Moda En El Periodo Románico

Moda en el periodo Romántico.

Precedentes:

Hombres: MODA INGLESA: usaban frac de cuello muy alto, corto de talle y faldones largos. Se usaban también chalecos de seda cruzados de grandes solapas y muy cortos y calzones muy ceñidos. Los más elegantes llevaban botas de montar sin tacón.

Mujeres: seguían llevando en las dos primeras décadas del siglo el traje neoclásico que abandona, por primera vez, corsés (aunque reaparecería) y tontillos.

A principio de siglo:

Hombres: Se generalizó el pantalón ancho, los sombreros de copa y los grandes corbatones en el cuello que llegaban a la altura de las orejas. Se usó el pantalón “collant” abrochado encima del tobillo con unos botoncitos, dejando ver los calcetines y zapatos de charol. El cabello, un poco largo, caía en forma de rizos sobre la frente, con las patillas cortas. También se llevan los pantalones largos con trabilla.

El traje femenino se distingue por su sencillez. Comenzaron a llevarse trajes de talle más bajo y mangas más anchas con lazos en el delantero. Faldas huecas y cortas para dejar ver los pequeños zapatos de tacón.

Tercera década de siglo:

Mujer: Talle baja a su posición normal y faldas abultadas cubiertas de volantes y encajes. Predominan los turbantes orientales adornados con plumas, sombreros recordando a los del siglo XVI y tocados apodados “a la rusa” y “a la española”.

El Miriñaque, de influencia francesa, es un abultado armazón que servía para que la falda mantuviera siempre un amplio vuelo dando igual la postura o la dirección del movimiento.

A finales de la década de los setenta:

Mujer: Llega a España el Polisón que servía para resaltar la parte de atrás del vestido y dar sensación de cintura estrecha.

Entre los hombres se había generalizado el uso del frac que se le sumó la levita con la capa corta.

Se usaba americana para prenda de mañana

Levita para visitar

Frac o smoking para recepciones y teatros.

España impone en Europa las modas castizas:

Hombres con capa española y Mujeres adornan la mantilla, la peineta y el abanico.

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