La concepcion del hombre es algo que no está del todo definido

La concepción del hombre

La concepción del hombre es algo que no está del todo definido, ya que los seres humanos no hemos podido darle una definición concreta porque el hombre como tal puede definirse en distintos ámbitos, en cambio, se puede decir lo que es la esencia del hombre. Por estas razones no nos limitaremos aquí a una posible definición del hombre sino que trataremos de capitalizar diversos enfoques sobre la naturaleza humana que consideramos valiosos para su mejor comprensión, sin que esto implique la pretensión de haber agotado las posibilidades.

Nunca llegaremos a agotar la comprensión de la compleja naturaleza humana entre otras razones porque a medida que el hombre se va realizando históricamente en el tiempo, van develando nuevos aspectos de su ser.

Podemos tomar al hombre como un animal racional, como un animal político, como un ser que fabrica cosas, como un ser estético, como un ser religioso, y como un ser normal. A continuación entraremos más en detalle acerca de cada una de estas definiciones enla cual puede clasificarse al hombre.

En primer lugar, el hombre como un ser racional, es un concepto clásico, La capacidad para razonar no sólo señala una diferencia insalvable entre el hombre y los otros organismos dotados de vida, sino que además explica algunos rasgos fundamentales del comportamiento humano. Ser razonable en todo, es sin duda una norma de conducta de validez general y una meta ideal para todo ser humano.

El hombre como ser político, al ser capaz de ser justo y actuar con democracia, aunque muchas veces esto no suceda como debería.

El hombre es un ser que actúa sobre el medio, esto es, sobre la naturaleza y para ello fabrica cosas (utensilios, herramientas, instrumentos, máquinas, etc.) que le permiten operar sobre la realidad y transformarla para satisfacer sus necesidades, por eso se dice que el hombre es un ser que fabrica cosas.

El hombre a través del tiempo ha ido desarrollando su sentido de lo estético, no solo para consigo mismos, sino también del modo en el que percibe las cosas y difiere en lo que no es estético o de su agrado.

Con la idea de Dios como autor del universo ha surgido las grandes religiones de la humanidad que resultan una superación evidente de las religiones primitivas que contenían elementos tan poco aceptables como el fetichismo, el totemismo, los tabúes, las divinidades zoomórficas, los sacrificios humanos y otros.

Los hombres que profesan una religión no lo hacen como resultado de un razonamiento sobre la mayor verdad o bondad de tal religión. Pertenecen a una religión por haber nacido en ella, por haber sido educados en ella y permanecerán en ella mientras no tengan motivos de índole intelectual o emocional para abandonarla o para ingresar en otra.

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