Martin Luther King: Pensamiento Y Lucha
Enviado por susell93 • 1 de Diciembre de 2014 • 3.780 Palabras (16 Páginas) • 296 Visitas
El cuarto día del mes abril del año 1968 las televisoras norteamericanas anunciaban la muerte del líder afronorteamericano Martin Luther King Jr. La noticia de su asesinato en Memphis por un segregacionista blanco estremeció a la sociedad estadounidense. Con su muerte la «Revolución Negra» , cómo él la llamó, perdía a una de sus más importantes figuras. Sus escritos nos permiten analizar su pensamiento inmerso en el contexto de los turbulentos años de lucha por los derechos civiles.
King, en medio de su accionar, escribió obras como “Stride toward freedom; the Montgomery story” en 1958, “The Measure of Man” en 1959, “Strength to Love” en 1963, “¿Where do we go from here: Chaos or community?” en 1967, entre otras que se unen a un gran número de discursos. Para llevar a cabo este estudio, de acuerdo a la disponibilidad bibliográfica, se han seleccionado de sus distintos textos tres por considerarlos significativos. También se tuvo en cuenta que representaran etapas relevantes de su pensamiento y del movimiento que encabezaba. Estas obras son: “Letter from Birmingham Jail”, su discurso “I Have a Dream” y su libro “Why we can´t wait”.
Es necesario comenzar esclareciendo que Martin Luther King estuvo influenciado desde joven por la filosofía de la desobediencia civil no violenta del escritor y filósofo Henry Davis Thoreau y su obra “On Civil Disobedience”. Desde 1956 mantuvo una relación con el activista de los derechos civiles Bayard Rustin , que le aconsejó seguir los principios de la no violencia. Rustin le sirvió de consejero y mentor en sus comienzos, y sería el organizador principal de la marcha a Washington.
A este caudal intelectual incorporó las enseñanzas y la práctica de la ética no violenta de Mahatma Gandhi. En el año 1959, ya cautivado por sus conocimientos sobre la vida y obra de Gandhi hizo un viaje a la India y visitó a su familia. A partir de este momento quedó convencido del potencial que podría aportar en el campo de la reforma social. King no trasplantó la ética gandhiana de una situación histórica a otra, ignorando factores propios; más bien incorporó la experiencia de sufrimiento, marginación, el acervo cultural y espiritual de su pueblo, la rebeldía y el inconformismo acumulado durante años al momento histórico en Norteamérica.
El debut de un líder
Iniciaba el año 1955, se acercaba el centenario de la emancipación de los esclavos y la sociedad norteamericana, especialmente la sureña, parecía intacta. Sí, los esclavos había obtenido su libertad en la Guerra Civil, pero todavía sus nietos padecían las injusticias de un pueblo que permanecía estancado en viejas doctrinas. A pesar de la existencia de la Décimotercera, Décimocuarta y Décimoquinta Enmienda de la Constitución, que enunciaba la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y que sus derechos no podían verse afectados por motivo de razas, la realidad era otra. Los negros vivían recluidos en guettos en condiciones de pobreza y miseria, les era prohibida la entrada a lugares públicos, los niños asistían a escuelas para personas de color y veían como cerraban los parques cuando alguna ley obligaba la apertura para todos. Se veían imposibilitados de ejercer su derecho al voto, los trabajos disponibles eran los peores pagados y sin derecho a aumento ni ascenso, e incluso a la hora de viajar debían esperar en salas y secciones diferentes.
En el mes de diciembre, una trabajadora, Rosa Parks se negó a ceder su asiento a un hombre blanco en un autobús. El suceso desencadenó el boicot de autobuses en la ciudad de Montgomery, acontecimiento que representó el polvorín del movimiento por los derechos civiles de los negros y marcó el debut de M. L. King como su figura más reconocida. Durante más de un año los habitantes afrodescendientes de la ciudad decidieron acudir a pie a sus trabajos, en ocasiones llegando a caminar hasta 30 kilómetros. El boicot se extendió con la negativa de comprar en almacenes racistas, adquirir productos fabricados por firmas segregacionistas y la popularización de los sit-ins . Durante ese tiempo el volumen de negocios de las compañías afectadas, especialmente la de autobuses, descendió al 50 % . El tipo de acción directa no-violenta caracterizará el pensamiento y accionar de King hasta su muerte, convirtiéndose a partir de aquí en su principal ideología y el motivo de tantos simpatizantes con su causa.
En la ciudad de Albany, Georgia, en 1961 se llevaba a cabo un movimiento encabezado por el Comité Coordinador Estudiantil No Violento (S.N.C.C) y la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (N.A.A.C.P). Sin embargo, se hacía imposible visualizar un avance. Es por tal motivo que Martin Luther K. interviene y mientras participa en una de las marchas es detenido. Martin se negó a pagar la fianza en tanto la ciudad no hiciese concesiones a las reclamaciones que habían provocado las protestas. Posteriormente fue liberado pero las concesiones fueron violadas a los pocos días. Pese a que lo ocurrido en Albany terminó sin una victoria definitiva fue considerado por el propio King como una contrapartida, pues a pesar “…de que las barras en los snack-bar seguían segregadas, se contaba por miles los negros añadidos a las listas electorales.” En relación al hecho menciona: “Nuestro movimiento había sido detenido en Albany, mas no derrotado.” El momento sirvió de lección estratégica para organizar acontecimientos posteriores.
El triunfo en Birmingham
En la década del 60 la ciudad de Birmingham se distinguía por ser el símbolo de la intolerancia racial en Norteamérica, manteniendo y asegurando por medio de la ley local el mayor grado de segregación del país. No es casual entonces que en el año 1963 el movimiento se hubiera extendido hacia allí. Las protestas comenzaron por un boicot en la pascua de ese año donde se incitaba a los jefes de empresas a dar empleos a personas de todos los tonos de piel. También a detener la discriminación en las tiendas donde existían cajas de cobro exclusivamente para personas blancas. Pese a los esfuerzos, los empresarios resistieron el boicot. Martin L. King y la Conferencia Sur del Liderazgo Cristiano (S.C.L.C., por sus siglas en inglés) iniciaron los preparativos de un dossier secreto, que ellos llamaron el «proyecto C».
En los arreglos se analizó la campaña “fallida” de Albany, llegando a la conclusión que se hacía necesario centrar los objetivos de la lucha para evitar cometer antiguos errores. Se acordó uno de los puntos más importantes, la fecha de inicio quedaría fijada para la semana santa. El plan incluía una serie de manifestaciones como los sit-ins, arrodillamientos de personas negras en iglesias reservadas para blancos, marchas de protestas pacíficas; todas con el
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