La República Para Kelsen

12 Libro de las leyes.

La república compuso los doce libros de las leyes obra menos brillante y quizás más sólida, en la que se deja sentir ya el peso de la vejez, que enfría al poeta y madura al filósofo. Cicerón, su discípulo e imitador, después de escribir seis libros sobre la República, quiso también dar un tratado especial la legislación positiva del gobierno cuya teoría quedaba expuesta. Parece que la República de Platón plasma la imaginación que intervino e inspiró tanto como la reflexión y el sabio ateniense. Esto, es lo que muchos jurisconsultos y publicistas han ignorado o al menos olvidado hasta entre los modernos. Casi siempre ha sido necesario que se encargasen los filósofos de asentar la jurisprudencia sobre sólida base; y ha sido menester también que los metafísicos la elevasen al rango de las ciencias racionales, imprimiéndola el sello de la fijeza y certidumbre. En el tiempo y en el país de Cicerón, era una innovación, un verdadero descubrimiento establecer la relación íntima y la dependencia necesaria para el derecho positivo y de la naturaleza misma del derecho.

En el primer libro de las leyes de Cicerón, se da una relación esencial, entre la razón, la ley del hombre y de la razón suprema o la verdad, también está la ley de la razón, que es una imagen de la otra, encontramos la razón suprema, la verdad, no es distinta de la voluntad divina es Dios mismo, según el sentido de esas hermosas palabras atribuidas a Orfeo: “Existe un Dios, y la verdad es coeterna con Dios”. Con esto si la ley es la misma, entonces la virtud no es otra cosa que la observación de esta ley y como la ley de un ser en la naturaleza, y la razón es la ley del hombre. Cicerón en este libro establece de una manera suficiente las necesidades del asunto como el principio de derecho que sus adversarios llamaron con cierta burla el principio del ascetismo.

La verdadera filosofía es sublime y perfecta para medirlo todo por las ventajas de la vida presente y en la ciencia del derecho se necesita relacionarla con la justicia humana con la idea de lo justo, así como la de lo verdadero y lo bueno, tanto la justicia divina y la justicia humana tienen reglas en común en que pueden reducirse en sistemas y se deben enseñar en la jurisprudencia universal para los precepto que estarán en la teología natural.

En este segundo libro nos cuenta sobre la exposición sumaría del estado en las cuestiones morales entre las diferentes escuelas de la antigüedad, era necesario para comprender a Cicerón en su concepto, pues tenía que hacer lo que hizo y lo que dejó por hacer a la posteridad. Una vez establecido el derecho natural, el enlace de las ideas nos lleva con el derecho positivo, con esto lo vemos cambiar de aspectos: el filósofo pasará a ser publicista, los principios se troncarán en leyes y la teoría quedará establecida. Desaparece el discípulo de Platón y de Crisipo, y el senador

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