LOS CONCURSOS MERCANTILES EN LA EDAD MEDIA

INTRODUCCIÓN

Para algunos autores, el derecho concursal tiene su origen dentro del derecho Romano, para otros, surge durante la edad media.

Si se creará una línea de tiempo que ubique y precise la evolución histórica del derecho concursal se tendría que determinar que comienza a aplicarse procedimientos relacionados con el incumplimiento de pago dentro del derecho romano y posteriormente durante la baja edad media es cuando surge la verdadera ejecución procesal en Europa. La mayor evolución del concurso se da precisamente en la época medieval y de ahí es donde comienza a conocerse y a aplicarse en el resto del mundo.

LA EDAD MEDIA

El desarrollo y elaboración del derecho concursal se origina entre los siglos XIII y XIV, en las comunas italianas, es tan admirable la evolución del derecho falencial en esta época que en la actualidad, la casi totalidad de las legislaciones han incorporado los principios que se introdujeron en aquel tiempo. No obstante su evolución y desarrollo, el proceso concursal se caracteriza por cruel y persecutorio de deudor.

En esta época el comerciante que cesaba el pago de sus obligaciones era considerado en quiebra. Se introdujo el concepto de la quiebra virtual o económica, es decir, se producía sin declaración judicial,; con la quiebra virtual se permitía, bien a pedido de los acreedores, o por simples rumores, la intervención de la autoridad. La autoridad procedía de inmediato, sino lo habían hecho ante los acreedores, quienes tenían facultades legales de encarcelar al deudor. Se convocaba a los acreedores y éstos elegían a uno o más síndicos, aquí se introduce el concepto de la sindicatura plural, hoy desarrollada en algunos países.

La institución de la sindicatura también aparece en este derecho estatutario. En el derecho de la ciudad de Venecia, en el siglo XIII, se creó la oficina que recibió el nombre de Sopraconsoli, la cual tenía por función apoderarse de los bienes del fallido y adjudicárselos a los acreedores; era el origen de la sindicatura oficial.

Vale la pena describir el proceso de quiebra que se realizaba en la Edad Media, para capturar el espíritu que fue invadiendo a las legislaciones futuras y su carácter eminentemente sancionatorio.

Al quebrado se le detenía, se le encerraba en las mazmorras, por excepción hasta podía ser muerto. Se incluía en el “bando” que significaba la exclusión de todo amparo legal, cualquiera podía agredirlo y hasta matarlo sin que ello implicara delito, y curiosamente se le privaba de la asistencia de abogados. Era sometido a suplicios para que confesara sobre la existencia de bienes, de socios, escritos contables, y se le imponían otras sanciones como la de pintar la efigie en la pared de la comuna para que todo el público lo conociera hasta los analfabetos (hoy esa institución permanece como es la inscripción en el registro mercantil para conocimiento público), se le prohibía la asistencia a espectáculos públicos, el deudor y su mujer no podían usar alhajas, ni vestidos finos. Se utilizaba la exposición en la jaula como cualquier fiera de circo, y se trasladaba por la ciudad con bandas, gritos y marchas.

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