La Etica Protestante

La ética protestante y el espíritu del capitalismo

La religión es parte fundamental para el ser humano, es uno de los principales elementos que componen su cosmovisión que le ayuda, o por lo menos así lo pretende, a entender y valorar su entorno para justificar y darle sentido a su existencia. A lo largo de la historia han existido diversos tipos de religiones, de distinta naturaleza, evolucionando perfeccionándose y sofisticándose tomando aspectos unas de otras, siendo sincréticas en ocasiones, teniendo objetivos diversos o comunes y cuestionables.

La Iglesia católica ha sido la religión dominante en occidente siendo una organización que ha logrado perdurar a lo largo del tiempo acompañando a la civilización en su desarrollo y en sus acontecimientos históricos más importantes. Pretendiendo ayudar al hombre en su existencia terrenal, dictándole la voluntad de Dios y señalando el comportamiento a seguir.

Max Weber comienza su interesante libro, reflexionando acerca del papel de la religión en el desarrollo de la economía, poniendo en la mesa la afirmación de que la religión protestante impacta favorablemente en el desarrollo de la economía, siendo los países protestantes en la actualidad y a lo largo de la historia los que mejores condiciones económicas han logrado y pueden ofrecer mejores condiciones de vida a sus ciudadanos.

El autor proporciona datos estadísticos acerca de los puestos de trabajo que ocupan personas que profesan la religión protestante y católica, mostrando que los protestantes se interesan más en trabajos relacionados la actividad capitalista mientras que los católicos no muestran dicha afección al capitalismo.

El capitalismo debe estar ligado completamente al progreso técnico y al desarrollo técnico, pero está totalmente alejado de la visión católica que en su visión no se acepta el lucro ni el enriquecimiento ni la afección a las cosas materiales, siendo incluso esto un pecado la avaricia. La visión protestante es totalmente contraria a la católica, en este aspecto, ya que ve bien el enriquecimiento y de aquí puede partir una primera reflexión acerca del desarrollo económico, considero que el desarrollo económico comienza con un proyecto de nación y con una visión clara de que posición en el mundo se merece y se quiere ocupar, siendo el destino y las situaciones actuales de las diferentes naciones del mundo producto de sus proyectos fundadores, de su cosmovisión y de su cultura.

El espíritu del capitalismo

Max Weber habla del capitalismo y cómo debe entenderse, reflexiona cuál es su objeto y sus fundamentos, de su espíritu. Utilizar la palabra espíritu me parece simplemente exquisito e interesante, muestra ante qué clase de escritor se está, qué capacidad se tiene y que estirpe posee.

El término espíritu es de entrada interesante, la Real Academia Española proporciona definiciones interesantes, de las cuales bien merece la pena reflexionar acerca del término, algunas son: “Ser inmaterial y dotado de razón”, “Principio generador, carácter íntimo, esencia o sustancia de algo.”, “Vigor natural y virtud que alienta y fortifica el cuerpo para obrar.”, “Ánimo, valor, aliento, brío, esfuerzo.” (RAE, 2014). Por qué es interesante y fascinante dicha palabra, porque el lenguaje impacta el ánimo de las personas, porque las palabras son depósitos de significación de pensamiento, de ideas, de visiones y de energía. Pero más sencillamente, y para lo que interesa en este pequeño trabajo, porque todas sus definiciones muestran una similitud que se puede entender como la razón de ser de algo o lo que mueve a algo.

La razón de ser del capitalismo se puede resumir en alguna especie de mandamientos o principio, que de acuerdo con Weber son los siguientes:

-El tiempo es dinero. (Weber, 1999).

-El crédito es dinero (Weber, 1999)

-El dinero es fecundo y provechoso. (Weber, 1999).

Mediante estos tres básicos principios se puede reflexionar y entender mucho acerca del propósito de este trabajo, del propósito del libro y sus principales ideas. El capitalismo debe ser entendido como aliado del progreso y bonanza económica, amigo del protestantismo y enemigo del cristianismo, amigo de la riqueza material y enemigo de carencia, amigo de los grandes sueños y del trabajo duro y enemigo de la visión católica del trabajo, amigo de la usura y de las visiones y proyectos de Nación hegemónicos y dominantes, como los judíos que se consideran y se perciben como el pueblo elegido por Dios o los Norteamericanos que dicen ser el hogar del valiente y la tierra de los libre y que perciben que creen que Dios creó a los Estados Unidos para ser el dueño del mundo.

Entonces, el propósito del capitalismo es fomentar el lucro y aumentar la riqueza que ayuda al progreso y al desarrollo económico. El desarrollo económico no garantiza la felicidad de un pueblo ni tampoco libra a una Nación de problemas, pero es la mejor receta para conseguirlo. La religión es parte importante e inherente al hombre, afecta la visión y el comportamiento del hombre siendo una de sus mayores influencias y refugios existenciales. El catolicismo y el protestantismo son opuestos en cuanto a la visión del trabajo y la riqueza, de acuerdo con Weber, el protestante se siente honrando desempeñando una profesión y realizando su trabajo, asimismo no percibe nada malo en enriquecerse y vivir la abundancia honrando a su Dios y a sus principios. Mientras que el católico no se puede permitir de una vida abundante económica ya que esto no coincide con la visión católica y su Dios no se siente honrada con eso. Los proyectos de Nación son muy importantes para forjar el destino de una Nación, son la base sobre la que se construye el devenir que tendrán. La Religión es uno de sus pilares muy importantes ya que da sentido a las acciones del ser humano. El capitalismo está en armonía con la religión Protestante que favorece al desarrollo económico.

Comparación entre una Nación protestante y una Nación católica

Los países que se van a comparar son Estados Unidos y México. Resulta muy intrigante que dos países vecinos, que se encuentran juntos geográficamente, cercanos y muy relacionados a lo largo de la historia vivan realidades opuestas en la actualidad. Separados por un muro fronterizo se encuentran dos naciones, una que es la economía más poderosa del orbe y otra que es considerada un país tercermundista, un país que es hegemónico y actor principal en el acaecer global y otra que acata y no participa en las grandes decisiones mundiales, un país protestante y otro católico.

El desarrollo económico de los Estados Unidos comenzó con un proyecto muy ambicioso, nace en 1777, siendo antes 13 colonias

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