La educación para los indígenas en el siglo XX
Enviado por HEIDYGERMAN • 22 de Marzo de 2013 • Monografía • 2.923 Palabras (12 Páginas) • 770 Visitas
INTRODUCCION
1.1 La educación para los indígenas en el siglo XX
1.2 Campaña de alfabetización
2.1 El indigenismo institución
2.2 La educación para indígenas en su dimensión bilingüe
2.3 La educación indígena en su dimensión bicural
3.1 La interculturalidad en la escuela publica
3.2 Del currículo nacional al indígena
CONCLUSION…………………………………………………………………………..9
INTRODUCCION
La educación es base fundamental para todo ser humano y más si tomamos en cuenta que tenemos el derecho de estudiar y que nuestra cultura y lengua sea respetada, las políticas indigenistas y los sistemas educativos, ya que influyeron en la educación de los pueblos indígenas, siempre discriminando y haciendo a un lado a los indígenas.
Si bien es cierto que hubo otros precursores que pelearon e impulsaron la educación bicultural bilingüe en el siglo pasado, y que de una u otra manera lucharon para que hoy en día se hable de una educación intercultural bilingüe, es importante reflexionar en el pasado histórico y que esto nos ayudara a mejorar la educación de nuestros niños
Actualmente a las personas indígenas se les discrimina simplemente por su manera de vestir, hablar, costumbres que tienen, incluso se les considera que son inferiores, si alguien de la comunidad se llega a enfermar, rara vez acuden a los hospitales, por que los simples doctores las discriminan, se les da prioridad a las demás personas que a la gente indígena.
1.1 La educación para los indígenas en el siglo XX
Al crearse la Secretaría de Educación Pública (SEP), en 1921, su fundador, José Vasconcelos, y algunos de los pedagogos más conspicuos, como Rafael Ramírez, pensaron que lo que había que
Hacer era simplemente llevar “alfabeto, pan y jabón” a las zonas indígenas, castellanizar, distribuir
libros y predicar el amor a la cultura y a las bellas artes, para despertar el ansia de saber que transformaría a niños y jóvenes “primitivos” en adultos “civilizados”. Sin embargo, el antropólogo Manuel Gamio y varios maestros por él influidos —como Enrique Corona Morfín y José Gálvez— argüían que era necesario planear los contenidos educativos, con base en investigaciones regionales, de tal manera que fueran aceptados sin violencia por niños que poseían una cultura diferente de la nacional. Así, para lograr una pedagogía específicamente dirigida a los grupos étnicos, se ensayaron varias estrategias. Una fue la creación de internados indígenas; el primero de ellos fue la Casa del Estudiante Indígena, que funcionó en la ciudad de México desde 1925 hasta 1932; luego se fundaron establecimientos similares —que llegaron a 33 al fin del sexenio cardenista— en otras zonas de la república. La finalidad de tales internados era preparar intensivamente jóvenes indígenas, seleccionados con cuidado, para que luego se convirtieran en maestros y promotores bilingües que implantaran, gradualmente y sin conflictos, la modernización y la mexicanidad dentro de sus propias comunidades de origen.
Otra estrategia importante, que obedecía a las ideas de Gamio, consistió en fundar centros de desarrollo integral en regiones indígenas, que investigaran las condiciones locales, formularan diagnósticos, emprendieran programas públicos y apoyaran la labor educativa. En 1932, Moisés Sáenz, antropólogo y pedagogo, puso en marcha uno de estos centros —la Estación Experimental de Carapan— en la Cañada de los Once Pueblos, Michoacán, que trataba de “integrar a los indígenas desde abajo”, con la participación de los propios sujetos de la acción indigenista. El experimento de la Cañada fracasó por pleitos con los caciques locales, pero sentó las bases para acciones posteriores.
El propio Sáenz fue responsable de otra estrategia importante: la alfabetización en lengua indígena, como preludio de la castellanización. En 1927, siendo subsecretario de Educación, se había dado cuenta, en sus visitas a escuelas rurales, de las barreras de incomunicación lingüística entre los maestros mestizos y los niños indios, y de que la mayoría de los niños transitaban por las aulas sin aprender prácticamente nada.
Cuando en 1948 se creó como organismo autónomo de la SEP el Instituto Nacional Indigenista (INI), adoptó precisamente estas estrategias: formación de maestros y promotores bilingües, acción regional integral a partir de Centros Coordinadores Indigenistas, y educación bilingüe. Con
todo, los resultados no siempre iban siendo los esperados. Una descripción que hace la antropóloga Calixta Guiteras Holmes de la educación en San Pedro Chenalhó, Chiapas, a principios
de la década de 1950, resulta sintomática.
1.2 Campaña de alfabetización
La creación del Ministerio de Instrucción Pública en el año 1900, encargándose el Estado de pagar el salario de los maestros.
Al ser modificada la constitución política, hubo un cambio en la educación ya que sería socialista, esto provoco disturbios en la política.
Con la proclamación de la Segunda República, en 1931, se hace una apuesta clara por la escuela pública y laica.
Esta es una de las acciones más importantes del régimen de Manuel Ávila Camacho. La Campaña, aprobada como ley de emergencia, es puesta en marcha por el Secretario de Educación, Jaime Torres Bodet. Su objetivo es abatir el alto índice de analfabetismo y la marcada carencia de escuelas y maestros en el país; al efecto, serán editadas cartillas especiales para la instrucción de indígenas analfabetos; además, la Secretaría de Educación Pública establecerá el Instituto de Alfabetización en Lenguas Indígenas.
Lo importante de esta Ley, es que concibe a la educación como medio para aminorar la desigualdad social, mediante la apertura de nuevas alternativas por la difusión de nuevos valores que contribuyan a superar atavismos, creencias tradicionalistas y sentidos mágicos de la vida; además, se le reconoce como fundamental en la consecución de los principios democráticos del país. En consecuencia, el alcance de sus planteamientos va más allá del simple carácter democratizador de la educación, tiene que ver con los valores, convicciones, compromisos, recursos y agentes sociales, que la sociedad propicia para garantizar y ampliar la vida democrática del régimen. Pero como se entiende que la democracia no es sólo un valor político y un propósito que se obtenga sólo con el ejercicio partidario y con el gobierno, sino que debe alcanzarse igualmente y de manera muy directa en la
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