México Barbaro
Enviado por Janette80 • 1 de Julio de 2013 • 4.836 Palabras (20 Páginas) • 267 Visitas
1. Contexto histórico de "México bárbaro"
El Porfiriato
La situación antes del Porfiriato
Innumerables crisis marcaban el siglo XIX en México. No sólo los acontecimientos destacados como la declaración de independencia en 1821 o la guerra contra los Estado Unidos en 1848 - en la que México perdió más o menos la mitad de su terreno a la sazón- danzaron considerablemente al país, sino también que no era capaz de conseguir la paz interior. En los cuarenta anos desde la independencia hasta 1861 no hubo nada menos que 58 gobiernos, de los cuales 56 no llegaron a su fin legal.
La política siempre estaba personalizada, no había programas ni perspectivas propias para México, sino que se intentaba copiar las ideas europeas. Faltaba una clase media que hubiera sido capaz de promocionar la democracia, y el estado solamente funcionaba como ejecutor de los actuales poderosos, la morbilidad social sólo existía por el precio del oportunismo y la gran mayoría de la población quedaba pasiva, conociendo sólo reformas de arriba y no la responsabilidad de la base.
Así México había conseguido la independencia, pero el país se hallaba en un estado anárquico. Sufría del bandolerismo, tenía deudas enormes en el extranjero y anhelaba la paz interior y una política estable. Esa era la situación que encontró Porfirio Díaz.
Trayectoria de Porfirio Díaz
El mestizo Porfirio Díaz nació el 15 de septiembre de 1830 en el estado de Oaxaca. Su padre, un curtidor de pieles, murió tres anos después. Con la modesta herencia y sus ingresos de mesonera la madre le facilitó a su hijo la enseñanza básica. Aprendió leer y escribir, y también los oficios de carpintero, armero y zapatero. A los trece anos fue a un seminario eclesiástico, pero su verdadera vocación la encontró en 1846 como soldado luchando contra los gringos. Ocho anos más tarde anduvo por la montaña como rebelde y llegó a ser subprefecto de Ixtlán y poco después incluso capitán de guardia. Durante las guerras de reforma combatió a los conservadores, y en 1859 finalmente se convirtió en coronel. Entre 1862 y 1867 escaramuceó varias veces con los franceses, los cuales le detuvieron en varias ocasiones, pero él siempre logró escaparse. Con la conquista de Puebla en 1867 finalmente es considerado héroe de guerra. Esta biografía bélica le iba a ayudar mucho a manejar a los militares durante su presidencia.
En 1867 Díaz perdió como candidato a la presidencia contra Juárez; no obstante consiguió un 30 % de los votos. En 1871 figuró de nuevo como candidato, pero el resultado fue peor que cuatro anos antes. Entonces intentó un golpe de estado, fracasó y tuvo que retirarse. Sin embargo, cuando Lerdo fue reelegido en 1876, Díaz volvió a sublevarse, ganó finalmente en la nueva elección y se convirtió en presidente de México.
Objetivos del gobierno de Díaz
El lema de Porfirio Díaz era "orden y progreso". Sabía que México tenía muy mala fama en el extranjero, por un lado por la inestable situación política, y por otro lado por las enormes cantidades de deudas que tenía el país. Para avanzar económicamente era necesario atraer más capital extranjero. Entonces tuvo que restablecer la credibilidad de México. Eso sólo se pudo lograr en un país pacífico:
Pacificación
El primer objetivo de Porfirio Díaz era la pacificación del país, la cual era necesaria para desarrollar la economía. La población apoyaba este deseo, ya que estaba harta de la inestabilidad de los pasados cincuenta años.
A los generales sediciosos, Díaz los combatió en el campo de batalla o les paró derrotando sublevaciones ya en su nacimiento. "Díaz se puso en plan de filósofo militar y dijo: 'Vale más prevenir un desorden y cortar cualquier asonada que combatirla después que ha estallado' ".Otra parte del ejército se ocupó de los indios desobedientes como los apaches y los yaquis, combatiéndolos con métodos bárbaros. Con los bandoleros, el tercer grupo de enemigos de la tranquilidad pública, se acabó aprovechando de la ley contra plagiarios y ladrones y de la ley fuga. Con el mismo rigor se contuvieron las tendencias rebeldes en el campo, aceptando que se produjeran numerosas víctimas inocentes.
La pacificación costó mucho dinero, pero al final se consiguió. Para asegurar esta paz porfírica instaló varios medios represivos.
Progreso Económico
Porfirio Díaz realmente logró que se desarrollara la economía y la infraestructura. Por ejemplo extendió la red de ferrocarriles de unos 700 kilómetros al principio de su gobierno, a unos considerables 25.000 kilómetros en 1911. La red telegráfica creció con la misma velocidad de 9000 Km en el ano 1877 a 40.000 Km diez anos después. Se construyeron puertos en las dos costas para conectar mejor con el mercado mundial y desatarse de la dependencia de América de Norte. La producción de plata se quintuplicó durante el Porfiriato, la industria textil, la metalurgia y la industria transformadora aumentaron la producción, las exportaciones subieron el triple y las importaciones unas seis veces.
Sin embargo, todos esos éxitos no pueden esconder que también había defectos en la economía. El crecimiento en la agricultura sólo suponía la mitad del crecimiento de la industria, así que México al final tuvo que importar productos alimenticios. Aparte de eso en las ciudades no se logró absorber la mano de obra que huyó del campo en busca de trabajo. Y - quizás siendo el aspecto más importante - la dependencia del extranjero creció paulatinamente, porque el capital invertido en ramas como la minería, el petróleo y la industria pesada casi siempre era capital extranjero.
Las superficies cultivadas, que antes habían sido propiedad común de las comunidades en los pueblos (es decir, los ejidos), también se vendieron al extranjero, así que más o menos la quinta parte del suelo se pasó a empresas extranjeras.
Entonces la economía verdaderamente floreció, pero se acentuó demasiado una política maquiavélica, sin tener en cuenta las desventajas que iba a traer.
Concentración del poder de Díaz
El ejército quedaba bajo disciplina de guerra y estaba omnipresente en el país. Impedía que se pudiera desarrollar una rebelión contra el estado, tanto por matar directamente a sus enemigos como por meterles forzadamente en las tropas. El campo lo controlaban sobre todo los rurales, una policía montada que consistía en delincuentes reclutados, en total una tropa de 3000 hombres. Como tercer grupo ejecutivo existía la policía regular y la policía secreta. Todos podían aprovechar la ley fuga, casi un equivalente a la pena de muerte. La ley les daba el derecho de fusilar a los delincuentes si trataran de
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