Mexico Hoy

MEXICO HOY

V. EL PROBLEMA DEL CAMPO.

El desarrollo del capitalismo en México, ha dependido básicamente de la formación y crecimiento de una industria destinada a sustituir a cualquier precio de consumo final. La actividad agropecuaria desempeño:

• Divisas mediante la explotación de productos.

• Abastecer materias primas baratas

• Alimentar a precios bajos

• Aportar gente, como mano de obra.

I. CRECIMIENTO Y CRISIS DE SECTOR AGRARIO.

En la relación entre sector agropecuario y otro de la economía, se distinguen dos etapas:

• Crecimiento acelerado “milagro mexicano”

• Crisis agrícola

La actividad más dinámica en la expansión fue la agricultura, este desarrollo fue el resultado complejo de dos procesos interactuantes: el crecimiento de la agricultura capitalista y el de la producción campesina.

Los campesinos cultivaron todas las tierras que tenían bajo su control. Lo hicieron sin más recursos que su fuerza de trabajo y en algunos casos la introducción de fertilizantes químicos que permitieron eliminar el descanso de la tierra.

La importación masiva de maíz, fue unos de los factores decisivos en la baja relativa del precio del maíz. El milagroso crecimiento se convirtió en una severa crisis.

En términos muy agregados esta disminución es el resultado de un cambio en la estructura de los cultivos. Se abandonaron los cultivos más remunerativos y se reorienta la producción hacia los cultivos de consumo interno con precio subsidiado, especialmente cereales para consumo animal y las oleaginosas.

Disminuye la intensidad de la agricultura capitalista mientras que la actividad ganadera adquiere preeminencia como mecanismo de acumulación.

2.LA CRISIS. LOS CAMPESINOS Y LA BURGUESIA AGRARIA.

Los campesinos no solo no pudieron incorporar nuevas tierras al cultivo, si no que abandonaron el aprovechamiento agrícola de caso dos millones de hectáreas de tierras de temporal. El costo del cultivar estas tierras se ha incrementado, aunque solo se pague un poco de fertilizante y o demás que se “invierta” sea trabajo. La siembra de maíz, no se abandona por los campesinos pero se reduce su área. El déficit nacional en la producción de maíz es el esquema que configura la crisis contemporánea en el sector agrícola.

Una producción muy importante de estos recursos acumulados se han formado con inversiones del sector público que se ha beneficiado directamente a la minoría dominante y captura beneficios derivados del trabajo de las masas campesinas, que se contratan por periodos cortos y limitados y se retribuye a precios sensiblemente inferiores a los salarios mínimos y sin incluir prestación laboral.

3. RECURSOS Y FUNCIONES PRODUCTIVAS DE LOS CAMPESINOS.

Para enfrentar el despojo tienen que crear enormes excedentes que no pueden retener, para ellos cuentan con recursos naturales limitados y pobres y con una enorme fuerza y capacidad de trabajo.

La producción que obtienen es insuficiente, por lo que tienen que realizar otras actividades productivas y vender su fuerza de trabajo incluso fuera del país.

Las funciones productivas pueden sintetizarse en tres tipos de actividad que implican formas de explotación.

1. La producción agropecuaria autónoma conforme a sus propias estrategias y necesidades, la limitación en los recursos productivos. Los campesinos disponen legalmente de cerca de a mitad de territorio cultivable.

El precio del maíz, el producto campesino más importante por su volumen de producción y por el papel central que desempeña en la dieta de los cultivadores, permanece fijo por más de diez años.

2. los campesinos realizan una producción autónoma de productos no cultivados y manufacturados como complemento de las actividades agropecuarias, estas actividades no han sido reconocidas, se disfrazan bajo el rubro de “artesanías”. Como tal este tipo de producción omiten el valor económico y el sistema de explotación.

Millones de campesinos recogen productos como el barbasco candelilla, que se trasforman a través de manufactura, o bien adquieren materias primas en el mercado y las convierten en productos terminados, como los textiles. Monopolios nacionales o trasnacionales, al lado de pequeños comerciantes, lucran pagando por estos productos precios irrisorios.

Por estas actividades se explota no solo el trabajo de campesinos, sino sobre todo el de las mujeres, niños y ancianos que participan en las unidades de producción y desempeñan un importante papel económico en ellas.

El trabajo campesino se contrata solo por el tiempo en que es estrictamente necesario y casi siempre se paga por tarea realizada, no se paga ningún tipo de salario por el descanso y no se ofrecen prestaciones de salud, de alojamiento o un mínimo de condiciones sanitarias.

4. LOS CAMPESINOS FRENTE AL SISTEMA

Los campesinos se enfrentan a la desocupación como su problema central, las actividades productivas no agrícolas que pueden comprender con autonomía tampoco ofrecen alternativas sustanciales en la virtud de la competencia con la producción industrial protegida y subsidiada.

La enorme magnitud y capacidad de la fuerza de trabajo de los campesinos carece de ocupación y alternativas productivas.

El control político sobre el campesinado cumple con una finalidad única: la estabilidad del conjunto y deriva de tres fuentes principales: el control estatal sobre la reforma agraria, el funcionamiento de las organizaciones campesinas oficiales y el ejercicio de la represión. Todo el proceso agrario queda bajo el control de funcionarios del estado.

El control del estado sobre el proceso agrario le otorga un poder directo, “patronal” sobre miles de poseedores que lo son de hecho y que se conciben a sí mismos como arrendatarios o peones del gobierno. Así como el control de miles de campesinos sin tierra que esperan obtenerla ya que trabajan “ilegalmente” en las tierras de los ejidos.

Los propietarios también esta sujetos control y amenaza, más frecuentemente los minifundistas que los latifundios.

La negociación agraria se canaliza a través de las centrales campesinas “oficiales” u “oficializadas”, que se han dotado de un doble carácter: por un lado son extensiones administrativas del Estado y por otro son las únicas representantes de los campesinos que el gobierno reconoce.

La represión siempre he sido un factor activo en el campo mexicano. La simple amenaza ala persecución individual y la cárcel, hasta la matanza y la destrucción de asentamientos. Pistoleros a destajo, guardias blancas, policías locales o especiales e instituciones federales, un término ambiguo y degradante: delito común.

El sistema de control sobre los campesinos

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