Las Alegorias y Parodias de un programa

   En la historia Argentina sucedieron muchos sucesos que dejaron una huella. El gobierno de Rosas, el gobierno de Juan Domingo Perón y, su esposa, Eva Duarte de Perón y la Dictadura del 76´, entre otros. En este texto desarrollaremos estos momentos a través del “Matadero”, “la Refalosa”, “Maestras Argentinas”, “la Malasangre”, “la Carta Abierta a la Junta Militar”, “Esa Mujer”, “Ella”, “Cabecita Negra”, “la Fiesta del Monstruo”  y “Eva Perón en la literatura: cuerpo deshumanizado, mitificado y politizado”.

   En nuestra historia tuvimos muchos mandatarios polémicos, entre ellos se encuentra Juan Manuel de Rosas, el llamado Restaurador. Él  llego a la argentina a gobernar en tiempos difíciles y gracias a su autoritarismo desmedido progresó, de algún modo. Pero ¿era necesaria tanta violencia?, como nos cuenta “el Matadero” había una rivalidad sin fin entre Unitarios y Federales.  Rosas era un federal muy amado por sus seguidores, “¡Viva la Federación! ¡Viva el Restaurador!”. “El Matadero” es una alegoría que realiza una crítica, escondida por metáforas, al gobierno de Rosas. En principio, el cuento se lo puede ubicar en Buenos Aires, en tiempos de cuaresma en el cual se prohíbe el consumo de carne “la iglesia adoptando el precepto de Epitecto, sustine abstine ordena la vigilia y abstinencia de los estómagos fieles, a causa de que la carne es pecaminosa”. En el matadero la gente convive en un espacio de barbarie donde se mezclan la diversión y la violencia “probemos – dijo Matasiete y empezó sonriendo a pasar el filo de su daga por la garganta del caído, mientras con la rodilla izquierda le comprimía el pecho”. Echeverría busca hacer crítica a la violencia que ejercían los federales en la realidad. Quiere demostrar que el gobierno de Rosas y la Iglesia manipulaban al pueblo a través del miedo y la animalización de los Unitarios “¡Ay vosotros unitarios impíos que os mofáis de la iglesia, de los santos!”.                                                                                                                                                                                                                                          La violencia de los federales se refleja en “la Refalosa”. Este poema esta explícito en “el Matadero” cuando matan a un Unitario y se escuchan los violines sonar. Este poema es la amenaza de un mazorquero a un Unitario “escucha y no te asustes que para ustedes es canto más triste que viernes santo Unitario que agarramos lo estiramos o paradito nomas lo agarran los compañeros por supuesto, mazorqueros y ligao con maniador dolado ya queda coco con todo y desnudito ante todo ¡Salvajón!”.                                                                                                            Por otra parte, “Maestras Argentinas” es una parodia de “el Matadero”. Esto es así, ya que, el relato transcurre durante el gobierno de Rosas y el espacio es “el Matadero”, que de día cumple la función de matadero y de noche funciona una escuela. Allí, asisten chicos que no son tan chicos “Y los chicos, como ella los denominaba, eran ya gente grande, puesteros de los corrales, matarifes, carreros cachapeceros, pero muy especialmente, federales”  que tienen comportamientos violentos “escriben con trozos de ladrillos o pedazos de tripa gorda” “habían degollado a un negro por robarse una goma de borrar” “el joven unitario con las patillas en U. Lo han degollado”. Con esto se intentan dar más ejemplos de la violencia a la que estaban acostumbradas los federales.  “Maestras Argentinas” también se relaciona con “la Refalosa”, ya que, además de demostrar la violencia de los federales, también hace una mención directa del mismo “escucha un violín y se estremece. Son los sones de la refalosa”.                                                         “El Matadero”, “la Refalosa” y “Maestras Argentinas” se relacionan entre sí, ya que, las tres intentan evidenciar la violencia que había durante el gobierno de Rosas.

   Otros mandatarios muy recordados y amados (no por todos) en la historia Argentina fueron Juan Domingo Perón y Eva Duarte de Perón. Estos gobernaron la Argentina de una forma diferente, ellos beneficiaron y ayudaron a la clase obrera. Pero esto no fue visto por las clases altas, ya que, al tener derechos los trabajadores, ellos se perjudicaban porque tenían que otórgales derechos que nunca antes tuvieron.  La figura más despreciada por estos fue Evita, la esposa de Perón, por sus múltiples actos benéficos, apoyo a la clase obrera, por pelear por los derechos de la mujer, etc. Ella murió de cáncer y gran parte del pueblo argentino sufrió por ello y la recuerda hasta el día de hoy. Su cuerpo fue embalsamado y secuestrado.                                                   La imagen de Eva y el gobierno peronista se muestran en diferentes relatos. Primero, en “Esa Mujer”. Esta es una alegoría, ya que, a través de metáforas ocultas, habla del secuestro del cuerpo de Eva y su traslado a otro país “Esa mujer. Estaba muerta en el ataúd y parecía una virgen. La piel se le había vuelto transparente. Se veían las metástasis del cáncer, como esos dibujitos que uno hace en la ventanilla mojada”. Aquí se evidencia una charla entre un entrevistador y un que conoce el paradero  del cuerpo de Eva. El coronel explica cómo fue que cuando lo sacaron “pero esa mujer estaba desnuda. Tuve que taparle el monte de Venus, le puse una mortaja y el cinturón franciscano”  y cuando le cortaron el dedo de la mano “le cortamos un dedo. -¿era necesario? - tantito así. Para identificarla”.                                                         Segundo, “Ella”. Este relato es una alegoría, ya que, a través de distintas metáforas, realiza una crítica al gobierno peronista, a la iglesia y al embalsamiento de Eva. Aquí cuentan los momentos cuando Evita murió “cuando al fin Ella murió, rematando las esperanzas y deseos, estábamos a fin de julio, una fecha de abundantes crueldades”.  Se relaciona con “Esa Mujer”, ya que, en ninguno de los dos cuentos Eva y Perón son mencionados, en su lugar se usa Ella o Esa Mujer  y Él, respectivamente. Además, ambos hacen una crítica al gobierno peronista, en “Esa Mujer” el coronel les puso el apodo de roñosos y en “Ella” dicen que los peronistas viven en cuevas.                                                                                                       Tercero, “Cabecita Negra”. Este relato es una parodia de “Casa Tomada”, cuento de Julio Cortázar, ya que, este último expresa fantásticamente esa angustiosa sensación de invasión que el cabecita negra provoca en la clase media. Además, es una alegoría del peronismo, porque, la clase media alta sentía como el sentimiento peronista se iba propagando por todos lados e iban invadiendo las mentes de los trabajadores explicándoles que ellos también tienen derechos y culminó con la Revolución Libertadora del 55´ “la chusma, dijo para tranquilizarse, hay que aplastarlos, aplastarlos, dijo para tranquilizarse. La fuerza pública, dijo, tenemos toda la fuerza pública y el derecho”. En “Cabecita Negra” se cuenta la historia del Sr. Lanari. Este es una persona de clase media que su casa es invadida por la chusma “todo estaba al revés. Esa china que podía ser su sirvienta en su cama y ese hombre que ni siquiera sabía a ciencia cierta si era policía, ahí, tomando su coñac. La casa estaba tomada”.                                                                                                                  Cuarto, la “Fiesta del Monstruo”. Este relato es una parodia de la marcha peronista del 17 de octubre. El monstruo es representado por Perón y los invitados de la fiesta son los peronistas “No pensaba más que en el Monstruo y al otro día lo vería sonreírse y hablar como el gran laburante argentino que es”. Cuando los personajes estaban llegando a su destino se encuentran con un estudiante judío al que obligan a saludar al retrato del Monstruo. El estudiante se niega y el grupo lo asesina impunemente a pedradas “Era un miserable cuatro ojos, sin la musculatura del deportivo. El pelo era colorado, los libros bajo el brazo y de estudio. Se registró como un distraído que cuasi se lleva por delante a nuestro abanderado, Spátola. Bonfirraro, que es el chinche de los detalles, dijo que él no iba a tolerar que un impune desacatara el estandarte y foto del Monstruo”.                                                                                                                        Por último, “Eva Perón en la literatura: cuerpo deshumanizado, mitificado y politizado”. Este ensayo pretende explicar desde la muerte de Evita, su embalsamamiento, su ampuloso funeral hasta el secuestro y desaparición del cadáver a través de distintos relatos. Además quiere expresar como la literatura rememora y anticipa la historia de los pueblos.                                                                                                                                “Esa Mujer”, “Ella”, “Cabecita Negra”, “la Fiesta del Monstruo” y “Eva Perón en la literatura: cuerpo deshumanizado, mitificado y politizado” se relacionan entre sí, ya que, todas hacen una crítica, de alguna manera, al gobierno peronista.

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