Mexico Acribillado
Enviado por smac_3 • 9 de Noviembre de 2013 • 3.935 Palabras (16 Páginas) • 381 Visitas
Capitulo 3
Para mayor gloria de dios
Una mañana del mes de junio de 1978, Ave tito me telefoneo para invitarme a su casa a merendar, en lugar de cenar, porque según el, una reunion asi, “tempranera”, proporcionaba una conversación mas reposada y amena, distinta al simple hecho de sentarse a comer rutinariamente los ultimos alimentos de la jornada. Su voz parecia pastosa, cansada,monotona y casi diria, aburrida. En realidad, desde el fallecimiento de mi abuela, tres meses atrás el viejo se habia desplomado como si hubiera perdido de golpe cualquier interes en la vida.
Mientras nos servian unos tamales de oaxaca cubiertos con hoja de platano y colocaban sobre la mesa una jarra de choolate caliente, encontre en el centro de la mesa una charola llena de pan dulce, mi favorito. No sabia si comenzar con los cocoles, los moñinos, las conchas de vainilla, etc… como no tenia porque respetar protocolo alguno opte por empezar con un garibaldi.
No tuve que esperar mucho tiempo para percatarme que la invitacion habia respondido a un deseo de mi abuelo de despedirse, se iba, estaba arto y como no iba a estarlo, si la mayor parte de sus amigos ya habian muerto, ya no estaban ni los de la ciudad ni los de su querida tierra caliente, los de San
Miguel la falta de mi abuela, una mujer que le obsequio su vida y tal vez volveria a hacerlo vivio unicamente para complacerlo, habia tenido los efectos de un tiro recibido en el centro de la frente. En realidad se trataba de una dependencia reciproca la vejez mina, acaba , fatiga.
Ave tito y yo estuvimos juntos por ultima vez. Su recuerdo me inyectaba calor, simpatia, paz, comprension. El y solo el usaba la palabra adecuada para cada momento. Sus palmadas en mi espalda su sonrisa contagiosa cuando soltaba una expresion propia de su tierra sus guiños cuando daba con la solucion de un problema de que el me habia dado las claves. “No se puede ser feliz sin ser valiente”, una de sus frases celebres me habia servido para abrirme paso en la vida y para ser yo, sin volverme a traicionar.
Llore a mi abuelo, llore su perdida, pero, bien lo sabis yo por agradecimiento. El me habia enseñado a ser discreto, acomedido, prudente, y obsequioso con mis semejantes. Ya no quedaba ni rastro del joven uraño, arto mentado y complejo en mi relaciones con terceros. Tomaba la vida con mas levedad, con humor al estilo San Miguel. Si eres totolapense, empieza por reirte.
¡Que diferencia cuando murio mi anuela materna! En mexico era conocida como la alemana y en alemania, se le distinguia como la mexicana no era de ningun lado. No pertenecia a nada ni a nadie. Se divorcio de mi abuelo Max Curt, cuando llevaban escasos seis años de matrimonio. Jamás pudo adaptarse a la vida en
nuestro pais que el escojio para crecer y desarrollarse.
Los alemanes somos muy cuadradoa decia. Ana Cecilia era su nombre, talvez originado en a rancia aristocracia prusiana. Nuestras relaciones se suspendieron bruscamente al salir de la adolescencia cuando ella se atrevio a repetir su jerarquia racista con la que me habia insultado desde muy niño me lastimaba, me ofendia pero no me atrevia a callarla en razon de mi corta edad y porque no alcanzaba a comprender cavalmente las dimensiones de sus afirmaciones.
Ana Cecilia me repetia muchas veces la escala zoologica establecida nada menos que por Adolfo Hitler, para que nunca se me olvidara
- El Fuhrer decia que racialmente primero venian los alemanes; luego,los judios,posteriormente,los perros,finalmente los mexicanos como tu.
En alguna ocasión,cuando yo contaba con 15 años de edad, le respondi que sus comentarios me dolian y que si insistia en agredirme jamás volveria a hablar con ella.
Se quedo unos instantes pensativa. Tal vez no encontraba las palabras para disculparse, entendiendo finalmente que se habia excedido con un joven de mi edad,formación y conocimiento. Se imponia una explicacion, a la que yo corresponderia con un beso y un abrazo.
No la volvi a ver, ni siquiera cuando mucho tiempo después me informaron que habia muerto; tal vez se habia suicidado con barbituricos en el asilo en donde sufria sus ultimos años de soledad. Por supuesto, no asisti al entierro ni le dedique mas pensamientos
que un par de maldiciones. No quise ningun recuerdo de ella, según me rogaba mi madre.
En esos momentos me percataba del nivel de endurecimiento que padecia siendo tan joven. Los acotencimientos y el entorno van forjando al individuo. Entre mi padre, los fracazos escolares, mi abuela, mis confuciones profecionales, mis largos años comiendo en la mesa del servicio porque era digno de hacerlo al lado de mi familia, llego un momento en que cai en el panico y en la desorientación total.
¡Claro que mi madre siguió viviendo al lado de mi padre, incluso después de la escena con Moni! Se reconciliaron. En una noche de amor el le propuso que se volvieran a casar. Vamos, nos divorciamos y, acto seguido nos volvemos a casar ¿No es una muestra de enamoramiento total? Tan te quiero que me casaria contigo una y mil veces. Una maravilla. Solo que, lleno de dudas y tomando las precauciones debidas por venir la oferta de quien venia, la verdad oculta me salto a la cara; en el fondo de tan apasionada entrega, la autentica intencion que movia a mi padre en la de despojar a mi madre del 50% que le correspondia de la sociedad conyugal. Nos divorciamos, mi amor, pero nos volvemos a casar bajo el regimen de separacion de bienes y te quedas en la calle mi querida razon de vivir. Ella nunca se hubiera dado cuenta porque a pesar de todo, era incapaz de desentrañar la maldad en las relaciones humanas. Aceptaba la convivencia por un inexpicable amor capaz de negar lo evidente,
mientras que el permanecia casado por dinero. Una locura ahí, por el otro lado una bulgaridad.
Si bien me incendio la ardid tramando para despojar a mi madre de sus bienes, rindad todavía mayor sino se ignoraba su escasa habilidad para construir un patrimonio por ellla misma mucho mas me enardecio descubrir que mi propia hermana habia sido la autora de la idea porque codiciaba en silencio retante, los bienes de nuestra madre. ¿una traidora en casa? Mi padre se acercaria a su mujer, en una primera instancia, para tratar de convencerla durante un acaramelado fin de semana en acapulco. Ahí le plataria su “romantica” idea entre arrumacos para que mas tarde mi hermana sacara el tema en la mejor oportunidad el plan era perfecto.
El primer golpe se asestaria entre besos y champagne; el de remase te lo daria mi hermana en casa, en una de esas tardes en las que se platicaban de todo y de nada a la hora del café.
Entendia cabalmente la nueva estrategia canallesca de mi padre.
Me costo trabajo admitirlo en un principio pero con el paso del tiempo, tuve que
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