LA POLITICA EN LA EDAD MODERNA

Política Edad Moderna y Contemporánea

Política Edad Moderna y Edad Contemporánea

Edad moderna: En Europa tuvieron lugar una serie de importantes cambios entre finales de la Edad Media y principios de la Edad Moderna.

· En el campo de la política se reforzó el poder de los reyes. Fue un cambio progresivo mediante el que las monarquías medievales se convierte en monarquías autoritarias y después absolutas.

Monarquías: forma de gobierno en la que máxima autoridad es el rey.

El poder real se reforzó a costa de grupos sociales poderosos de la Edad Media, principalmente la nobleza, pero también restó importancia a los fueros y a las cortes. De esta forma los reyes controlaron el poder y para defenderlo formaron grandes ejércitos.

Monarquía autoritaria: La que aumentaba el poder del rey sobre los nobles, las cortes y los fueros.

Monarquía absoluta: bajo esta forma de monarquía se reforzó aún más la autoridad real, que tendió a concentrar todo el poder.

Edad contemporánea: En la Edad Contemporánea se produjeron revoluciones políticas. Las primeras trataron de acabar con el absolutismo, conseguir la igualdad de las personas ante la ley y crear gobiernos democráticos.

· Tras independizarse Estados Unidos de Gran Bretaña en 1776, se estableció la primera República federal y democrática de la historia.

· La Revolución Francesa, en 1789, fue el inicio del fin del absolutismo en Europa. Abrió un ciclo de revoluciones que se extendieron a lo largo del siglo XIX.

También tuvieron lugar otro tipo de reivindicaciones políticas en el siglo XX. Debido a su precaria solución, la clase obrera lucho a favor de sus derechos, lo que dio lugar a revoluciones como la rusa, ocurrida en 1917.

Los países más industrializados, Gran Bretaña, Francia y Alemania, rivalizaron al expedirse por el mundo y formar grandes imperios, lo que acabaría enfrentándose en la primera y la segunda guerra Mundial, fueron grandes desastres para la humanidad.

http://modernacontemporanea.blogspot.com/2009/04/politica-edad-moderna-y-contemporanea.html

El pensamiento político en el principio de la Época Moderna

Publicado por Almudena Gosálvez López | Last updated Jul, 03 2013

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Tradicionalmente se considera al siglo XVI como el primero de la Edad Moderna. Es el fin de la larga etapa anterior, la que en Historia ha sido denominada Edad Media, por considerarla de alguna forma, un paréntesis entre el esplendor de la Cultura Antigua y el surgimiento de la Modernidad.

Pero ya en los últimos tiempos del Medievo comenzaron a gestarse lentos cambios en la sociedad, en la cultura y en las mentalidades que anunciaban las transformaciones que se producirían en los siglos venideros en todos los campos de la actividad humana.

Lentas transformaciones

Ya en el siglo XII, después de siglos en los que la cultura había permanecido prácticamente recluida en los monasterios, comenzaron a atisbarse ciertas inquietudes intelectuales que tienen su reflejo en el surgimiento de las primeras universidades. Entre 1200 y 1400 fueron fundadas en Europa 52 universidades, entre ellas la Sorbona y la de Salamanca.

Por otra parte, se produce el desarrollo de la burguesía, formada por artesanos y mercaderes. Este nuevo grupo social va adquiriendo mayor entidad, presionando al poder político para mejorar sus condiciones de trabajo. Eran pequeños grupos que se alejaban del férreo control del sistema feudal imperante durante la Edad Media.

La actividad de los burgueses produjo el desarrollo del comercio y, con ello, de un incipiente sistema financiero. Era el tímido nacimiento del capitalismo comercial.

También se producen cambios a nivel político. En Europa occidental, por ejemplo, se generaliza el parlamentarismo: las Cortes de León (1188), el Parlamento Inglés (1258) o los Estados Generales franceses (1302).

El siglo XVI, comienzo de la modernidad

Es el siglo de los grandes descubrimientos y de la Reforma luterana, período de grandes transformaciones en todos los campos de la actividad y del pensamiento.

Estos cambios no fueron repentinos ni supusieron una ruptura total con el pasado. El desarrollo del capitalismo comercial convivió durante mucho tiempo con los rasgos esenciales de una economía rural tradicional y de una sociedad aristocrática de régimen señorial.

La continuidad también se manifiesta en el orden intelectual con la Iglesia como eje central de la cultura y del pensamiento, aunque ciertos elementos indican un lento proceso de cambio. Uno de los más significativos fue el entusiasta "redescubrimiento" de la Antigüedad.

También es un siglo innovador en cuanto a las ideas políticas que, aunque ideológicamente permanecen en la órbita de la religión cristiana, vieron surgir nuevas tendencias como la doctrina absolutista o ideas derivadas directa o indirectamente del movimiento religioso de la Reforma.

El Absolutismo Monárquico. Maquiavelo y su obra "El Príncipe"

En vinculación con el progreso del poder real en ciertos Estados, se extendió una corriente de pensamiento político que teorizaba sobre el absolutismo monárquico. Pensadores de diversas procedencias expusieron en sus obras sus ideas sobre esta doctrina, aunque fue Maquiavelo el que plasmó con mayor rigurosidad los fundamentos de ésta.

Se le puede considerar una de las figuras más importantes del Renacimiento, ya que su aportación abrió el camino hacia la modernidad. Con él, el pensamiento político se secularizó, expulsando de la política toda metafísica. Se le considera, además, el primero en utilizar la palabra Estado en un sentido moderno.

Su obra El Príncipe, escrita en 1513, está dedicada a Lorenzo de Médici y en ella hace una reflexión sobre las cualidades que ha de tener un buen rey para mantener el orden e instaurar un Estado estable: el Príncipe tiene que dedicarse a defender y extender su poder por todos los medios, pero sin perder la adhesión del pueblo. Su política se muestra entonces como una sutil mezcla de brutalidad y disimulo, según las circunstancias, teniendo claro que " lo que se considera es el resultado".

La Reforma y sus concepciones políticas

La Reforma acentuó y complicó las divisiones políticas de Europa, contribuyendo a desestabilizar aún más a las ideologías políticas medievales.

Ninguna doctrina política fue capaz en el siglo XVI de suscitar tanta agitación como las producidas por los reformadores, aunque sus concepciones de la sociedad y del gobierno

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