Mega mineria

La mayoría de los países civilizados no permiten actividades extractivas en sus áreas protegidas. Hay una buena razón por ello: además de que hace décadas el resto del mundo reconoce que las áreas naturales protegidas conservan la diversidad biológica y agrícola, proveen a millones de habitantes con agua limpia, y que ayudan a equilibrar el clima, abrir las áreas protegidas del país a actividades extractivas presenta varios riesgos usualmente no conocidos por la sociedad civil. La minería es la actividad económica más contaminante del mundo. Por ejemplo, en los Estados Unidos la minería aporta con menos del 1% al PIB, pero genera el 43% de los desechos tóxicos (metales pesados).

A sabiendas de que la minería en el Ecuador solamente aporta con el -1% al PIB, es totalmente irresponsable realizarla y más aun en las zonas protegidas como el Yasuní o el Chocó, luego de que el proyecto del gobierno de mantener todo el petróleo bajo tierra en el Yasuní fracasara por falta de apoyo social y económico, Rafael Correa decidió extraer el petróleo de esta área natural y protegida y mediante una campaña publicitaria muy convincente trata de persuadir a los ecuatorianos haciéndonos creer que esto no afectara en lo más mínimo a la biodiversidad y naturaleza. Es verdad que la humanidad necesita de minerales para satisfacer algunas de sus necesidades, básicas o creadas. Pero también es igualmente cierto que el consumo excesivo de una parte de la humanidad está destruyendo las formas de sustento y el medio ambiente de la otra parte de la humanidad, que habita en áreas impactadas por la minería.

La minería es una de esas actividades que deben ser controladas estrictamente en todas sus etapas, desde la prospección y explotación hasta el transporte, procesamiento y consumo. En muchos casos, control estricto significa sencillamente prohibición. No puede ser posible que el propio gobierno apoye la extracción minera en las áreas protegidas del Ecuador, este gobierno habla de la mano sucia de Chevron y dicen: “prohibido olvidar que este gobierno no fue el que empezó con la extracción de recursos renovables” pero no se dan cuenta de que ellos están siguiendo con las barbaridades que los anteriores gobiernos cometieron y solamente van a llegar al mismo final.

Podemos decir como conclusión que la historia es un gran ejemplo para evitar que se sigan haciendo mal las cosas y después de 20 años no sea necesario decir "Prohibido olvidar que en este Gobierno se inició con el proceso de la extracción minera a gran escala, que tantos daños estará causando" Tomando en cuenta los impactos sociales y ambientales directos e indirectos relacionados a actividades extractivas, y los bienes y servicios generados por las áreas protegidas del país, las mismas que benefician a millones de ciudadanos y lo seguirá haciendo para las futuras generaciones, hablar de permitir la minería

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