PESTE NEGRA
Enviado por Diego Salamanca • 19 de Julio de 2021 • Biografía • 5.402 Palabras (22 Páginas) • 134 Visitas
Peste negra
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Este artículo trata sobre la pandemia histórica del siglo XIV. Para la descripción clínica de la enfermedad, véanse Peste y Peste pulmonar.
Ciudadanos de Tournai enterrando víctimas de la peste negra. Miniatura de Pierart dou Tielt, c. 1353.
La peste negra o muerte negra fue la pandemia de peste más devastadora de la historia de la humanidad, que afectó a Eurasia en el siglo xiv y que alcanzó un punto máximo entre 1347 y 1353. Es difícil conocer el número de fallecidos, pero modelos contemporáneos los calculan entre 80 a 200 millones en Eurasia y África del Norte. Habría provocado la muerte de entre el 30 % y el 60 % de la población de Europa, siendo un tercio una estimación muy optimista.1 La teoría aceptada sobre el origen de la peste explica que fue un brote causado por una variante de la bacteria Yersinia pestis.234 Es común que la palabra «peste» se utilice como sinónimo de «muerte negra», aun cuando aquella deriva del latín «pestis», es decir, «enfermedad» o «epidemia», y no del agente patógeno.
De acuerdo con el conocimiento contemporáneo, la pandemia irrumpió en primer lugar en Asia, para después llegar a Europa a través de las rutas comerciales. Introducida por marinos, la epidemia dio comienzo en Mesina, actual Italia. Mientras que algunas áreas quedaron despobladas, otras estuvieron libres de la enfermedad o solo fueron ligeramente afectadas. En Florencia, solamente un quinto de sus pobladores sobrevivió. En el territorio actual de Alemania, se estima que uno de cada diez habitantes perdió la vida a causa de la peste negra. Hamburgo, Colonia y Bremen fueron las ciudades en donde una mayor proporción de la población murió. En cambio, el número de muertes en el este de Alemania fue mucho menor.
Según las opiniones de la época, se habría tratado de «un acto de Dios».5 Las consecuencias sociales de la muerte negra llegaron muy lejos; rápidamente se acusó a los judíos como los causantes de la epidemia por medio de la intoxicación y el envenenamiento de pozos. En consecuencia, en muchos lugares de Europa se iniciaron pogromos judíos y una extinción local de comunidades judías. Aun cuando líderes espirituales o seculares trataron de impedir esta situación, la falta de autoridad debido a la agitación social, que a su vez era consecuencia de la gravedad de la epidemia, generalmente no les permitía a aquellos tener éxito.6
Índice
1 Antecedentes
2 La enfermedad
2.1 Síntomas y mortalidad
2.2 El agente infeccioso
2.2.1 La Yersinia pestis
2.2.2 Otro u otros patógenos
3 Expansión de la enfermedad
4 Consecuencias
5 Interpretación histórica
6 Véase también
7 Notas
8 Referencias
9 Bibliografía
10 Enlaces externos
Antecedentes
Escudo de Plagas: La muerte coronada como vencedora. 1607-37, Augsburg, Alemania.
Realmente, la peste negra no cuenta con antecedentes, debido a su carácter multicontinental.nota 1 Griegos y romanos relataron infinidad de pestilencias, algunas de gran mortalidad o morbilidad, como la que debió asolar el norte de África hacia 125 a. C.; (Gonzálves Cravioto, 2003, p. 44) pero eran epidemias muy localizadas en una ciudad o región concretas. La peste negra fue un mal que atacó el norte de África, Asia, Oriente Medio y Europa, excepto Islandia y Finlandia,8 con una mortalidad no alcanzada después por las más graves epidemias como la viruela, diezmadora en América, o la pandemia de gripe de 1918.9
La situación política encontrada por el agente infeccioso fue de relativa estabilidad comparada con lo vivido siglos antes en Europa y en buena parte de Asia. Por una parte, las grandes migraciones con sus saqueos y ataques se habían detenido, los vikingos, vándalos, húngaros o árabes se asentaron en distintos territorios de una forma más o menos definitiva.10 En Asia, el imperio mongol se había dividido en dos reinos que se despreciaban, indicando la poca cohesión interna según Solar (2001, p. 52). Por su parte, toda la costa mediterránea de África ya no sufría los envites de cristianos en forma de cruzada o invasiones provenientes de la península arábiga, pues Bagdad había perdido el poder político tras los ataques de Gengis Kan.11 Con todo, el ambiente político en Europa y Asia distaba mucho de ser estable y en paz, entre otros motivos por la Guerra de los Cien Años, que se solaparía con la epidemia y los acontecimientos vividos en el desmembrado Imperio mongol, que terminaría arrasando Bagdad, la capital abasí.12
La situación demográfica por su parte también aparentaba cierta prosperidad. Tras vivir varios años de un clima benigno y buenas cosechas, la población en el Viejo Continente aumentó hasta los 80 millones de habitantes aproximadamente.1 A esto también contribuyeron las nuevas técnicas y artes agrarias, Walter de Henley (1971) indicaba varias como el empleo de caballos en lugar de bueyes,nota 2 la utilización del arado con reja de hierro y la división de la tierra en tres cultivos en lugar de dos, lo que se denomina cultivo de alternancia trienal,nota 3 Sin embargo, esta situación tan benigna cambió en torno al 1300. Autores como Jacques Le Goff (2002, p. 264 y siguientes) indicaban que dicho modelo comenzó a presentar signos de agotamiento por la necesidad de más tierras y más caballos disponibles para lograr alimentar a toda la población, el cultivo trienal no lograba regenerar totalmente los campos. Tampoco el ganado tenía pastos suficientes por lo que continuó la desforestación y esta la reducción de lugares para la caza con la subsiguiente reacción de nobles. Estos problemas convergieron o fueron causados por la conocida como Pequeña Edad de Hielo, según investigadores como Brian Murray Fagan (2008), que debió comenzar hacia 1300, produciendo una disminución en las cosechas, con el consiguiente incremento de hambrunas o malnutrición. Por tanto, la epidemia encontró a dos o más generaciones debilitadas desde la infancia por estos sucesos.
La economía por su parte había recibido cierto empuje debido a las buenas producciones agrarias, a la reanudación constante de las caravanas comerciales por la Ruta de la Seda gracias al control territorial de los mongoles y, dato de gran importancia para la propagación de la enfermedad, la mejora de las técnicas de navegación y construcción de navíos, con las que poder transportar cargamentos de gran tamaño desde puertos en mar Negro o el Mediterráneo hasta Barcelona, Marsella o las ciudades italianas.10 Este aumento de la riqueza se puede constatar en las construcciones
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