Libro Paul
Enviado por • 4 de Octubre de 2014 • 1.700 Palabras (7 Páginas) • 285 Visitas
Capitulo 1 Antony Leeuwenhoek
El primer cazador de microbios
En el capitulo uno nos dan una breve biografía de Leeuwenhoek dándonos lo detalles de su vida como fue el haber trabajo 6 años en una tienda de telas, a los 20 años se caso y puso su propia mercería. Tenía una fascinación por observar a los insectos el aguijón d una abeja, la pata de una araña. Descubrió un día al dejar tubos de ensayo a la lluvia a diminutos seres, mil veces menor a cualquier espécimen que hubiera visto. Al principio el escepticismo de todos sus vecinos y allegados a él tomándolo como loco, el termino por perderle importancia y solo preocuparse por su familia, una frase que el siempre usaba era “Debemos perdonarlos, en vista de su ignorancia”.
Pasaba horas enteras observando la lana de las ovejas pelo de animales bajo sus lentes de cristal en troncos gruesos. Examinó cortes transversales de madera de doce especies diferentes de árboles, y observó el interior de semillas de plantas, veinte años, trabajó en completo aislamiento. En aquel tiempo, la segunda mitad del siglo XVII, surgían nuevos movimientos en todo el mundo. En Inglaterra, Francia e Italia, hombres singulares comenzaban a dudar de aquello que hasta entonces era considerado como verdad. No existían microscopios, sino simples lupas o cristales de aumento a través de los cuales podría haber mirado Leeuwenhoek, hasta envejecer, sin lograr descubrir un ser más pequeño que el acaro del queso.
Continuó al frente de su tienda y se ocupó de que el ayuntamiento de Delft estuviera bien barrido; se volvió más brusco y desconfiado, pasando más y más horas en mirar por sus centenares de microscopios, y consumó un sinnúmero de descubrimientos admirables. Fue el primero en observar, en la cola de un pececillo cuya cabeza insertó previamente en un tubo de cristal, los vasos capilares por los que pasa la sangre de las arterias a las venas, completando así la teoría de la circulación de la sangre del inglés Harvey. La salud de Leeuwenhoek era verdaderamente sorprendente. A los ochenta años su mano se veía aún firme cuando sostenía el microscopio para que sus visitantes mirasen aquellos famosos bichos, Pero se sentía molesto y fastidiado porque no podía distinguir las cabezas ni las colas de aquellos animalillos, en vista de esto, se contentó con calcular, para comunicarlo a la Real Sociedad, cuál sería el diámetro de los invisibles vasos sanguíneos de los microbios. Claro que ni por asomo se le ocurrió dar a entender que los había visto, únicamente le divertía asombrar a aquellos caballeros con sus elucubraciones acerca de la increíble pequeñez de los microbios. Le complacían las exclamaciones de admiración de aquéllos que se asomaban a su mundo microscópico o de los que recibía cartas por montones, En cambio, no le gustaba enseñar. El decía “porque de enseñar a alguien, tendría que hacerlo con otros. Me impondría a mí mismo una esclavitud, y lo que deseo es
Seguir siendo un hombre libre”.
En 1723, a la edad de noventa y un años, en su lecho de muerte llamó a su amigo Hoogvliet a quien lo mando a entregar 2 cartas a la real Sociedad de Londres. Así traspuso el umbral de la muerte el primer cazador de microbios, que bien hubiéramos varios esperado que nos hubiera transmitidos su conocimientos con mayor precisión.
Capítulo 2 Lazzaro Spallanazani
Los microbios nacen de microbios
¿Quién va a continuar ahora el estudio de los animales microscópicos? Tal era la pregunta que se hacían en Inglaterra los doctos miembros de la Real Sociedad, y en París, Reamur y la brillante academia Francesa, pero no tardo mucho en aparecer quien pudiera seguir con estos estudios cuando en Escandinavia nació en 1729 otro cazador de microbios. Lazzaro Spallanzani que experimentaba cruelmente con escoraba josy en lugar de acosar a preguntas a sus padres, examinaba atentamente los seres vivos de la naturaleza, les arrancaba patas y alas y trataba después de volverlas a colocar en su sitio. eligió un camino totalmente diferente para llegar a ser hombre de ciencia, visita a Vallisnieri, el célebre hombre de ciencia, a quien dio cuenta de todos sus conocimientos ya que el ser hombre ciencia en aquella época era profesión mucho más respetable y segura que cuando Leeuwenhoek empezó a fabricar sus lentes. La emoción y la dignidad de profundizar en el estudio de la naturaleza empezaron a abrirse paso en los laboratorios retirados de los filósofos, Voltaire se refugió en las delicias campestres de la Francia rural para dominar los grandes descubrimientos de Newton.
Spallanzani una traducción de los poetas clásicos y criticó la versión italiana de Hornero, considerada hasta entonces como una obra maestra y bajo la dirección de su prima Laura Bassi, la célebre profesora de Reggio con quien estudió matemáticas.
Hacia exámenes en las gotas de caldo procedentes de las redomas que habían sido hervidas durante una hora, lente, descubrió alguno que otro animálculo juguetón no eran microbios grandes como otros que había visto, pero de todas maneras eran seres vivientes. Los animalillos que hay en el aire lograron colarse en las redomas de Needham, además, he descubierto un nuevo hecho de gran importancia, los seres vivientes
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