PREJUICIOS Y ACTITUDES HACIA LA SEXUALIDAD EN LA VEJEZ

En la sociedad actual las personas mayores en el proceso de envejecimiento presentan una mayor fragilidad y vulnerabilidad frente a enfermedades y a cualquier tipo de agresión.

El proceso de envejecer se caracteriza por ser la única edad que no introduce a otro ciclo de la vida ya que es el momento más dramático en donde se hacen más presente las pérdidas y los temores, pérdidas de todo tipo, por ejemplo: del papel productivo, de la capacidad laboral, posibilidad de perder la pareja, los amigos, los hijos, disminución de eficiencia física y de la independencia psicológica, entre otros. En esta etapa también se experimentan sentimientos contradictorios frente a la sexualidad y temas relacionados los cuales provocan actitudes y reacciones muy distintas.

Principales temores: temor a la soledad, al aislamiento, a la incomprensión, a la falta de recursos económicos, a la discapacidad, a la fragilidad, a la dependencia.

Todos los prejuicios sociales castigan a los adultos mayores, quitándoles el derecho a mantener una actividad sexual satisfactoria, esto y los cambios producidos por el envejecimiento en la sexualidad produce una gran ignorancia en el tema, y hace que parezca imposible plantear la posibilidad de que los Adultos Mayores vivan su propia vida sexuada. Gran mayoría de la sociedad e incluso gran parte de los profesionales sanitarios parecen pensar que el adulto mayor es un "ser asexuado".

La investigación hace referencia acerca de un estudio exploratorio en ancianos y jóvenes sobre las actitudes que presentan hacia la sexualidad en la vejez. Se construyó un cuestionario con 14 reactivos en una escala de tipo Likert; donde las preguntas estaban dirigidas hacia estereotipos y prejuicios negativos de la vejez y vida sexual, en el estudio participaron ciento veinte personas, sesenta personar se encontraban entre los 60 y 98 años de edad y los otros sesenta participantes se encontraban entre los 16 y 36 años. Los resultados de esta investigación muestran que las personas jóvenes tienen menos prejuicios acerca de la vida sexual en la vejez que los adultos mayores.

El 76% de los jóvenes no considera cierto que la vida sexual termine con la llegada de la andropausia frente a un 70% de ancianos que si lo cree cierto.

En el caso de las mujeres un 90% de jóvenes no creen que la vida sexual de las mujeres terminen con la llegada de la menopausia frente a un 63% de adultos mayores que si lo creen cierto.

Otro prejuicio reportado como el más dañino es aquel que limita la expresión de afectividad de los adultos mayores, el 95% de los jóvenes creen que es falso que los adultos mayores se vean ridículos mostrando afecto mientras que un 70% de adultos mayores cree que si se ven ridículos.

Otro resultado importante es que el 85% de los jóvenes creen que es falso que los adultos mayores deban reprimir su sexualidad debido a la edad mientras que un

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