La realidad palpable

Basados en la realidad palpable de que las cosas han cambiado, muchas preocupaciones del pasado han desaparecido y muchas otras han surgido de nuevo, es posible intuir que el cambio es necesario y que el conglomerado de pautas dictadas en una época cronológica determinada pueden parecer posteriormente arcaicas, simples y descontinuadas; aun cuando en su tiempo hayan aparecido como salvavidas de múltiples procesos perjudiciales.

Aunque el país ha mejorado en muchos aspectos fundamentales, continúa vigente la violación de los derechos humanos y todavía existe la desigualdad social; problemáticas que se han intentado erradicar pero que cuando se cree haber vencido resurgen con más fuerza. Hay que tener en cuenta que la problemática nacional va mucho más allá del conflicto armado, del hambre y de la miseria y que por ende una solución que sólo intente resolver uno de estos ítems va a ser simple y llanamente un "intento" desesperado por obtener una salvación parcial y efímera que nos dejará nuevamente en el mismo sitio. El problema colombiano es político, colectivo y moral, por eso quedan en el aire infinidad de interrogantes acerca de sus alternativas de solución; entre ellos muchas de los que como ciudadanos preocupados por el bienestar propio y el de nuestros semejantes nos competen. ¿Será la constitución nacional la fórmula mágica para acabar con todos los problemas?

Con la Constitución de 1991, hasta ahora ha sucedido lo mismo que con las constituciones y reformas anteriores: Surge en medio de una grave crisis nacional y se espera de ella la solución mágica a los diversos problemas que afronta el país; La década de los años ochenta, como todos los momentos históricos que precedieron la proclamación de una nueva constitución, fue catalogada como una década de crisis nacional, que estuvo marcada por el fortalecimiento de la guerrilla, luego de que se rompieran los diálogos de paz iniciados en el gobierno de Belisario Betancourt, la guerra del narcotráfico en contra del Estado, el accionar de grupos paramilitares, la violencia política y la falta de espacios democráticos para la participación ciudadana como efectos reales de poder que el pueblo interviniera en las decisiones de su país así mismo como eligieron a sus representantes frente a cada uno de los cargos generales en el país.

hay es en donde se empieza a debatir quienes son los que verdaderamente poseen Los factores reales de poder que siempre han existido y existirán en toda sociedad humana, pero su mayor radicación se concentra en manos de un gobierno eficaz y equitativo que soporte una equidad para todos sus ciudadanos, o una guerra de violencia desatada del mismo a causa de una contestataria al mismo estado por su forma de gobierno, o por sus representantes en el gobierno, o si es tan solo un ciclo de marginación consumista en cuanto a factores como el narcotráfico, los factores reales de poder que rigen en el seno de cada sociedad son una fuerza activa y eficaz que informa todas las leyes e instituciones jurídicas de la sociedad en cuestión, haciendo que no puedan ser. La experiencia histórica nos revela el hecho de factores dados en la Constitución real y teleológica de las sociedades humanas como elementos condicionantes del derecho, en la inteligencia de que el predominio de una clase social y económica determinada, en un momento cierto de la vida de un país, es causa primordial de la ideológica que presente la Constitución jurídico-positiva de un Estado específico. “vean en el orden constitucional y legal un proyecto colectivo de vida, dotado de sentido y valor y no simplemente retórica jurídica, pues deben considerar sus instituciones políticas como fruto de un acuerdo democrático y no de una imposición extraña”

Con la Constitución de 1991, hasta ahora ha sucedido lo mismo que con las constituciones y reformas anteriores: Surge en medio de una grave crisis nacional y se espera de ella la solución mágica a los diversos

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