La Historia

La historia es el teatro de las civilizaciones. Es allí donde tiene lugar el más grande “drama” de todos los tiempos: la vida de los hombres.

Como era un vasto escenario la Historia abre las puertas a las “grandes obras” donde juegan sus roles una inmensa cantidad de personajes.

Es aquí donde vemos las más variadas “puestas en escena”, las escenografías más dispares. Desde aquellas que tienen lugar con el nacimiento de las primeras culturas, grandes historiadores y conocemos personajes como Carr Edward, o a Marc Bloch Lucien Febvre.

Espero que a través de estas paginas pueda el lector ir corriendo el telón de este gran escenario y se maraville con cada acto que nos depara la Historia de nuestros antepasados lejanos y próximos en el tiempo, y que también nos permita vislumbrar un futuro mejor para la humanidad.

¿Qué es la historia ahora?

La petición de Carr : que la historia se diera de una manera más científica, se llevo a cabo. En un futuro la historia se investigaría por grupos, laboratorios, organizaciones colaboradas en proyectos a gran escala y herramientas más sofisticadas y adelantadas en las ciencias sociales. Esta nueva materia influía mucho en las tomas de decisiones actuales. Se fundaron nuevas universidades, las antiguas doblaron su tamaño, los institutos politécnicos se mejoraron y el número de estudiantes de cada generación creció aun más. Los jóvenes historiadores que llegaron a la profesión en los años sesenta estaban muy influenciados por Carr. Pero al final de los años sesenta, todo esto cambio gracias a los gobiernos conservadores. La expansión de la universidad había cesado, y las restricciones y controles estaban a la orden del día. Las esperanzas de los historiadores parecían haber sido defraudadas. El rápido cambio social y económico estaba mirando muchas de las premisas con que la generación más joven de los historiadores había estado operando.

Nuevos tipos de conflictos, llegaron a aparecer cada vez más urgentes y a la vez demandaban nuevos tipos de explicaciones científicas, las líneas de demarcación intelectual de la era de posguerra fueron borradas repentinamente por el dramático colapso del comunismo en la Unión Soviética y en la Europa del este 1989-1990. Estos hechos destruyeron teorías y teologías que Carr había incitado.

La polémica hizo estragos en estas teorías cuando muchos historiadores comenzaron a crear sentimientos de crisis aguda respecto a su profesión. Admitir que el acercamiento científico-social prometido por Carr no había dado lo que había prometido. En gran parte del trabajo histórico de los años sesenta y comienzos de los ochenta las personas individuales desaparecieron por completo de la visón del historiador.

A principios del año 2000 la expansión de la profesión había conducido a una creciente fragmentación ya que la publicación e investigación se hizo cada vez mas especializada en la búsqueda de nuevos conocimientos históricos. La profesión histórica después de todo no se había derrumbado; la gente no había dejado de escribir historia. No habían dejado de creer en que los historiadores contaban algún tipo de verdad sobre el pasado.

Los historiadores comenzaron a eescribir sobre la gente sobre todos gentes humildes, normales, sobre lo oscuro de la historia los perdedores y transeúntes en el proceso de cambio histórico. Carr no lo había aprobado.

Pocos cambios, no se han vistos afectados del todo por los cambios intelectuales y culturales de la pasada década y media.

Sin duda alguna, es muy distinta la historia ahora, en los tiempos de Carr.

La escuela de los Annales

La escuela de los Annales y la nueva historia nace en 1929 y se remonta como proyecto a los años inmediatos de la Primera Guerra Mundial.

Marc Bloch Lucien Febvre y Lucien Febvre los padres fundadores de los annales libraron sus combates por la historia, aparece la intención y la experiencia de la interdisciplinareidad. Se pregunta y se indaga dentro de los espacios de reflexión de lla psicología, la antropología, la lingüística, la sociología y, muy cercanamente la geografía.

Desde este último campo se construyen programas de investigación que se focalizan sobre la región y la localidad como ámbitos sugerentes para el oficio del historiador.

Con relación a los paradigmas fundadores de la historiografía contemporánea la escuela de los annales se ubica en franca ruptura respecto al positivismo y recupera algunas categorías del marxismo, entre otras la de la lucha y el conflicto.

Sus nexos más cercanos los tiene con el historicismo,

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