuerdo a las diferentes formas de analizar, de reflexionar, de sentir y de estudiar que tienen los seres humanos, las cuales ayudan a entender y a decir lo que se cree.

Muchas son las personas que creen que están en este mundo, en el lugar, en el tiempo de hoy porque existe Dios, un ser sobrenatural que es el principio de todo, que para muchos es locura para otros es poder, el cual dio la oportunidad de vivir y cumplir el propósito especial que cada uno tiene en este mundo, tanto las personas como todo lo que está alrededor de ellas.

El filósofo Aristóteles hace refencia sobre la existencia de un primer motor o dios mediante la siguiente expresión:

“el primer motor no se mueve en sí, pero es la causa primera de los movimientos de los astros y con ellos de todos los movimientos de la tierra”

En base a la afirmación que plantea Aristóteles cuando dice que el primer motor o Dios no se mueve en sí, vale la pena decir que es cierto, considerando que Dios es el principio y el final de todo, después de él no hay nadie y antes que él no hubo nadie. Dios es un ser supremo él cual se rige el mismo, que no tiene necesidad de nadie ni de nada, pero todo lo demás, todo lo que pueda existir si necesita de él. ¿Por qué cual sería la necesidad de Dios si lo hizo todo, si fue el que precisamente creo las necesidades?

Todas las personas, los animales, los astros, la naturaleza tienen un propósito especial por el cual fueron creados, nada fue hecho por nada, nada existe de la nada todo lo que existe fue porque a Dios le plació hacerlo con funciones especificas en su plan perfecto para cada uno.

En el caso de los seres humanos fuimos creados con funciones diferentes a las de los animales en la manera que nosotros podemos razonar, pensar y ellos no, las flores, o los arboles ellos no pueden caminar o correr, su función es dar frutos, algunas son de colores vivos otras de colores más claros que sirven para que los pájaros descansen y así cada uno tiene su propósito en especifico, ya que un animal no puede producir polen ó tener hojas en sus brazos esto solo es para la especie vegetal.

En consecuencia a estas características Aristóteles fue un hombre meticuloso que quiso ponerle orden en los conceptos de los seres humanos y el autor Jostein Gaarner del libro el Mundo de Sofía lo explica de la siguiente forma:

“los seres humanos andamos por el mundo clasificando las cosas en distintas casillas”.

Realmente es cierto que nosotros siempre clasificamos las cosas, los animales, la naturaleza de acuerdo a la casusa o función por la cual fue creada y es porque Dios también coloco en nosotros, la raza humana esa capacidad de identificar, de razonar, distinguir y pensar que nos hace diferentes a todo lo demás.

Pero más allá de las funciones o acciones que nos identifican y nos diferencian de todo lo demás ¿Cual es principalmente el propósito en este mundo que tiene cada persona? ¿Qué puedo hacer para descubrirlo?

Surgen esta serie de cuestionamientos precisamente porque no somos como todo lo demás, en los seres humanos hay una esencia especial que Dios colocó en las vidas, a cada persona en particular Dios le ha dotado de habilidades, dones y capacidades para que las utilicemos conforme a su voluntad, y a medida que se van desarrollando estas capacidades y dones se descubre el principal propósito por el cual estamos en este mundo.

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