La Historia No Sirve Para Nada
Enviado por MYLOSM45 • 16 de Junio de 2013 • 1.001 Palabras (5 Páginas) • 485 Visitas
Alumnos de Secundaria afirman que la Historia no sirve para nada.A diferencia de otras disciplinas, como el inglés, las Matemáticas o la Química, su pragmatismo( MODO EN QUE EL CONTEXTO INFLUYE EN LA INTERPRETACIÓN DEL SIGNIFICADO) puede suscitar, cuando menos, serias dudas. Memorizar fechas, nombres, períodos, fases… PARA ELLOS únicamente tiene una finalidad: aprobar los pertinentes exámenes.
Una de las cuestiones que más controversia ha suscitado en lo que respecta a la enseñanza de la Historia es la respuesta al interrogante ¿qué enseñar?...
…creemos que el mayor problema tiene que ver con la cantidad de contenidos que se deben impartir…. En efecto, la pregunta….. ¿qué enseñar? parece hallar su respuesta en una palabra tan sencilla como compleja: “TODO”. Un simple vistazo a los currículos oficiales y manuales escolares de Secundaria nos permitirá comprobar que los alumnos han de estudiar desde el Australopithecus hasta los últimos hechos relevantes de nuestro siglo. Ello no supondría un problema si no fuera…. Porque…, sencillamente, no hay tiempo para estudiarlo todo, y mucho menos, para aprenderlo.
En este sentido, parece claro que la amplitud de los contenidos que se pretendan abarcar es proporcional a la superficialidad de los resultados que se consiguen. Porque un exceso de contenidos sólo puede ser abarcado mediante una metodología expositiva que, lejos de generar aprendizajes, únicamente propicia la memorización indiscriminada de datos. Por ello, dada la complejidad que entraña el estudio y comprensión de conceptos históricos hasta lograr un aprendizaje significativo, sería conveniente delimitar el objeto de estudio. Para lograrlo, es necesario establecer relaciones entre la nueva información y la adquirida previamente, lo que requiere un progreso gradual, con distintos niveles intermedios de profundidad cuyo resultado será más sólido y no se olvidará tan fácilmente
Es preciso, por tanto, seleccionar un número reducido de contenidos que puedan ser estudiados y trabajados con una mínima profundidad y eficacia. Evidentemente, lo anterior es incompatible con la pretensión de una Historia universal basada en la transmisión de un conocimiento histórico ya elaborado, y que los alumnos sólo pueden memorizar. Este tipo de Historia, además, adolece de otros problemas inveterados, ya casi crónicos, que es preciso señalar.
que los alumnos conozcan el Paleolítico, Neolítico, Edad de los metales, primeras civilizaciones y las antiguas Grecia y Roma en TAMPOCO TIEMPO: podemos extraer dos conclusiones: la primera, la falta de tiempo, que impide profundizar en los contenidos sin perjuicio para con el resto del temario. La segunda, que se deriva de la anterior, es la frecuente idolatría del libro de texto.
para muchos alumnos, la Historia no tiene más utilidad que aprobar los exámenes. Exámenes que pueden gozar de menor o mayor popularidad entre los profesores e investigadores de la didáctica –para los alumnos son del todo impopulares-, pero que constituyen el único instrumento que podemos utilizar para evaluar la aptitud (es decir, la capacidad memorística) del alumnado. Básicamente, porque esa parece ser su única labor: el aprendizaje de la Historia se reduce a memorizar, y la pretendida evaluación continua
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