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ORÍGENES DE LA FOTOGRAFÍA PERIODÍSTICA EN VENEZUELA


Enviado por   •  10 de Junio de 2016  •  Trabajo  •  2.832 Palabras (12 Páginas)  •  381 Visitas

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ORÍGENES DE LA FOTOGRAFÍA PERIODÍSTICA EN VENEZUELA

Desde 1840 hasta principios del siglo XX, ocurren los cambios más  significativos en cuanto a la evolución de la técnica fotográfica  en el mundo y por ende en relación con sus usos: se cambian los soportes, se disminuyen los tiempos de exposición, se logra sacar copias de un mismo original y se obtienen cámaras  de pequeñas dimensiones, baratas y con lentes de gran potencia, que permiten la movilidad total del fotógrafo. En Venezuela, este tránsito  está  marcado por la llegada y uso, primero, del daguerrotipo y luego por una cantidad indeterminada de variantes de éste que se anunciaban como los más  grandes adelantos del momento.

En el período comprendido entre 1841, año de la introducción de la daguerrotipia en Venezuela y 1889, cuando aparece el primer medio tono en una publicación nacional, son pocas las fotos que pueden considerarse periodísticas.

En 1853 un fotógrafo, cuyo nombre se desconoce, captó una serie de vistas sobre el terremoto de Cumaná. Cuatro años más tarde, la fotografía ingresa por primera vez en la prensa venezolana, aunque de un modo indirecto. El Diario de Avisos y Semanario de las Provincias publicó dos grabados, hechos a partir de dos daguerrotipos, que representaban el antes y el después de una operación del rostro practicada a un paciente en Maracaibo. Al contrario de otros países, la práctica de hacer grabados a partir de fotografías no fue común en la prensa nacional.

Otra fotografía que puede considerarse periodística fue realizada en 1868 por un profesor de apellido Cotolinger, quien con una cámara de bolsillo –raras para la época- retrató a un ratero en el momento en que le sacaba el pañuelo a un colegial. Esta imagen ilustraría más tarde el libro “Anales de robo en Venezuela”.

El retrato hecho en estudios fue la modalidad imperante en la fotografía venezolana del siglo XIX. Sin embargo, hubo algunos fotógrafos que salieron a la calle y documentaron diversos aspectos de la vida nacional. Tal fue el caso del húngaro Pal Rosti, quien viajó por América entre 1856 y 1858, para posteriormente escribir un libro ilustrado acerca de su experiencia en Venezuela, México y Cuba, produciendo un interesante material fotográfico sobre estos países. En Venezuela, Rosti fotografió con la técnica del colodión húmedo los morros de San Juan, el Samán de Güere, la casa del ingenio de San Mateo y la Iglesia de Turmero, entre otros sitios. Hasta donde se sabe, ninguna de las fotos de Rosti apareció en la prensa nacional. Además, se limitó a captar paisajes y vistas generales y no registró sucesos o acontecimientos de actualidad.

Otro importante fotógrafo documental fue el alemán Federico Lessmann, quien desde 1844 se desempeñó en Venezuela como dibujante y litógrafo. Antes de dedicarse a la fotografía Lessmann dibujó los más importantes sitios de Caracas como el mercado de la Plaza Mayor (1850-1852), el templo de San Francisco (1853), así como panorámicas de la ciudad, hechas desde la colina de El Calvario y los cerros al sur del Guaire. Posteriormente, entre 1857 y 1870, captó fotográficamente los mismos motivos con similar composición y colocándose en el mismo lugar donde había hecho los dibujos. Al contrario de Rosti, Lessmann sí registró con su cámara algunos hechos de interés periodístico como la procesión del Viernes Santo. Muchas de sus fotos también pudieron ser vistas a través de estereoscopios, especie de televisores del siglo XIX.

En el campo del retrato, algunos trabajos apuntan hacia el periodismo debido a la importancia de las personas fotografiadas y al hecho de que, en algunos casos, fueron divulgados. Tal vez el más antiguo sea el realizado en los años cincuenta del siglo XIX al comandante valenciano Leonardo Espinosa, famoso por ser quien dio la voz de arresto al general Julián Castro en el golpe que lo destituyó como jefe de Estado en 1859. tro retrato importante es uno del general José Antonio Páez tomado por Lessmann en 1860. También destacan las fotos de Antonio Guzmán Blanco, hechas por el norteamericano Alva Pearsall.

Si bien algunos retratos de personalidades no se publicaron en la prensa, sí fueron vistos en estereoscopios y en las llamadas “tarjetas de visita” (tarjetas de presentación que llevaban una foto del titular), la cuales fueron introducidas en Venezuela por Próspero Rey en 1862. De allí su importancia  como antecedentes de la fotografía periodística en el país.

Lo cierto es que hubo que esperar hasta 1889 para que aparecieran las primeras fotos de medio tono en las páginas de un órgano de prensa nacional. Ello ocurrió el 31 de marzo de ese año en el número 4 de El Zulia Ilustrado, revista mensual de Maracaibo, pionera en imágenes en Venezuela, dirigida por Eduardo López Rivas, que se publicó entre 1888 y 1891. Ese día se publicaron dos fotos que mostraban a un hombre antes y después de la operación de un enorme tumor. Al parecer, las fotos fueron tomadas por Alcibíades Flores, médico que practicó la operación, y fotograbadas en medio tono en el exterior. Inexplicablemente, El Zulia Ilustrado no publicó más fotos en medio tono. No obstante, si aparecieron algunos fotograbados más que fueron procesados en Venezuela.

Pocos años después apareció en Caracas la revista El Cojo Ilustrado, fundada en 1892 por Jesús María Herrera Irigoyen. Como se indica en su primer número, esta publicación tuvo entre sus propósitos iniciales, además de sus objetivos literarios, establecer el fotograbado en Venezuela. De allí que un año antes de sacar la revista, Herrera Irigoyen viajó a Europa de donde trajo un moderno taller de fotograbado mecánico, inspirado en publicaciones como L’Ilustration, periódico francés que divulgaba fotografías. De esta manera, el editor sitúa a El Cojo Ilustrado dentro de la renovación de la tipografía aplicada al periodismo, la cual se afirma en Europa y Estados Unidos a finales del siglo XIX.

Desde sus primeros números El Cojo Ilustrado mostró imágenes de Venezuela y el exterior. Las ilustraciones extranjeras eran conseguidas generalmente a través de funcionarios de las embajadas venezolanas y también algunos lectores hacían llegar las fotografías tomadas en sus viajes al exterior. Igualmente la revista recibía fotografías sobre sucesos ocurridos en diferentes sitios del país. Pero no pasaría mucho tiempo sin que  los fotógrafos profesionales comenzaran a colaborar con El Cojo Ilustrado. Ellos, y algunos aficionados, se convirtieron así en antecesores de los pioneros del reporterismo fotográfico en Venezuela.

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