Las mujeres soldado.

MUJERES DE ARMAS TOMAR, LAS SOLDADOS

Durante el siglo XX se realizaron en México varios enfrentamientos relacionados con el movimiento de Revolución Mexicana tales como tomas de plazas, conflictos entre los diferentes grupos armados donde el sexo masculino protagonizaba dichos eventos, pero, ¿Qué papel tenía la mujer a lo largo de toda esa época? En aquellos tiempos la mujer fue etiquetada como un individuo el cual se le tenía en un concepto de debilidad, como un objeto sexual o de limpieza, inclusive en algunos casos como alguien incompetente, incapaz de servir a su país. Pero dichas etiquetas se fueron eliminando con el paso del tiempo al mismo tiempo que con sus acciones de las mujeres, demostrando así que tenían la capacidad de servir a su país y más que eso al igual que los hombres.

A lo largo de aquella época de luchas y movimientos el número de mujeres siguiendo a sus hombres los cuales pertenecían a las tropas mexicanas fue aumentando debido a diversos factores, entre ellos administrar el salario de sus maridos para la alimentación de su familia, inclusive incorporándose al Ejército Federal o en los ejércitos rebeldes por decisión propia a partir de 1910, estas soldaderas eran llamadas o mejor conocidas como “Adelitas”, “guachas”, “indias”, “Marías”, “Juanas” dependiendo de la región donde se encontraran. Estas mujeres fueron inspiración para la creación diversas narraciones literarias como corridos, poemas, inclusive crónicas, donde resaltan las virtudes de estas mujeres, otro factor importante para que ellas decidieran entrar al ejercito fue el entorno lleno de violencia en el que vivieron ya que, se registraron varias perdidas de sus maridos la cual las llevo gracias a el deseo de venganza a unirse a diferentes grupos armados. Varios relatos de algunas mujeres quienes fueron entrevistadas afirman que una inspiración que tuvieron para ir con sus hombres fue porque no había gente que hiciera de comer.

Pero como se mencionó anteriormente, en esos tiempos llenos de prejuicios y estereotipos las soldaderas no solo fueron vistas como víctimas, incluso cuando les toco una de las peores partes de la guerra revolucionaria también fueron vistas como individuos nocivos para el Ejército Federal por el general Mondragón en 1910, este último se argumentó diciendo que el acceso a las mujeres a los cuarteles por la noche a hacer compañía a sus hombres  solo era algo repugnante, inmoral y desagradable ya que el hecho de que varias parejas juntas en el mismo lugar daba lugar a infinidad de conflictos tanto sociales como ideológicos tales como chismes, celos que conllevarían delitos, y por eso debía terminar el acceso de las mujeres al cuartel. Las soldaderas fueron vistas como inmorales, crueles, sucias, viciosas, violentas, todas estas etiquetas se dan gracias a la vida llena de estereotipos e ideas erróneas, que claro está, en esa época era lo “correcto”. Hubo una gran diferencia entre “soldaderas”  y “Las soldado”, las primeras eran quienes estaban detrás de sus maridos , colaborando con labores de limpieza, preparando alimentos, administrando los salarios de los ya mencionados, en cambio las segundas eran las mujeres que adoptaban conductas masculinas para estar dentro de las tropas , mujeres armadas y ya entrenadas para la guerra.

 Todo esto llevo a la idea de que si una mujer quería ser parte del ejército  debía “masculinizarse” en todos los aspectos, ya sea de vestimenta o psicológica, debía comportarse como hombre, montar a caballo, resistir las caminatas de horas y sobretodo demostrar con mano armada que no era una soldadera si no “una soldado”, se han encontrado varios relatos y datos de mujeres que fueron soldaderas en esa época, pero solo se encontraron  Zapatistas o Carrancistas-constitucionalistas, nunca se tuvo un registro de alguna mujer dentro de los Villistas, lo cual dio a entender que en la División del Norte no hubo mujeres armada, solamente enfermeras.

Se otorgaron diversos nombramientos a las mujeres de parte de distintos ejércitos revolucionarios, pero estos fueron desconocidos por la Secretaria de Guerra y Marina el cual decía “Se declaran nulos todos los nombramientos militares expedidos a favor de señoras y señoritas, cualesquiera que hayan sido los servicios que estas hayan prestado” así mismo las mujeres fueron dadas de baja por disposición de Carranza  de la Secretaria ya mencionada. Todo esto resultó ser muy difícil de entender cuando la misma persona decreto que establecía la obligatoriedad a las mujeres de recibir instrucción militar.

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