La economía española en el siglo XX

La economía española durante el siglo XX ha distado de los países más pujantes del resto de Europa. Ha existido mucha convergencia, hubo etapas donde nuestra economía se acercaba a la media europea seguida de etapas donde nos hemos alejado. Las causas de estas irregularidades fueron varias: los sistemas políticos; durante casi la mitad del siglo XX España estuvo bajo el régimen dictatorial de Primo de Rivera y Franco, lo que dificutaron las posibilidades de desarrollo. También la educación, que se traduce en la formación de capital humano presesntó en nuestro país diferencias fundamentales con los países más desarrollados.

A pesar de estos atrasos, la economía española del siglo XX puede definirse como un período de crecimiento y recupereación relativa. Este crecimiento cambió la estructura económica, modificando la importancia de los diferentes sectores; desciende la agricultura ganando puestos la industricia y el sector servicios. A lo largo del siglo, el tejido industrial creció, se diversificó y se extendió por diversas zonas geográficas.

La evolución de la economía ha ido acompañada de procesos de ajuste social: desempleo, emigración hacia las ciudades o extranjero y en general el deterioro del nivel de vida de alguna gente. También ha ido acompañada de un deterioro ambiental importante: desestructuración del territorio, deforestación, erosión del suelo, desertificación de algunas zonas.

La economía española del siglo XX creció en tres etapas: la primera hasta la Guerra Civil, una segunda etapa hasta mediados de los años cincuenta, y la última a partir de los años cincuenta. El Plan de Estabilización de 1959 permitió que España se reintegrase en la economía internacional.

En resumen, España ha luchado mucho para convertirse en un país importante dentro de la Unión Europea, y todo lo que se ha conseguido hasta hoy es el resultado de un gran  esfuerzo que se ha hecho a lo largo de la historia.

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