La Ventana Del Muerto

LEYENDA

LA VENTANA DEL MUERTO

Lo que hoy es la casa de la cultura en el SIGLO XVI era el convento de las carmelitas

La antesacristía se llenó del fragante olor del rico sofomusco y de la dulce canela que, humeando exhalaba del espumoso chocolate que Fray Elías traía en dos profundas mancerinas rodeadas de suaves biscochos y doradas rosquillas de anís. Venía nuestro improvisado cocinero sosteniendo con ambas manos en una amplia charola la tan sabrosa parvedad asentando el paso y poniendo especial cuidado para conservar el equilibrio. Fray Jacinto, acuclillando tras de la mesa, esperaba con ancia el efecto de su tremenda diablura.

Cuando Fray Elías se acercó a la puerta le dijo “Andale hermano vengase a tomar su chocolate. De pronto Fray Elías contuvo la respiración verdosa palidez destiñó su rostro, sus ojos de abrieron como para salírsele de las órbitas, de sus manos dejó caer la charola y se cayó desmayado.

Temeroso de que el estrueno de la charola hubiera despertado a algunos de los hermanos, salió de su escondite y trató de auxiliar al desmayado, y convencerlo de que todo había sido más que una visión. Pero rompiendo la rigidez de la muerte ¡también el muerto avanzaba hacía él! Su corazón dejó de latir del pecho, el espantó iluminó su cara. Y sin pensar mas que en salir frentico corrió hacia la ventana con intenciones de saltar por ella al patio. El cadáver de Fray Melitón parado frente a ella adusto, amenazador, extendió su brazo y poniendo sobre el pecho del aloquecido novio aquella mano tan fría. Fray Jacinto no pudo más y dando un grito cayó desmayado.

Desde aquella terrible noche fue un modelo de seriedad y virtud y tanto que las crónicas del convento aseguraron que murio en olor de santidad.

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