La Evaluacion

La evaluación es uno de los elementos más importantes de la enseñanza ya que esta nos sirve como herramienta de análisis para saber el proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos.

Al hablar de evaluación hacemos referencia a una actividad educativa en la cual se tiene como objetivo alcanzar un mejoramiento continuo sobre algo.

En el siguiente ensayo abordaremos principalmente la importancia de la evaluación en la educación básica como la etapa de formación en la cual se desarrollan todas aquellas habilidades y destrezas. El objetivo principal de ésta es brindar a los estudiantes todas aquellas herramientas necesarias para crear competencias básicas con aprendizajes significativos que les permitan enfrentar los problemas de la vida diaria.

Así mismo, resaltaremos aquellos puntos de vista que se tienen sobre la evaluación en cuanto a los avances, limitaciones y retos actuales de ésta en el proceso de aprendizaje, así como de la labor docente a la que estaremos expuestas.

Una de las tareas de mayor complejidad para el docente es la evaluación. De acuerdo a la lectura del autor Ahumada en su libro “Hacia una evaluación autentica del aprendizaje” se menciona que anteriormente la evaluación significaba solamente medir y en otras palabras juzgar un resultado para así comparar entre distintas personas teniendo una postura específica; poco a poco esa concepción fue cambiando dándole importancia al proceso recorrido en la evaluación, ya que gracias a ella se podían determinar distintos factores que rigieran las pruebas por las que se había pasado para llegar a dicho resultado. A éste tipo de evaluación Ahumada la denomina como “evaluación auténtica” ya que es la que está centrada fundamentalmente en un proceso de aprendizaje más que en un simple resultado.

Actualmente se han descrito muchos avances en cuanto a la evaluación de México. El primero que consideramos más importante, es que en un inicio la evaluación se basaba en las conductas humanas, posteriormente en los conocimientos de los alumnos y más tarde llegó a ser la que rige la misma educación, aquella que como describe el Plan de Estudios 2011, pág. 33 “permite obtener evidencias, elaborar juicios y brindar retroalimentación sobre los logros de aprendizaje de los alumnos a lo largo de su formación; por tanto, es parte constitutiva de la enseñanza y del aprendizaje”.

Otro avance que se ha dado es la adaptación de diversas formas para evaluar y valorar el aprendizaje de los alumnos, entre ellas las más comunes han sido la evaluación diagnostica, formativa, sumativa, la autoevaluación y la coevaluación. A continuación se dará una breve explicación de cada una de ellas.

La evaluación diagnóstica es aquella que ayuda a conocer los conocimientos previos del alumno, es decir, lo que los alumnos ya conocen desde el contexto familiar y social que rodean. La evaluación formativa se realiza durante el procesos de aprendizaje, usualmente se utilizan para valorar los avances que han desarrollado los alumnos. La evaluación sumativa se realiza al final, se usa por lo general para tomar decisiones para asignar una calificación pertinente. La autoevaluación es cuando un alumno se evalúa a sí mismo y por último la coevaluación, la cual se da cuando dos o más personas evalúan el trabajo de un alumno.

Se ha dado otro avance en éste proceso, y este nos habla de que para poder realizar una evaluación auténtica se deben hacer las siguientes preguntas base como el porqué, cómo, cuando, a quien, y con qué criterios debe evaluarse; así como también debe existir un propósito en el que la evaluación en el aula sea mejorar el aprendizaje y desempeño de los alumnos mediante la creación constante de mejores oportunidades para aprender, a partir de los resultados que se obtienen de cada una de las diferentes evaluaciones. Pero, ¿qué significa esto? Pues significa dejar de juzgar y etiquetar a los alumnos como los que no saben sino más bien identificar las causas por las que los alumnos no han podido sobresalir y ayudarlos a superarlas.

En una evaluación auténtica también interviene el “evaluar para aprender”, como nos dice el Plan de estudios 2011, se remite a la posibilidad de que todos los que participan en un proceso de evaluación aprendan de sus resultados.

Así como se han dado avances en la evaluación, también existen limitaciones. Es por esto que identificamos algunas de éstas apoyándonos del libro “Patología General de la evaluación educativa” de Miguel Angel Santos.

Principalmente nos encontramos frente a la idea de que solo se evalúa al alumno, y como menciona el autor dentro de este pequeño apartado, el alumno es el único autor de dicha evaluación, y el único responsable de los resultados de cierta prueba, pues en la mayoría de los casos se entrega un valor numérico, que para los padres de familia, alumnos y profesores es el resultado de la capacidad y esfuerzo del estudiante.

Cabe mencionar que dentro de un jardín de niños la evaluación no suele ser cuantitativa sino cualitativa, pues evalúa las cualidades, destrezas y habilidades que los niños han logrado desarrollar a lo largo de su estadía en dicho plantel, dentro de esta evaluación no es el alumno el responsable de dicha calificación pues está queda en manos del educando, donde según la lectura de Santos Guerra, cierta evaluación dependerá del criterio referencial factico, es decir, del criterio que el educador tenga de aquellos acontecimientos basados en los hechos no en la teoría.

Al evaluar los conocimientos del alumno debe también evaluarse los resultados obtenidos, pues estos permiten realizar una retroalimentación que permita al maestro tomar en cuenta las estrategias, los procesos y los ritmos utilizados con el fin de mejorar en la aplicación de los contenidos; Santos Guerra sin duda nos deja bien en claro que no importa lo que se ha conseguido, sino más bien como se logró, que materiales se utilizaron, con qué ritmo se llevó a cabo y principalmente cual era el objetivo principal que se pretendía lograr, el hecho de analizar todos estos aspectos nos permitirá mejorar día con día en la aplicación y evaluación de actividades, pues el ser crítico - reflexivo nos brinda la oportunidad de realizar mejor ciertas actividades

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