Narración y exposición. Unidad 4. Actividad 2. Mi ensayo: redacción del borrador

Puntos a desarrollar

Tema: “¿Se debe dejar de consumir refresco en nuestro país?”

F 1:

Ficha: Con canción muestran estragos de refrescos a la salud. (2015, 23 de junio). El Mexicano. Recuperado de: http://www.el-mexicano.com.mx/informacion/noticias/1/48/salud/2015/06/23/865296/con-cancion-muestran-estragos-de-refrescos-a-la-salud. Consultado el: 14 de octubre de 2015.

F 2:

Ficha: Corona Sonia. (2015, 22 de junio). El impuesto al refresco da sus primeros frutos en México. El País. Recuperado de: http://economia.elpais.com/economia/2015/06/22/actualidad/1434996928_448942.html. Consultado el: 15 de octubre de 2015.

Referencia

relación

• ¿Es el consumo de refresco un problema de salud en nuestro país?

• Causa sobrepeso y obesidad.
• Principales causas de muerte: diabetes y enfermedades cardiovasculares
• Caries y debilidad ósea.

F 1

• Factores que influyen para el consumo de refresco.

• Escaso o nulo acceso a agua potable.
• Estado de pobreza en México.

F 2

• Acciones que se han tomado para intentar disminuir el consumo de refresco.

• Impuesto sobre bebidas azucaradas.
• Campañas de concientización.

F2

• Métodos para intentar consumir menos refresco.

• Cambiar hábitos.
• Intentar sustituir el refresco por bebidas sin cafeína.
• Tratar el consumo como una adicción.

F 1

Introducción

En este ensayo quiero exponer el grave problema que presenta la población de nuestro país, al ser uno de los mayores consumidores de bebidas azucaradas (en su mayoría refrescos) en el mundo.

Pienso que es importante concientizar a las personas del daño que están haciendo a su cuerpo al ingerir estas bebidas que son dañinas para nuestro organismo.

La nutrióloga Stefanie Sacks nos dice: “La gente realmente se hace adicta al refresco, así que tienes que ser realista, no idealista”. Con esto se debe de entender que el problema que padecemos es grave, y que necesitamos comenzar desde ya, a tratar de solucionarlo. “No recomiendo dejarlo de golpe, tienes que dejarlo poco a poco, como dejarías cualquier cosa con la que hayas desarrollado dependencia” nos indica Sacks.

Desarrollo

Si bien es cierto y concuerdo con lo que dice la nutrióloga, también debemos de tomar en cuenta los factores externos que influyen para que padezcamos estos problemas. Aunque se ha demostrado que todas las clases sociales consumen refrescos, quienes más lo hacen son las personas de escasos recursos, esto se debe al difícil acceso al agua potable en varias comunidades de nuestro país, incluso en algunas se deben de abastecer con  pipas para poder cubrir algunas de sus necesidades básicas, como lo son bañarse, lavar ropa, lavar trastes, y también lavar los alimentos.

Por lo general en las comunidades que se tiene este problema la mayoría de la gente vive en situación de pobreza, es lógico que lo único que se encuentre cerca de ellos y lo de más fácil acceso sean refrescos y jugos de compañías refresqueras, con altos contenidos de azúcar.

Esto nos ha llevado a que la mayoría de la población del país sufra de sobrepeso y obesidad, llegando al extremo de ser el segundo país con mayor número de personas que sufren sobrepeso, solo detrás de chile, al igual que con las personas que sufren obesidad solo superados por Estados Unidos. “Las calorías que hay en el refresco regular provienen completamente del azúcar agregada y no hay ningún valor en términos de vitaminas o minerales, ni si quiera de carbohidratos de buena calidad” explica la enfermera certificada y profesora asistente de nutrición clínica en el centro médico Southwestern de la universidad de Texas Lona Sandon.

Las enfermedades cardiovasculares y la diabetes se han convertido en las principales causas de muerte en nuestro país, esto derivado de los mismos problemas de sobrepeso y obesidad, y si a esto le sumamos la falta de ejercicio y actividad física de la población, el problema es más grave de lo que podríamos imaginarnos.

Las consecuencias del consumo de refresco no solo se reflejan en estos problemas de salud, también nos podemos encontrar con algunos otros, como son las caries y la pérdida de densidad ósea. “Tal vez tenga que ver con el fósforo que contiene el refresco o podría ser que la gente está tomando refresco en lugar de otras bebidas, tales como la leche, que tienen nutrientes necesarios para tener huesos sanos”  nos explica Lona Sandon.

El gobierno ha tomado acciones para intentar combatir el consumo de refresco en nuestro país, una de estas acciones es un impuesto que se impuso a las bebidas azucaradas en el 2013, con el fin de intentar frenar el consumo de estos productos en nuestra población. Infortunadamente esta acción no ha tenido los resultados que se esperaban, ya que aunque según estudios se ha disminuido el consumo de refrescos y bebidas azucaradas, ha sido en porcentajes muy bajos.

Toda la publicidad que hacen las compañías refresqueras ha sido un factor muy importante para que la población siga consumiendo sus productos ya que inundan todos los medios de comunicación con sus anuncios y promociones (si es que así se les puede llamar).

Pero si nos ponemos a pensar desde   otro punto de vista, no solo podemos pensar en boicotear a la industria refresquera, también debemos de pensar en el impacto que tendría en nuestro país si cayeran las ventas de estas compañías, debido a que estas forman una parte muy importante de la economía de México, siendo unas de las mayores fuentes de empleo con las que se cuenta.

Estas mismas han implementado muchas acciones para que en nuestro país se haga más ejercicio y si bien consumimos muchas calorías en sus productos, intentan hacernos conscientes de ello y nos motivan a que hagamos más ejercicio para conservar un buen estado físico y al mismo tiempo que cuidemos de nuestra salud.

Si a esto le sumamos que el gobierno ha recuperado muchos espacios públicos donde la población puede ir a hacer ejercicio de forma gratuita, hace comerciales y anuncios para que los padres sean conscientes y aparte de poner un ejemplo a sus hijos los eduquen de una manera diferente, por lo menos con respecto a hacer ejercicio y mantener un buen rendimiento físico.

Otra acción que ha tomado el gobierno son los  programas de salud con los cuales nos invitan a que mantengamos el peso correcto para gozar de buena salud y apariencia, checándonos y acudiendo a las unidades clínicas para revisar y mantener bajos nuestros niveles de azúcar.

Conclusión

En conclusión el problema que tiene la población de nuestro país es muy grave, ya que hay varios factores que influyen.

No podemos culpar solo a la industria refresquera de que nos vende productos con altos contenidos de azúcar, y de que inunde nuestros medios de comunicación con su publicidad, ya que también es una parte importante de la economía de México y una de las mayores fuentes de empleo, aparte de que intenta concientizar a las personas de que si van a consumir sus productos también deben de hacer por lo menos un poco de ejercicio para que no tengan problemas de salud.

El gobierno ha puesto muchas herramientas en nuestras manos para tratar de disminuir el consumo de refrescos, es cierto, pero tampoco lo podemos dejar libre de culpa, ya que la clase social media-alta y alta tienen mayores posibilidades de enfrentar este problema, pero para la clase social media-baja y baja las posibilidades son distintas debido a que el acceso al agua potable para ellos es a veces un lujo que no se pueden dar.

Por último pero no menos importante estamos las personas que consumimos refrescos, debemos de ser conscientes de lo que estamos ingiriendo, el daño que nos provoca y que también hay métodos de disminuir su consumo o por lo menos acciones que podemos tomar para poder llevar una vida más saludables aunque tengamos que consumir este tipo de productos.

Necesitamos una mejor educación cívica para comenzar a combatir este tipo de problemas que aquejan a nuestro país y su población, y apara esto debemos de participar en conjunto: personas, gobierno e industrias refresqueras, si queremos tener una mejor calidad de vida para nosotros y para las generaciones futuras.