La conquista

La conquista

El periodo al que llamamos “Conquista” abarca de 1519 a 1521 y comprende desde la llegada de Cortés a territorio maya hasta la caída de la gran Tenochtitlan. Para comprender el impacto general recordemos brevemente los antecedentes.

En la época anterior a la expedición de Cristóbal Colón al Nuevo Continente, España se veía sumergida en una crisis económica sin precedentes, la falta de oro y materias comerciables entre sus más cercanos vecinos aumentó la presión económica y política que ejercían Inglaterra y Francia (principalmente) sobre esta, pues fueron adquiriendo riquezas enormes del comercio con Asia. La necesidad de hallar nuevas rutas pasó a ser primordial. Las ideas nuevas, presentadas por científicos del Renacimiento hicieron sospechar a unos pocos que podía darse la vuelta al mundo navegando y llegar desde España hasta la India con sólo hacia el poniente, lo cual sería la creación de nuevas rutas comerciales libres de los peligros que las otras coronas suponían para los comerciantes. Así pues, gente con antecedentes penales o gente con deudas partieron con el permiso de la familia real, el papa y la promesa de encontrar riquezas y ser perdonados por los reyes de España.

Claro está que la expedición no llegó a su destino, pero se encontraron con una tierra muy rica en todo lo que se pudiera imaginar y también encontraron a los pobladores a quienes erróneamente llamaron “indios” (creyendo que se hallaban en la India). Poco tiempo pasó para que este error de creer que era la India fuera corregido. En estas tierras, los nativos los consideraban desde enviados de los dioses hasta dioses mismos.

Colón regresó a España con sus hombres con algunos pocos tesoros robados de los nativos de lo que sería más tarde la Nueva España. Cuando el Rey Carlos I escuchó las historias de Colón y sus tripulantes mandó expediciones cada vez más grandes: Primero a explorar, luego a comerciar y por último a colonizar.

La última zarpó de Cuba y llegó a Cozumel, donde unos pocos hombres se quedaron para explorar. Más adelante, Cortés bordeó la Península de Yucatán y finalmente logra desembarcar en el actual Puerto de Veracruz, desde donde inicia una campaña de conquista y saqueo, logrando así la victoria tres años más tarde, cuando Tenochtitlan y Tlatelolco caen y los españoles conquistadores comienzan a crear su colonia e instauran el poder de la Corona Española sobre el territorio ganado: una vastísima extensión de territorio fértil, rico en metales preciosos y sobretodo de los habitantes que había en ellos, de quienes obtendrían fuerza de trabajo más adelante.

Caída de Tenochtitlan

Después de tres años de batallas, de arrasar pueblos enteros y de convencer u obligar a los señores de la nobleza a traicionar política, militar y económicamente a Moctezuma, Hernán Cortés se abrió paso con sus hombres (unos pocos cientos de españoles y varias decenas de miles de “indígenas”) hasta las ciudades de Tenochtitlan y Tlatelolco, las más importantes ciudades del poder azteca, donde se propuso tomar ambas para acabar con la guerra y tener poder sobre todos sus territorios y pobladores al igual que sus riquezas.

Al llegar a la ciudad de Tenochtitlan reparte hombres por los cuatro accesos a la ciudad: las cuatro calzadas orientadas según los puntos cardinales. Así, cortaba la capacidad de comerciar y recibir tributos, así como apoyo militar y también impedía una respuesta militar efectiva.

Cortés mandó a destruir los accesos de agua potable que acarreaba agua desde Xochimilco y que suministraba agua a toda la ciudad para obligarlos a salir y rendirse, cosa que Cuauhtémoc, el último tlatoani negó hacer, pues se empeñaría en defender su ciudad “hasta no poder pelear más”.

El asedio a ambas ciudades duró aproximadamente 75 días en los que los aztecas intentaban persuadir a los españoles de seguir ahí lanzando cabezas de prisioneros o enviándolas con los tlaxcaltecas, quienes apoyaban a Cortés. Durante esos 75 días, los habitantes de Tenochtitlan intentaron salir y combatir, por lo que perdieron muchos hombres. También intentaron salir en canoas por alimentos y agua e igual intentar luchar, pero los bergantines los obligaban a retirarse, pues no había

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