La cultura mexica

Mexica, el pueblo que se negó a morir
Amo nijneki xitlanejneuilikaj kej na, san nijneki xitlanejneuilikaj.
(Yo no quiero que piensen del mismo modo que yo, solo quiero que piensen)

México, un país ubicado en el norte de América, es un país con mucha trascendencia en su historia, cultura, y polémico, tan polémico que hablar de como es puede ser desde el simple estereotipo mal hecho de una persona morena, con bigote, con un sombrero charro, alcohólico, flojo mientras duerme en un desierto, otros pueden decir que es el país del narcotráfico, otros donde se celebra a los muertos y hasta otros el lugar de la fiesta y el tequila, pero si le preguntas a un individuo con una identidad nativa te dirá que es un lugar mágico, tan mágico que existen 68 lenguas, 68 cosmovisiones, 68 costumbres, 68 tradiciones y 68 identidades en toda la república de norte a sur y de este a oeste

Hablar de 68 cosmovisiones tomaría toda la vida hablar de ellos, por lo que solo nos enfocaremos en una que ha marcado mi identidad desde el día en que nací hasta mis días actuales, y esa es la Mexica

Según la UNAM dice: La cultura mexica fue junto con la llegada de los españoles la cultura dominante del posclásico mesoamericano (900-1521 d.C.). Los mexicas controlaban desde la ciudad de México-Tenochtitlán a los pueblos del centro de Mesoamérica. Construyeron una sociedad imperialista con rasgos políticos, económicos, sociales y culturales que, en ciertos aspectos y a pesar de la conquista española, han perdurado durante la etapa colonial y el México contemporáneo en forma de palabras, ideas, símbolos, costumbres, tradiciones y también características étnicas.

La trascendencia de la cultura mexica me obliga a conocer a profundidad varios aspectos sobre mi identidad como lo son:

Nombre
La UNAM dice que Tenoch (1299-1363, en náhuatl el nombre significa ‘Tuna de piedra’), fue un sacerdote azteca quien da inicio la etapa de Huey tlatoanis (“El gran orador'') mexicas. Tenoch se desempeña valerosamente durante la migración y alcanza el máximo grado de guerrero para un sacerdote, el de Huitznahuatl. Gracias a él se pudo fundar la ciudad que Huitzilopóchtli le dió a los aztecas en el lago de Texcoco y poder así fundar la gran México-Tenochtitlan.

El simple hecho de que mis padres me hayan nombrado Tenoch, me hace sentir un gran respeto y veneración, tal vez ese fue el primer indicio hacía mi identidad mexica, ya que yo siempre me preguntaba ¿Por qué mi nombre es tan raro como el de Tenoch y no me pusieron un nombre común?
En la etapa de mi primaria fui motivo de burla por mi nombre, ya que mis compañeros confundían que Tenoch fue quien le “quemaron los pies”, siendo que fue Cuauhtémoc, la maestra en tono burlón me decía “Tenoc”, en los libros de historia cuando mencionaban “Tenochtitlán” se me quedaban mirando y finalmente la mayoría de la gente no sabía distinguir Tenoch que Tenochtitlán, por lo que me apodaban “Titlán”
A este paso me avergonzaba un poco tener ese nombre, por lo que me quería llamar Fabián o de otro nombre común

La escuela y mi relación con los mexicas
Según la secretaría de la CDMX un calmecac es: La escuela de los hijos de los nobles mexicas de México-Tenochtitlan. Se les entrenaba para ser sacerdotes, guerreros de la élite, jueces, maestros o gobernantes, además de conseguir educarlos en historia, astronomía y otras ciencias, la medición del tiempo, música y filosofía, religión, hábitos de limpieza, cuestiones de economía y gobierno, y sobre todo, disciplina y valores morales.

Con el paso del tiempo, cuando iba en 3ero de primaria nos introdujeron la “conquista de México”, a grandes escalas no sabía de mucho el contexto, por lo que la inspiración a las culturas fue mi padre, ya que él tiene varias revistas sobre arqueología y conocimiento de las culturas del país, me llamó mucho la atención, porque así pude conocer a la cultura Maya, Zapoteca, Mixteca, Olmeca y la Mexica, por su puesto, esto llamó mi atención a querer investigar más allá de las clases y querer estudiar arqueología

Todo ocurrió cuando mi último maestro de primaria nos enseñó un poema con la lengua náhuatl por Nezahualcóyotl, nadie mostraba interés más que yo, por lo que me propuso decírselo a toda la comunidad estudiantil en los honores a la bandera. Ese día algo cambió dentro de mí y poco a poco me interesé en estudiar náhuatl

En la etapa de secundaria recuerdo que en 1ero una maestra se burló de un compañero de su peinado comparándolo con el “Penacho” de Motecuhzoma, todos se rieron, en 2do hice una excursión a Teotihuacán y a Chapingo, cosa que me marcó al ver la pirámide del sol, de la luna y de Quetzalcóatl, en 3ro entré a un concurso de oratoria hablando en náhuatl y el 12 de Octubre me volví a caracterizar como Nezahualcóyotl y a participar en una danza que ofrecieron un grupo de danzantes, aunque no sabía nada de eso, me llamó mucho la atención de la manera de “bailar”, de su meditación y cómo iba más allá de portar ciertos atuendos de plumas

Mi separación con los mexicas
La danza se puede deducir para la RAE como: Un arte que se basa en la expresión corporal, generalmente acompañada de música. Es una de las formas de expresión más ancestrales del ser humano que puede tener fines artísticos, de entretenimiento o religiosos.

La danza marcaría un antes y un después, ya que en el lugar donde vivo se instauró un calpulli mexica, yo no entendía el por que tocaban un caracol, se ponía una ofrenda, se hacían cantos o porque “Bailaban” tan raro
Al ver críticas de mis allegados y el inicio de la pandemia, marcaría una separación entre los mexicas y yo, no podría ir a las ceremonias porque tenía miedo, y me convertí en un enemigo de ellos, ya que dejé de interesarme de la cultura, quise cumplir expectativas de los demás y me sentía tan vacío por dentro
Ahora ya no quería estudiar Arqueología, quería ser físico, ya no quería vivir en México, quería irme a Japón, dejé de hablar náhuatl y mejoré mi inglés y sobre todo no me importaba ya si un personaje de gran importancia se llamaba igual que yo.
Todo cambiaría al entrar al CCH, ya que tomé un curso de glifos aztecas y aprendí a dibujarlos así como cuando una maestra nos exhortó a hacer una ofrenda por el día de muertos
Yo con un poco interés propuse el hacer una ofrenda con temática prehispánica, sin embargo, al haber perdido el conocimiento, tuve que ir con los que algún día llamé “Enemigos”

Mi reconciliación con los mexicas

Al ver mi miedo, y vergüenza tuve que volver a donde algún día fuí a compartir la cosmovisión mexica, por consiguiente, las personas me recibieron de una manera tan atenta, sin rencor, ni enojos o represalias que me prestaron los materiales para mi ofrenda. Al poner la ofrenda sentí que mi vida se volvía a tornar de otra forma, y como muestra de agradecimiento volvería solo a una ceremonía que ofrecía mi allegado.
Dentro de mí surgió la investigación y fue cuando mi vida cobró sentido.

Mi confusión con los mexicas
Al momento de investigar un poco del legado histórico, me percaté que la escuela académica no trataba de explicar bien las cosas sobre México, ya que en mi aventura pude encontrar a personas nativas como Xokonostletl Gómora, Ocelocóatl Ramírez y dos autores que son Miguel León Portilla y a mi maestro Eduardo Monroy quienes hablan de lo que es ser un verdadero mexica.

Xokonoschtletl es un maestro que ha viajado por toda europa, para pelear por recuperar el mal llamado “Penacho” de Moctezuma, ha hecho huelgas en Viena así como en el Vaticano, ya que reveló que ahí se encuentran muchas cosas no solo mexicas, mayas, zapotecas, mixtecas etc, que no quiere devolver el Vaticano

Por otra parte Ocelocoatl Ramírez es un temachtiani “El que enseña hablando” quién está en contra de que no se enseñe la parte oral y muchas veces el gobierno verdaderamente discrimine a los pueblos originarios, es una persona culta que sabe la danza, la medicina, el canto, la filosofía y la historia dentro de los mexicas

Finalmente Miguel León Portilla fue un filósofo e historiador mexicano, experto en la materia del pensamiento de la cultura náhuatl, recopilador de muchos datos como códices o amoxtlis, autor de la visión de los vencidos e iniciador del nuevo movimiento llamado la Toltecayotl

Eduardo Monroy es mi maestro, amigo y hermano quien suele compartir documentos ya sea amoxtlis, códices o libros dedicados a esta bonita cosmovisión, es quien me ha acercado, guiado y retroalimentado cada significado sobre las cosas en el pensamiento mexica

Resulta que se abre una gran confusión ya que Instituciones como la SEP e inclusive la UNAM, institución donde estudió León Portilla, se basan en lo que dejaron los españoles, los españoles al ver ese choque cultural no sabían lo que los mexicas trataron de plasmar en sus piedras, códices, amoxtlis, vasijas, etc, por lo que ellos aplicaron un poco de su ideología judeo-cristiana y a eso se le conoce como una interpretación que es más que nada explicar acciones, dichos o sucesos que pueden ser entendidos de diferentes modos, a diferencia de una traducción que es expresar en una lengua lo que está escrito o se ha expresado antes en otra.
Ejemplos de interpretaciones pueden ser los “sacrificios humanos”, “la antropofagia”, la mitología entre otras cosas, por lo que ¿A quién estamos apoyando realmente? ¿A España o a los pueblos originarios?

Ese día cambié, me sentí como si me hubieran quitado la venda de mis ojos, y  veintena tras veintena nunca dejé de ir, ahora quería volver a estudiar arqueología, quería quedarme en México, no me importaba lo que dijeran los demás y quiero luchar hasta morir por mi país.
Gracias a internet pude conocer la piedra del sol, a quetzalcóatl, la historia de la danza, códices, sitios arqueológicos, entre otras cosas por parte de la cosmovisión mexica
Con el paso de los meses he adquirido mi verdadera identidad y de lo que soy verdaderamente un anahuaka

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