Los Hombre y las circunstancias

CAPITULO 1 “LOS HOMBRES Y LAS CIRCUNSTANCIAS”

Se examinara el tema de la aculturación de los españoles en México durante el periodo colonial, y los factores que actuaban a su alrededor.  A pesar de su debilidad numérica poblacional en que se encontraban los españoles. Su presencia se mantuvo variable. Lo controversial en este tema de su conquista, siempre fue la unión que se formuló con culturaras sumamente distintas; Se menciona que para asegura la sobrevivencia de una cultura es justo que se encuentre cierto número de individuos, es decir una masa crítica, asegurando el subsistir de dicha cultura,  

Algunos españoles que se mantenían alejados durante largos periodos de su medio convencional, ya no se encontraban por dichas masas identificados, a lo que acostumbraban.

Por naturaleza el ser humano necesita de una identidad, sentirse compatibles, comúnmente se observa que colonias extranjeras que radiquen en otro país, encontrándose alejados del suyo, frecuentemente se ven apegados a ritos y formas sociales, foráneas a su nación.  Transformándose para ellos un símbolo y  garantía de identidad.

Persiste una idea constantemente  acerca de, quien domina a quien; pues el contexto se observa modificado, como también los mecanismos de aculturación, pues es cierto que este proceso de aculturación sucedió tanto en el indígena, como hacia el español.

Al resultarse la separación engañosa de las repúblicas de los indígenas y los españoles, y al ser identificada como libre de movimientos de los súbditos, engañosa porque a pesar de ser  reducido el número de residentes españoles en un territorio inmenso, se encontraban rodeados y abrumados por la población indígena.

Esto nos da como resultado que el proceso aculturador, tanto del lado indígena como el español, se integraban gradualmente, observándose que ni eran totalmente indígenas pero ni europeos, sino había una fusión llamada sincretismo.

Uno de los ámbitos que más resistencia presentaba para la aculturación fue en la alimentación.  Aunque las frutas y verduras de las  nuevas tierras, se aceptaron pronto.

Se percata uno que en ambas culturas había grandes diferencias desde el tema Teológico, en cuestión si se podía comer durante la cuaresma, hasta el hecho de procedimientos en la preparación de alimentos, los indígenas hervían y asaban dichos alimentos, y los españoles, rostizaban y freían.

Un alimento que actuó en este periodo, fue el chocolate, el cual era independiente a una función monetaria otorgada al cacao. Una bebida preparada por almendras y granos de maíz molidos se bebía al final de los banquetes, también era ofrecida a los dioses, de igual manera era consumida por los soldados antes de marchar a la guerra pues ya se conocían sus poderosos efectos energéticos.

Los españoles se aficionaron a este producto, extendiéndose de esta manera a la nueva sociedad, lamentablemente este producto perdió funciones rituales, pues se volvió más escaso y costoso. Volviéndose inaccesible.

Otro artículo, de importancia fue el tabaco, deparándole una evolución exacta a la del chocolate. Conocido por su dotación de propiedades profilácticas. Los españoles la llamaron “hierva divina”, por lo que se apoderaron de dicho recurso. Por lo que se considera que se le quito todo carácter sagrado o religioso a lo que lo tenía.

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