La Historia Comienza En Sumer

El autor S. Kramer en su libro “La historia comienza en Sumer” trata, en parte, sobre los sumerólogos y la importancia de sus estudios con el objeto de saber mas sobre lo que fue la primera civilización, sobre como nacieron las ideas que utilizaron, posteriormente, otras civilizaciones, ya sean en materias económicas, sociales, jurídicas, entre otras como principios morales, o incluso hasta la misma religión. El sumerólogo, según el autor, es un especialista en materia de Sumer, y la frase “más sabe sobre menos cosas” mencionada en su libro, no necesariamente significa ser especializado, si no más bien, es conocedor de cuestionamientos claves sobre la historia de la humanidad.

En parte, también se menciona la ignorancia de todo lo relacionado a los sumerios, incluso hasta su misma existencia. Los profesionales, tales como los arqueólogos, por ejemplo, no buscaban en Mesopotamia allí material que hable sobre los sumerios, si no más bien de los babilonios y asirios. Al final, lograron recolectar información de sus objetivos, pero en cuanto a Sumer, ignoraban de que siquiera hubiesen existido. El país Sumer y su gente era todo un misterio para la humanidad desde hace más de dos milenios.

Hoy por hoy la historia es diferente. Actualmente se conoce a los sumerios como un pueblo de Mesopotamia. Se conoce información básica partiendo desde sus vestimentas hasta su cultura material, tales como ladrillos o columnas donde ellos edifican sus templos. También se conoce cuales y cómo eran sus utensilios y armas, sus cerámicas e instrumentos musicales. Y lo aun más importante, las tabletas sumerias, descubiertas en grandes cantidades. Todo esto gracias a los museos más importantes de Francia, de Inglaterra, de Alemania, de los Estados Unidos y de otros países. En relación a las tabletas sumerias, se menciona la información que se podía extraer de ellos, como por ejemplo, las transacciones comerciales de los sumerios y sus actos jurídicos y administrativos, lo cual proporciona una información abundantísima sobre su estructura social y su organización urbana. El autor incluso se atreve a mencionar que a partir de la información recolectada, se puede penetrar hasta el punto de entender el alma y el corazón de los sumerios. Esto lo atribuye a la cantidad de tabletas que ya se han recolectado donde existen transcritas obras literarias donde se puede deducir o en donde se revela la religión, moral y la filosofía de este pueblo.

La pictografía en el pueblo de Sumer nació, probablemente, hace unos cinco mil años A.C a razón de las necesidades económicas y de su organización administrativa, escribiendo sobre arcilla. Pero este método solo servía para registrar los elementos administrativos más relevantes o elementales. Con el tiempo, los letrados, hallarían la forma de evolucionar su escritura a un nivel diferente, de pasar a jeroglíficos a traducir no solo imagines, si no también sonidos de la lengua.

La escritura de los sumerios, con el tiempo, pasó a otro nivel de evolución, y ya era lo bastante flexible como para poder ser comprendido.

En 1889 y 1900 se descubrieron millares de tabletas y fragmentos, en Nippur. Estas tabletas se encuentran actualmente en el Museo de

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