Mexico Mutilado
Enviado por vicengalvanv85 • 11 de Enero de 2014 • 3.705 Palabras (15 Páginas) • 561 Visitas
El presente ensayo es acerca del libro titulado “México mutilado”, una novela del escritor Francisco Martín Moreno.
Primer Capítulo.
Eran mediados del siglo XIX, apenas unas décadas después del logro de nuestra independencia de la corona española. El país literalmente estaba convertido en un desastre, la sociedad, principalmente en la capital, estaba sumergida en una degradación social de dimensiones épicas, los robos, los asesinatos eran cosa de todos los días, y acaso pensar en que la policía pusiera orden era un idea muy remota, prácticamente imposible.
Estábamos viviendo una joven nación independiente, y el problema no era que no hubiera los recursos o la infraestructura, el problema era que simple y sencillamente nos encontrábamos sumergidos en un completo desorden provocado por los mezquinos intereses de unos cuantos.
Los acaudalados de la sociedad mexicana compraban, a través de sobornos, la poca seguridad pública que existía, para la clase baja dicha seguridad era inexistente, el gobierno servía para quien pudiera pagar sus servicios, en cambio para los pobres no servía, por el contrario, robaba, con impuestos que nunca se veía beneficio alguno directo para los que los pagaban, impuestos tan absurdos como el pagar por cada puerta o ventana que tuvieran en sus casas.
Pero este desorden tenía muchos orígenes, uno de ellos, la figura que durante muchos años ocupo la presidencia, Antonio López de Santa Anna, una persona tan desentendida del quehacer político, una persona con un interés total de buscar el desarrollo del país, su único interés era propio y de las personas acaudaladas que lo rodeaban.
Tanto por sí mismo, como por designio erróneo de terceros, recibió muchos títulos como “ángel tutelar de la republica”, o, “el protector de la nación”, dichos títulos no eran más que el resultado del manejo que hacía de la sociedad mexicana, sabía exactamente en qué momentos actuar de manera que su imagen fuera vista como la de un hombre valioso para el país, argumento en el que se baso para asumir la presidencia una y otra vez, no era más que una persona labiosa, maliciosa, egocéntrica y cruel.
En cualquier momento que se le ocurriera dejaba palacio nacional para irse a su hacienda “El Encero” en el estado de Veracruz, dejando en el puesto a uno de sus allegados, el cual, a su regreso, le devolviera en charola de plata la silla presidencial, su favorito para esto era canalizo, un títere muy bien manejado por santa Anna.
Palacio nacional no era un lugar desde el que se manejara y/o propiciara el desarrollo del país, era una casa mas para santa Anna, para ocasiones como su boda con doña Lolita, boda que estuvo llena de lujos y suntuosidad, y lo que pasara en el país, pasaba a segundo término.
Debido a intereses de igual forma mezquinos, el presidente estadounidense Polk buscaba con gran interés la anexión de tejas a territorio norteamericano, pero dicha anexión no estaba respaldada por el congreso estadounidense, era un simple capricho de Polk y otros participes.
Pero en México lo que estaba sucediendo era que para el presidente estaban primero sus interese que lo que pasara con el país, y para el resto de las esferas políticas y militares eran más los problemas internos que la preocupación por el hurto del territorio mexicano.
Uno de los mayores conflictos políticos al interior del país era protagonizado por el militar Paredes y Santa Anna, ya que en una ocasión que Paredes al estar festejando su designio como gobernador de la ciudad de México por parte del propio Santa Anna, despertó con los gritos de su borrachera al protector de la nación, situación que fuera más que suficiente para que el presidente lo humillara, rebajar y cesara.
Posterior a dicho evento Paredes se retiro hacia Guadalajara y con recursos del clero fue formando un ejército, pero dicho ejercito fue financiado con el objetivo de avanzar hacia el norte para enfrentar la defensa del territorio que esta por ser anexada a estados unidos, situación que fue ignorada por paredes ya que su interés era derrocar al presidente, como venganza al hecho sucedido tiempo atrás.
Y así, nuestro México de esa época era manejado por intereses personales, sus fuerzas eran utilizadas para dirimir rencillas personales, pero nunca para defender tejas, situación que fue perfectamente aprovechada por el anexionista de Polk para robar dicho territorio.
Los congresos fueron ignorados, tanto por Polk, al no tener el respaldo de su congreso ya que sabían que tejas se convertiría en un estado esclavista que representaría un peso para el país; como por Santa Anna ya que a pesar de haber dicho que nunca disolvería el congreso, nunca cumplió su palabra y mediante la fuerza militar lo disolvió, atentando contra la republica de derecho y progreso que se legislaba en su interior.
Santa Anna estuvo a punto de ser cocinado como tamal oaxaqueño por grupos que estaban en su contra, ya no contaba con el respeto del congreso, por lo tanto había sido advertido que podría ser juzgado como cualquier otro soldado, cuando estuvo capturado por este grupo, casualmente aprecio un miembro de la iglesia que lo rescato y lo puso en un barco rumbo a cuba, rumbo a un exilio político, que aunque se supone seria una especie de castigo, no fue así, eran unas simples vacaciones en una isla caribeña mientras la situación anti-santa Anna pasaba en el país, a modo que tiempo después pudiera volver al país.
En su exilio afirmo que el volvería al país cuando los mexicanos le suplicáramos su regreso, y que estaba seguro de esto ya que los mexicanos no podríamos conducir el país sin él, que era el máximo juez del país, y que el país acabaría implorando su regreso, además del hecho de que su país le debía tanto porque por pelear por el fue que perdió su pierna.
Segundo Capitulo.
El presente capitulo es sobre el destierro y la compleja personalidad de Santa Anna, su admirable dominio que tenia sobre sus “paisanos” y lo que pensaba de ellos, así como la seguridad que tenía al decir que él sabía cómo sacudir y motivar a México.
En su exilio en la isla de cuba, que se supone debería ser un castigo para Santa Anna, no fue así, de hecho fue como unas lindas vacaciones en una isla caribeña. La residencia donde vivía contaba con una decoración de paredes en base a sables de todos tamaños, espadas de gala fraguadas de acero refulgente con respectivas dedicatorias, medallas y condecoraciones, también tenía sus diplomas, retratos, bustos, estatuas, cuadros de gallos y de batallas, nombramientos, espolones de oro, gallos disecados y de plata etc., hasta orgullosamente contaba con varias prótesis de su pierna, cada una con un zapato perfectamente lustrado, su más grande símbolo del porque
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