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La crisis de 1929


Enviado por   •  9 de Diciembre de 2011  •  Monografía  •  4.259 Palabras (18 Páginas)  •  625 Visitas

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La crisis de 1929

El año de 1927, las exportaciones agrícolas aunque no alcanzaban los niveles de 1919, constituían una cifra considerable dentro de la globalidad de los ingresos de la economía venezolana. Sin embargo, en el año de 1928 se produce una baja del 20%, circunstancia que generó una situación crítica de los terratenientes que apenas alcanzaban a cubrir los costos de producción.(Fuenmayor, II, 1976: 156)

El gobierno gomecista, para no darles excusa a las manifestaciones sociales que se presentaron ese año, decide el establecimiento del Banco Agrícola (1928), con la finalidad de soportar a los productores agrícolas y evitar que la crisis de este sector fuera utilizada como bandera política por los sectores de oposición, en especial los universitarios. Sin embargo, "Fueron pocos los agricultores y ganaderos que, sin tener el padrinazgo del General Gómez, obtuvieron crédito en ese instituto. En todo caso, la política de dicho Instituto no fue la de estimular la renovación de la tecnología y la modernización de los métodos de cultivo y procesamiento de los productos de la agricultura y la ganadería venezolana. Nada para prepararse para enfrentar los problemas que se estaban presentando con motivo del impacto del petróleo en toda la economía venezolana, sino que sencillamente el Banco se limitó a otorgar hipotecas a los solicitantes" (Carrillo, 73; 1992: XLVII)

Más que las medidas adoptadas, la situación internacional favoreció al régimen, y al bajón de 1928, siguió un incremento considerable en 1929, sólo superado por el de 1919, situación que suele ser común a los prolegómenos de toda crisis, pero que nadie pensó nunca estaba por venir. El país recibió casi 134 millones de bolívares en razón de las exportaciones de café, cantidad que cuadruplicaba lo recibido en 1909. Sin embargo, esa cantidad, respecto de la totalidad de los ingresos del país, no representaba ni un cuarto, lo cual permite medir la disminución de la importancia del café como rubro fundamental (Sullivan, 1976: 254).

El impulso económico de comienzos del año 1929 se ve reflejado en la prensa de la época. Las ediciones de El Universal de enero de ese año, dan noticia de la llegada a Caracas de una misión polaca, integrada por el doctor Casimir Radwan de Praglowski y el conde Alejandro de Ongonezyk-Wiesiolowski, con la intención de estrechar las relaciones culturales y comerciales entre Polonia y Venezuela (Molina, 1984: 84)

El mismo diario en las ediciones correspondientes al mes señalado reseña la llegada de una misión francesa encabezada por el exdiputado y oficial de la Legión de Honor, señor Paúl Bellamy. Coincidiendo con las anteriores se toma noticia de una misión norteamericana integrada por Mr. Erick King, Jefe de la División de Especialidades, y Mr. Edward Pickard, Jefe de la División de Textiles, lo cual pone de relieve la intención de los norteamericanos de no dejarse aventajar por los europeos (Molina, 1984: 84-85).

Venezuela es apreciada internacionalmente como el territorio de las oportunidades.

Sin embargo, el desencanto no tardaría en llegar. En el año 1930 presenciamos un desplome de la economía agrícola venezolana con sus secuelas: crecimiento desmedido del desempleo, como consecuencia de la ruina de los cosecheros, la merma de los salarios y por supuesto la reducción de los ingresos públicos.(Fuenmayor, II, 1976: 156).

Haciendo un balance se puede afirmar que:

"El año de 1929 no será malo para la exportaciones de café y cacao, las cuales en valor alcanzaron 185 millones de bolívares superando la baja que había ocurrido en 1928 pero en 1930 vendrá la debacle cuando bajaron estos rubros a 128 millones de bolívares, trayendo la ruina a muchos agricultores, junto con una baja generalizada en los salarios y en el nivel de empleo" (Esteves, 1995: 185)

Se iniciaban para Venezuela los efectos de la Gran Depresión, que coincide con los últimos cinco años del gobierno de Juan Vicente Gómez. Como es sabido, "... los efectos de la crisis se transmiten con cierto retardo en el resto del mundo, en el año 1929 prácticamente no se sintieron estos efectos en Venezuela. Empiezan a sentirse en el año 1930, más en 1931..." (Carrillo, 73, 1992: CII)

No obstante, la magnitud del cataclismo que parecía caer sobre Venezuela, su intensidad no fue tal en virtud nuevamente de la exportación petrolera. En 1929 alcanza la cifra más elevada conocida hasta la fecha, cantidad que a pesar de los vaivenes de los años posteriores hasta 1935, seguirá incrementándose (Rodríguez Gallad; 1985: 82).

"La acelerada expansión de las operaciones petroleras entre 1917 y 1936, apenas disminuida en los primeros años de la gran depresión, se explica por las excepcionales condiciones de Venezuela para la explotación del mencionado recurso por las compañías extranjeras, de modo tal que la reproductividad del capital ha debido alcanzar entre 1925 y 1936 un 50% o más; esto significa que cada dos años revertía al capital extranjero la totalidad de la inversión" (Maza, 1989: 165)

Continua diciendo Maza Zavala:

"El producto petrolero representaba para ese año (1930) el 33% del producto total del país, contra 21% de la agricultura, 16% de la industria, el artesanado y la construcción y 30% de los servicios. Si restringimos el concepto a la producción material (bienes únicamente), el producto petrolero significaba el 47% contra 30% de la agricultura y el 23% de las industrias manufactureras y el artesanado. Estas proporciones indican que para 1930 el sector económico principal del país era la explotación de petróleo..." (Maza; 1989: 147-148)

Ese mismo año Gumersindo Torres reasume el ministerio de fomento y se empeña en la aprobación del reglamento de la Ley de Hidrocarburos, con la finalidad de garantizar un seguimiento más cercano de la actuación de las compañías extranjeras. Su aprobación no fue pacífica y la oposición de las concesionarias llevó a la destitución de Torres y por supuesto a la desaplicación del reglamento. La repetición de episodios como el descrito ha llevado a muchos autores a afirmar que "...el interés de las compañías terminaba imponiéndose sobre las propias conveniencias nacionales y quedaba así de manifiesto que durante gran tiempo del régimen gomecista las empresas petroleras ejercían el poder, mientras que el caudillo rehabilitador apenas controlaba el Gobierno" (Rodríguez Gallad; 1985: 83).

A pesar de lo expuesto, no podemos sobreestimar el papel jugado por el petróleo en aquellos momentos. Venezuela estaba en una posición de ventaja respecto de

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