La Ideología Y La Modernidad

Se define Ideología como el: “conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc.” Eugenio Trías (1987), propone retomar a Saussure para delimitar dos sentidos diferentes del término. Utilizando la terminología saussureana, el significante en el habla es una sucesión fónica concreta, de naturaleza física y perceptible por el oído; mientras que el significado está constituido por normas abstractas de índole morfológica, sintáctica o lexical, que conforman el terreno de las ideas o significaciones. A partir de esta dicotomía, Trías (1987: 22) propone que el término alude:

1. “A ciertas formas mediante las cuales los hombres toman conciencia de su realidad o experiencia social. Ideas en las que se reflejan, traducen o expresan perspectivas, intereses o percepciones de clase: es decir, determinadas de un modo u otro por el sistema social o por el lugar que el enunciante ocupa en el sistema.

2. El segundo sentido del término ideología […] se opondría al concepto de conocimiento verdadero, saber efectivo o ciencia. La ideología se inscribiría en el mismo paradigma del error, ídolo, representación engañosa, idea confusa, etc. (Trías, 1987: 23)

A su vez, Thompson (1998: 47) retoma la concepción histórica del término, en una definición poco más concreta:

El término «ideología» fue usado por primera vez en 1798 por el filósofo francés Destutt de Tracy para describir su proyecto hacia una nueva ciencia de lo que se relacionaría con el análisis sistemático de las ideas y las sensaciones, con su gestación, combinación y consecuencias.

La ideología constituye, pues, el conglomerado doctrinario dentro del pensamiento social (incluso puede considerarse como parte de la cultura). Los

ideales que se gestaron a partir de lo que Hobsbawm (2001) llama “la doble revolución”, construyeron sociedades basadas en el modelo franco–inglés, tanto en lo económico, social, político y cultural. Conviene entonces retomar una

limitación temporal, es decir, analizar a partir de 1789 (o un poco antes, según convenga a nuestros autores) hasta nuestros días, con el fin de concluir sobre lo que versa el título del presente ensayo: la relación ideológica con las sociedades en la modernidad.

II. TRES IDEOLOGÍAS: LIBERAL, SECULAR Y RELIGIOSA.

a) EL CREDO LIBERAL

Estas tres ideologías poseen una contradicción común: oscilan entre un arquetipo de salvación y una negación de lo divino. Polanyi dice sobre el liberalismo económico: “fue el principio organizador de una sociedad empeñada en la creación de un sistema de mercado (que) […] evolucionó hasta convertirse en una verdadera fe en la salvación del hombre a través de un mercado autorregulado” (2003: 190).

El liberalismo pleno, auténtico, poseía tres lemas clásicos. Este liberalismo sólo se vio durante la década de 1820, como asevera Polanyi (2003: 190). A su vez, estos tres lemas comprenden: “que la mano de obra debía encontrar su precio en el mercado; que la creación de dinero debía someterse a un mecanismo automático; que los bienes debían fluir libremente entre los países, sin obstáculos ni preferencias.”

Polanyi (2003: 200) también establece ciertas pautas para el ideólogo liberal. Dice sobre ellos:

El liberal insiste en que la raíz de todos los males estaba precisamente en esta interferencia con la libertad de empleo, el comercio y las monedas, practicada por las diversas escuelas del proteccionismo social, nacional y monopólico desde el tercer cuarto

del siglo XIX; de no haber mediado la falsa alianza de los sindicatos y los partidos laboristas con los fabricantes monopólicos y los intereses agrarios, que en su miope

avaricia unieron fuerzas para frustrar la libertad económica, el mundo estaría disfrutando ahora las ventajas de un sistema casi automático de creación de bienestar material.

A partir de estas ideas, Polanyi establece una diferencia importante, provocada por una confusión terminológica. Esta confusión, se da, según él, a partir de otro término:

El significado verdadero del término ‘intervencionismo’, por el que los liberales económicos gustan de denotar lo opuesto a su propia política económica, pero que sólo revela una confusión del pensamiento. Lo opuesto al intervencionismo es el laissez–faire y […] el liberalismo económico no puede identificarse con el laissez–faire. En términos estrictos, el liberalismo económico es el principio organizador de una sociedad donde la industria se basa en la institución de un mercado autorregulado.

Polanyi (2003: 210) coloca en el espectro de la gestación de las ideologías, una cuestión muy importante: “Aunque la sociedad humana está naturalmente condicionada por los factores económicos, las motivaciones de los individuos sólo están excepcionalmente determinadas por las necesidades de satisfacción de las necesidades materiales”. Es sumamente analizar esta premisa:

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