La Revolución Francesa y su contexto
Enviado por gabrielCastro96 • 6 de Julio de 2018 • Resumen • 2.071 Palabras (9 Páginas) • 264 Visitas
La revolución en un sentido histórico es una agitación colectiva que modifica un orden de forma consiente, duradera y profunda que tiene como protagonistas a los humanos. A diferencia de la revuelta la cual no prevalece. Podemos decir que en ambas existe un grado de consciencia, lo que las diferencia seria que en la revolución se logra un cambio paradigma. Luego del Hecho Americano, la invención de la imprenta de Gutenberg y la desintegración del imperio Romano de Occidente en el siglo XV, comienza a darse una serie de cambios en el continente europeo que modificara progresivamente las conciencias. Estos cambios se verán plasmados de distintas formas a lo largo de Europa especialmente en la parte noroccidental. Esto lo podemos ver tras una lucha civil armada de cuarenta años, en la cual el reino de Francia recupero la paz, pero vio reforzado el orden monárquico. A diferencia de los Países bajos del norte donde fue derrocado. Entre los siglos XV y XVII se abre una nueva etapa donde se da una apertura a la libre interpretación de la biblia, ideas de Lutero y Calvino que se materializara en la Reforma protestante en oposición al dogma Eclesiástico (tanto en lo espiritual como en lo económico). Esto da paso a una concepción filosófica de la vida económica que comienza a entender que la riqueza no pasa tanto por lo espiritual sino por los bienes mundanos. Todas estas trasformaciones darán lugar a la sustitución de una economía autosuficiente, propia de la edad media, a una de mercado. Estas ideas penetraron más rápidamente en Inglaterra que en otras partes de Europa.
Fines del siglo XVII comienzos del XVIII, en general se da una expansión demográfica, un aumento de urbanización, comercio y manufactura que exigió el desarrollo agrario.
En este marco aparece un pensamiento de tipo progresista caracterizado por el racionalismo, la dominación de la naturaleza e individualismo que pone necesariamente al hombre en el centro de la escena, de la cual nacerían el nuevo orden burgués y capitalista que tendrían como lema la libertad, igualdad y a posterior la fraternidad.
Con excepción a Gran Bretaña, que había hecho su revolución en siglo XVII y algunos pequeños estados, las monarquías absolutas gobernaban en todos los países europeos. Estas monarquías absolutistas, incorporan las ideas de la ilustración para emprender unos programas de modernización económica, social y administrativo producto tanto de una necesidad como ya apreciado éxito internacional de Gran Bretaña. Podemos decir que aun predomina una sociedad divididas por estamentos heredada de la edad media con sus prácticas y relaciones feudales. De todos modos, nadie aun dudaba de la dependencia de los lazos con el señor feudal. De aquí se evidenciara un conflicto entre diferentes fuerzas, las de la nueva sociedad burguesa y las de la vieja sociedad o sea la nobleza, conflicto que no podrá resolverse sino fuera del orden existente.
A finales del siglo XVIII es la época de crisis para los viejos regímenes y sistemas políticos, sus últimas décadas son de revueltas y movimientos autonomistas. Este tendrá mayor lugar en Francia que es la más absoluta y despótica de las monarquías. En él la presión de la nobleza era doble ya que competía con la burguesía por los cargos oficiales y con el Estado porque socavaba los cimientos del mismo al apoderarse de la administración central y provincial. A su vez intentaban contrarrestar la merma de sus rentas exprimiendo más sus derechos feudales. El costo por haber apoyado la guerra por la independencia norteamericana y su consecuente deuda se llevaba la mitad del presupuesto de país y la mala relación de Luis XVI con la nobleza que no aprueba su reforma en el parlamento. En paralelo a esta situación en los 20 años anteriores a 1789 la situación de los campesinos empeoro por las malas cosechas que ocasionaron un alza en precios de trigo y una inflación que se traduciría en hambre.
Una muestra de esta tensión se da en la “Asamblea de notables” del año 1787, en un intento del rey Luis XVI de recuperar el mando del estado. Que fracasó por dos motivos: desconocer la profunda crisis y subestimar las intenciones de independencia del tercer estado.
En este contexto y de ahora en más comenzaría a jugar un fuerte papel la burguesía; ellos son un grupo con consenso en sus ideas con una ideología adquirida de los filósofos y economistas liberales y articulados por la francmasonería y otras organizaciones. En su comienzo la intención de estos era de igualarse a los nobles y permanecer con un rey bajo un Estado constitucional que diese ciertas libertades para la propiedad privada.
Ante este clima de crisis el rey convoca a los estados generales, un cuerpo integrado por que representa a los tres estados el cual se reunía excepcionalmente, en este el sistema de voto era estamental. Por lo que pesar de que el tercer estado reuniera la misma cantidad de representantes que nobleza y clero juntos estos dos últimos tendía a aliarse con lo cual el tercer estado siempre se vería desfavorecido. Al poco tiempo los miembros de tercer estado se reúnen en la “Asamblea nacional” con el fin de modificar la constitución. La burguesía no estaba sola contaba con el apoyo del campesinado y del trabajador pobre de la ciudad el cual estaba sometido tanto a los altos precios y como a un cese de trabajo, ambos fueron convencidos por la burguesía de liberarse de la opresión de los ricos, lo cual condujo a la toma de la Bastilla el 14 julio (cárcel del estado) con el fin de que el movimiento se apropie de armas, propagándose a distintas insurrecciones y dando así inicio a la revolución francesa.
La principal fuerza de choque de esta revolución era los Sans Culottes, que eran pobres trabajadores, pequeños empresarios y artesanos que combinaban el respeto a la pequeña propiedad con la más feroz hostilidad a los ricos.
Entre 1789- 1791 la burguesía moderada actuando a través de la Asamblea constituyente (continuación de la Asamblea nacional) y una vez lograda la reforma de la constitución lleva ahora adelante una reforma del Estado que aporto pocos beneficios a la plebe. La constitución evitaba los excesos democráticos con la instauración de una monarquía constitucional. La cual ahora el rey no solo era soberano por la gracia de dios sino también por la constitución.
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