LA VIDA SEXUAL DE LOS SERES HUMANOS. Sigmund Freud

LA VIDA SEXUAL DE LOS SERES HUMANOS

Sigmund Freud

Para la época de Freud, habían ciertos temas de los que no se hablaba abiertamente, temas a los cuales se los consideraba “indecorosos”, me refiero a los temas sexuales, de más está decir que en este tiempo, la mentalidad de la época era muy cerrada, se aseguraba que la unión de los genitales solo tenía como fin la procreación, por lo tanto, ni siquiera era viable pensar en contradecir esas cuestiones.

Freud se atreve a desafiar, como lo era típico de su personalidad, éste criterio y va a presentar otra realidad, a la que estamos más que expuestos, pero que era mucho más fácil encubrir o mirar hacia otro lado que enfrentarla.

Feud enumeran una gran variedad de vidas sexuales que se apartan de las habituales, dividiéndolas así en dos grandes grupos:

1. El que abarca a los homosexuales, hombres que encuentran placer con alguien de su mismo sexo y no tienen como meta final la unión de sus órganos ni la reproducción; Los fetichistas quienes no encuentran placer en una parte específica del cuerpo sino en una prenda de vestir o un objeto personal; y los necrófilos quienes encuentran placer en cadáveres y son capaces de hacer cualquier cosa para obtenerlo de esa manera.
2. Conformado por los perversos, como los voyeristas, quienes encuentran placer en espiar a la otra persona en sus funciones íntimas; los exhibicionistas, que encuentran placer en desnudarse sólo para obtener una acción idéntica del otro; los sádicos, los cuales sólo buscan humillar e infligir dolores en el otro; y por último los masoquistas, quienes les gusta soportar el dolor y las humillaciones de los sádicos.

No nos olvidemos de los “fantasiosos”, a estos solo les alcanza con soñar despiertos, o imaginarse diversas situaciones que les cause placer.

También alude que los síntomas de las histéricas, en muchas ocasiones, están relacionados a la pulsión sexual no resuelta.

Con todo esto Freud plantea una aceptación de todas estas prácticas sexuales, porque se han difundido a través del tiempo y con mucha frecuencia sin que nos demos cuenta.

Otras de las estructuras consideradas en el hombre, es la neurosis, la cual es tomada desde dos grandes grupos:

1. La histeria: la perturbación en las funciones del cuerpo, por lo cual se busca la sustitución de los genitales y la cual se da de una manera inconsciente.
2. La obsesión: es una lucha constante entre la satisfacción y defensa de los deseos sexuales, llevando así a una auto-mortificación y al fantaseo sexual.

A partir de esto, se llega a la causa principal radicada en la niñez. Para la sociedad el niño es visto como inocente y puro, todo lo que se vea de manera distinta en él, es mencionado como malas costumbres. Para Freud el niño es restringido de su ideal, es confundido y es dominado por la educación, la cual lo desvía de la sexualidad y lo hace confundir la sexualidad con la reproducción. Es desde allí de donde Freud menciona el concepto de la líbido, para nombrar la fuerza mediante la cual se hace externa la pulsión.

Los niños hasta ese momento se los consideraba asexuados, y por lo tanto, solo aparecía su sexualidad en la época de la pubertad. Pero esto no es cierto, ya que la vida sexual, o mejor dicho, el goce sexual de los niños, comienza en la lactancia con la succión del pezón, primero para satisfacer su apetito, atreves del chupeteo, después descubre que esto le provoca placer, y desea hacerlo nuevamente, más allá de estar satisfecho, y de haber saciado su hambre, por lo tanto, descubre que luego del chupeteo, se adormece plácidamente.

A medida que crece, la zona erógena no solo se encuentra en la boca, sino que descubre que al vaciar su vejiga e intestinos, esto le provoca placer, y por lo tanto, considera la caca como parte de su cuerpo, algo muy valioso para él. También se va dando cuenta de la participación que tiene su órgano genital en la creación de los niños, además experimenta que es una fuente de placer y que todos los mitos acerca de este son mentira.

Todo esto sucedido en la niñez, es la causa para que Freud llegue a la conclusión de que: la sexualidad perversa no es otra cosa que la sexualidad infantil aumentada y descompuesta en sus mociones singulares.

NUESTRA INICIACIÓN EN LA VIDA

 Melanie Klein

Melanie Klein ofrece tres conceptos básicos para comprender el desarrollo infantil. Para ello se basa en las etapas de Freud y considera que los niños pasan de una a otra, situación que se da en función de cómo haya sido el desarrollo de las posiciones.

Para definir una posición Melanie Klein considera tres elementos esenciales: el tipo de objeto con el que el niño interactúa; sus mecanismos de defensa; y la fantasía inconsciente que constituye la base de la relación.

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