La Quinta Monta;a
Enviado por axellove • 3 de Abril de 2014 • 2.723 Palabras (11 Páginas) • 427 Visitas
LA QUINTA MONTAÑA
A comienzos del año 870a.J.C. en una nación conocida como Fenicia llamada Líbano por los israelitas conmemoraba tres siglos de paz y abundancias comerciales. Al mismo tiempo un consejote guerra en un lugar distante, llamado Nínive. Un grupo de generales asirios habían decidido conquistar al país de Fenicia. En un establo de Gileade, en Israel, dos hombres escondidos esperaban morir en las próximas horas uno llamado Elías y el otro hombre era un levita, mientras se escondían los dos hombres hablaban sobre Dios y el levita reflexionaba si debía convertirse en Baal o morir en nombre del Señor.
Elías seguía cuestionándose sobre por qué Dios hacia unas cosas que le parecían estaban mal como hacer sufrir a el pueblo de Israel. Después de hablar tomaron la decisión de salir y morir en nombre del Señor, se tomaron de la mano y empezaron a caminar por las calles vacías. Las personas, dentro de sus casas, aguardaban a que los soldados de Ajab gobernante de Israel completasen la tarea que la princesa extranjera había exigido: ejecutar a los profetas de Israel. Elías desde su infancia, oía voces y conversaba con los ángeles. Sus padres le aconsejaron consultar al sacerdote de Israel quien depuse de hacer muchas preguntas, lo identifico como un profeta, un hombre de espíritu. Pero a Elías nunca le agrado tener vínculos con el gobierno aparte de que era peligroso y opto por no ser profeta. Las voces fueron desapareciendo poco a poco con el tiempo y sus padres le prestaron dinero para poner una carpintería. Cierta tarde, cuando terminaba de hacer una mesa en su carpintería, todo su entorno se oscureció y millares de puntos blancos comenzaron a centellear a su alrededor. Una de las luces brilló con más intensidad y, de repente como venida de todos los lugares al mismo tiempo y se trataba de un ángel que con la palabra del Señor dijo: Dile a Ajab que, tan cierto como vive el Señor, Dios de Israel, ante cuya presencia estás, ni rocío ni lluvia en estos años, según mi palabra. Y después todo volvió a la normalidad.
A la mañana siguiente decidió ir a dar el mensaje a Ajab y así fue pero no le dio mucha importancia, Jezabel lo miraba fijamente y le hacia preguntas respecto al mensaje. Salio ha allí convencido de que había cumplido con su misión y podía volver al trabajo de la carpintería. Al siguiente día el levita lo despertó ante la noticia de que Jezabel había mandado ejecutar a todos los profetas por lo que se escondieron dos días en el establo de Gileade.
Un ruido, seguido de un grito, alarmo a Elías y miro a su compañero pero el se desplomo al suelo con una flecha atravesada en el pecho, delante de el un soldado colocaba una flecha en su arco para después ser dirigida a Elías que paso zumbando en su oído derecho, el soldado dijo que era el mejor arquero del ejercito de Ajab y que desde hace siete años no fallaba ninguna flecha. El soldado le dijo que se fuera con otra flecha tensada en su arco, y que no volviera a aparecer por hay nunca entonces Elías pensó en si podía aun salvar la vida del levita pero huyo por miedo. Camino durante horas hasta llegar a los márgenes de un riachuelo llamado Querite.
A la orilla del riachuelo pensó en donde podía ir pensó en ser marinero pues sus viajes se prolongaban por mucho tiempo en el mar solo que el problema era que los marineros son creyentes de Baal y al descubrir que el no era creyente lo echarían al mar.
Paso un tiempo en el ese lugar y pensaba por que una civilización era mas poderosa que otra y también sus medios de escape a los que podía acudir. Elías miro a un cuervo, unas plantas que se encontraban en un lugar donde otros ríos, plantas y pájaros juzgaban imposible. Elías miro fijamente al cuervo y descubrió que lo único que se necesitaba era el coraje para hacer lo que ellos habían hecho y levanto su vuelo. Poco antes de caer la noche el pájaro volvió a donde mismo y en su pico traía un trozo de carne y lo dejo caer, para Elías fue un milagro tomo el pedazo y lo comió. Elías empezó a hablar con el cuervo y usando la imaginación se transformo en el cuervo y empezó a hacerse preguntas.
El cuervo volvió a la mañana siguiente, envés de repetir la conversación Elías miro al ave que siempre le traía algunos restos. Aquella noche volvió de la caza y decidió tomar un poco de agua pero el riachuelo se había secado y mejor se dirigió a dormir, en su sueño y su ángel de la guarda le ordeno: Retírate de aquí, ve hacia el oriente y escóndete junto al torrente del Querite, en la frontera de Jordan. Beberás del torrente; y ordené a los cuervos que allí mismo te sustenten y despertó.
Aunque era de noche, el lugar se lleno de luz, el ángel del Señor apareció y yo te ordeno: Levántate y ve a Sarepta, que pertenece a Sidón, y quédate allí, donde ordené a una mujer viuda que te mantenga, al amanecer Elías busco al cuervo para despedirse del pero no lo encontró. Al llegar al valle de esa ciudad se encontró con una mujer recogiendo leña y ordeno que le trajera un poco de agua y poco de pan, pero, la mujer no le dijo nada y finalmente le dijo que si el era se Israel por su dialecto el dijo si, Elías dijo que era ella viuda como le dijo en Señor y la mujer se sorprendió por que un extranjero sabia de su vida y después Elías se desmayo, la mujer volvió a su casa por una vasija de agua y un poco de pan Elías lo comió en silencio mientras veía el valle y le dijo a la mujer que si le podía dar hospedaje pues en su país era perseguido entonces la mujer decidió obedecer .
La presencia de Elías fue notada rápido y el sacerdote le mando hablar y le pregunto qué hacía en Akbar si era enemigo de su país y el sacerdote le dijo creer la razón le dijo que era por la princesa y Elías respondió que si pues ella había mandado matar a los profetas de Israel. El sacerdote dijo que un hombre parecido a el había hablado con la princesa y el dijo –yo soy ese hombre –.
En la noche la mujer su hijo y Elías se encontraban cenando y la viuda se dio cuenta de que la promesa del Señor era realidad. En la entrada del valle, algunas patrullas asirias habían acampado y parecían dispuestas a quedarse, el sacerdote rápidamente dio aviso al gobernador para que tomara medias y el gobernador solo le decía que tomaban rutas para comerciar. La gente se empezó a asustar y molestar por que el gobernador no tomaba las medidas necesarias y con Elías en Akbar se pusieron más desesperados.
Cierta tarde, el niño empeoro mucho, y ya no conseguía tenerse en pie ni reconocer a las personas que venían a visítalo Elías decía a la viuda que confiara en Dios, con la desesperación de salvar a su hijo la mujer le dijo que ya no creería en Baal si el Señor curaba a
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