Masoneria

Rol de la Francmasonería en Chile

En este ensayo vamos a ver la participación de las logias masónicas en nuestro país, la cual creo que fue de suma importancia para el desarrollo de Chile en todos los ámbitos, ya sea económico, político, social como en la ciencia, educación y en general en todas las manifestaciones de la vida diaria. Es por eso que hablar de la historia de estas logias con lleva a hablar de la Historia de Chile debido a que estas logias fueron las causantes de muchos de los procesos históricos de Chile

Quiero partir diciendo de qué se trata la Masonería chilena y su Historia.

La Masonería chilena se basa en la Francmasonería, que es una institución discreta fundada en los ideales de la revolución francesa, libertad, igualdad y fraternidad. Tiene como objetivo la búsqueda de la verdad a través de la razón y fomentar el desarrollo intelectual y moral, y progreso social del ser humano. Se organizan en logias que pueden a su vez estar agrupadas en otras más grandes como la Gran Logia de Chile

La primera logia de Chile del que se tiene conocimiento sin contar la logia Lautarina, fundada en Santiago en 1817, es la “Logia Filantropía Chilena”, de corta existencia, que fue fundada por el primer presidente de la republica Manuel Blanco Encalada en el año 1827.

Es de señalar que después de la independencia de Chile la Francmasonería no se constituyó como corporación sino hasta años después debido a la necesidad de dar solidas bases a la libertad alcanzada luego de tantos sacrificios. Pasados los años en que estos temas ya no eran de preocupación fue necesario que un grupo de Francmasones se reuniera para llevar a la práctica la idea de formar una Logia Masónica en nuestro país. En 1850 se comienzan a instalar Logias regulares auspiciadas por el Gran Oriente de Francia como “Etoile de Pacifique” que fue la primera.

Es así como se fueron fundando Logias masónicas chilenas pero dependientes del Gran Oriente de Francia: “Unión Fraternal”, en Valparaíso en 1853, “Fraternidad”, en Concepción en 1862, y “Orden y Libertad”, en Copiapó también en 1862. Pero la distancia de estas con el Gran Oriente de Francia llevó a la necesidad de constituir una potencia masónica autónoma constituyéndose así la Gran Logia de Chile en 1862.

Durante la mitad del siglo XIX hubo grandes avances en la creación de nuevas leyes. En el año 1868 se creó el Club de la Reforma que constituyó uno de los centros de reclutamientos de masones, quienes no siéndolo compartían los mismos ideales. Allí como grupo en conjunto se crearon las diferentes ideas y planteamientos que buscaban un cambio sustancial en las leyes y que fueron ejecutadas gracias a los políticos masones quienes las impulsaron. Una de ella fue la ley interpretativa del artículo 5° de la Carta Fundamental de 1833, ley que permitía que los no católicos puedan practicar su culto dentro de recintos privados, es decir, no se promulgo la libertad de culto pero esta quedo implantada.

Debe sumarse otras leyes como: la ley que pone fin a los mayorazgos, la dictación del Código Civil, el Código Penal, la ampliación del sufragio a sufragio universal, y las Leyes de Matrimonio Civil, cementerios laicos y de Registro civil.

El fin del siglo fue un desastre para la Orden, debido al impacto de la Guerra del Pacifico y especialmente de la revolución de 1891, (conflicto armado entre partidarios del Congreso Nacional contra los del Presidente de la República, José Manuel Balmaceda). Es así que en esta organización se produjo una división entre los masones: Balmacedistas y Antibalmacedistas; habiendo lideres masones de ambos bandos.

En 1900 estaban en funcionamiento sólo ocho logias de las treinta que se habían fundado, y de esas ocho, cuatro eran de reciente fundación.

La entrada del siglo XX trae nuevos escenarios: La actividad del salitre, la creciente industrialización, el crecimiento del sector público, introdujeron en Chile realidades nuevas: El capitalismo produjo la aspiración al lujo, la riqueza la mantienen unos pocos, los obreros soportan una vida paupérrima. Estalla la “Cuestión Social”; aparecen los partidos populares: el demócrata, el partido comunista, el partido socialista, y el partido radical. En la política el “parlamentarismo” vive su esplendor, las leyes se tramitan durante años, no existen plazos para despachar los proyectos, la diversión política es derribar gabinetes. La clase gobernante demuestra insensibilidad ante el pueblo hacinado en conventillos, divididos por las pestes y las pésimas condiciones sanitarias. No existe la previsión ni las leyes de trabajo, hay gran cantidad de analfabetos y el campesino no se encuentra presente en la vida pública aunque el país en su mayoría sea una sociedad rural. El gobierno de la clase media que principia a constituirse a fines del siglo XIX, se refuerza en el siglo XX, con estudiantes, intelectuales, profesionales liberales, comerciantes, pero, sufre carencia de identidad en las primeras décadas.

Bajo todo este contexto histórico la Masonería surge de sus cenizas llegando hacia 1950 a tener cerca de noventa Logias en total actividad. Se robusteció con la presencia de la clase media ilustrada, integrándose a las Logias hombres brillantes con honestidad a pesar de que, como otras veces ha ocurrido, militan en tendencias políticas opuestas. Así se tienen a Arturo Alessandri Palma, Carlos Ibáñez del Campo, Pedro Aguirre Cerda, Juan Antonio Ríos, Gabriel González Videla, por sólo nombrar algunos que han sido Presidente de la República. De su obra, junto a otras personas que sin ser masones compartían los mismos intereses, surgió la legislación laboral y social que pone a Chile en lo alto de los países latinoamericanos con respecto a estas materias. Es importante señalar también la profunda reforma política que significó la Constitución de 1925 inspirada por Arturo Alessandri y otros masones. Ella significó otorgar las bases para construir el camino hacia la democracia y para los Derechos Humanos, crear la idea de la función social de la propiedad, asentar el concepto de bien común

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