Pensamientos Aborigenes
Enviado por chipayatita • 6 de Septiembre de 2012 • 1.750 Palabras (7 Páginas) • 554 Visitas
Pensamientos Mayas
Las emociones y los pensamientos de las personas estaban influenciadas por los movimientos del sistema solar, de la Luna, de las estrellas y de la ciclicidad del agua, así como por los solsticios de verano e invierno. Todo ello les llevó a establecer que los ciclos de ri ik´ (la Luna) y ri q´ij (el Sol) inciden energéticamente en la vida de las personas.
El significado filosófico que las ancestras y ancestros mayas le dieron a su sistema matemático vigesimal está asociado a los cinco dedos que las personas tenemos en cada mano y en cada pie. De esa cuenta, la multiplicación de 4 x 5 da un total de 20, que en los idiomas kaqchikel y k´iche´ significa Jun Winäq.
Este primer cálculo del tiempo dio como resultado la definición de los 20 Q´ij (días), conocidos también como nawales. Estos nawales en idioma K´iche´ son: Imox, Iq´, Aq´ab´al, K´at, Kan, Keme, Kej, Q´anil, Toj, Tz´i´, B´atz, E, Aj, I´x, Tz´ikin, Ajmaq, No´j, Tijax, Kawoq, Ajpu´.
Cada uno de los nawales o días cuenta con su respectiva carga energética, que en los idiomas k´iche´ y kaqchikel significa raq´än q´ij. La carga energética, por un lado, representa las 13 rotaciones de la Luna alrededor de la Tierra en el transcurso del año solar, y por otro lado significa las 13 articulaciones identificadas en el cuerpo humano, distribuidos así: seis en los brazos izquierdo y derecho, seis en las piernas izquierda y derecha y una en la nuca.
Es así como cada uno de los 20 nawales o días tiene su carga energética, que va de 1 a 13. Por tanto, la multiplicación de los 20 nawales por las 13 rotaciones de la Luna alrededor de la Tierra y los múltiples significados de este numeral en el pensamiento maya constituyeron los hilos centrales para tejer los sistemas calendáricos de medición del tiempo.
Dentro de los sistemas calendáricos mayas más conocidos están el Cholq´ij ó cholb´äl q´ij —calendario lunar— y el Ab´, conocido en español como calendario solar o agrícola. El Cholq´ij resulta de la cuenta de los 20 nawales por 13 que da un total de 260 días, a los que se suman cinco días denominados Wayeb´. Este sistema calendárico puede facilitar que las personas, desde muy temprana edad, comprendan su uwäch q´ij y su ch´umilal.
El uwäch q´ij está relacionado a las potencialidades, limitaciones y cualidades de la personalidad. Conforme las personas logran trascender sus limitaciones y se armonizan con sus potencialidades podrán identificar con mayor precisión su ch´umilal, que consiste en la proyección social, política, artística y económica, acorde a sus aspiraciones personales libres de imposiciones adultocéntricas, capitalistas, sexistas, etcétera
Pensamiento Azteca
Las concepciones de los aztecas relativas al Universo reflejaban sus gustos trágicos y sus inclinaciones a los sacrificios y prácticas sangrientas. La creación del Mundo había empezado por el sacrificio voluntario del dios Nanahutzin (dios de la sífilis, como Amimitl era lo era de la disentería), que se arrojó a una hoguera. Quetzalcoátl había sacrificado a su hijo, que tras ello se convirtió en Sol. Cuatro edades o soles se había sucedido, cada una de ellas terminaba por un cataclismo. Al final de la primera, los hombres habían sido destruidos por los jaguares. La segunda, por el viento. La tercera acabó mediante una lluvia de fuego y la cuarta, en diluvio.
Los primeros sacrificios, los habían hecho los dioses para alimentar al Sol con sangre de corazón. El mundo subterráneo comprendía nueve pisos; los cielos, trece, superpuestos. En fin, práctica esencial en la religión de los aztecas era, como ya hemos indicado varias veces, los sacrificios humanos, costumbres que fueron en aumento a medida que la civilización progresaba.
Esto, la abundancia de dioses y su complicado ritual dio nacimiento a un cuerpo sacerdotal muy numeroso a cuya cabeza estaban dos grandes sacerdotes, que llevaban el nombre de Quetzalcoátl. A sus órdenes se escalonaban una jerarquía complicada y una escuela encargada de la formación de novicios. Había, además, brujos y magos que, mediante renumeración, predecían el porvenir, curaban enfermedades y hacían otros servicios análogos.
Los aztecas creían en la creación del hombre basados en los Dios Ometecutli y Omecihualt, creadores de la vida e inicio de todo, los cuales a su vez tuvieron cuatro hijos: Tezcatlipoca, Xipetotec, Quetzalcoátl y Hutzilopochtli. Los aztecas creían que el mundo estaba destinado a ser creado y destruido cinco veces, así que los aztecas que Cortes encontró creían que estaban viviendo en el quinto y final período de la creación. Los aztecas no tenían nada que se refiriera a la Eternidad, no tenían noción de la misma.
Pensamiento Inca
El antiguo inca tenía una estructura de pensamiento única, las concepciones sobre Dios (Viracocha), el mundo (Pacha) y el hombre establecen el tema central de su pensamiento y mundo ideológico, muchos de estos datos se obtuvieron de cronistas del siglo XVI que pudieron presenciar y trasmitir el apogeo de esta civilización.
La crónica española aporta abundante información sobre Viracocha. Viracocha, en quechua 'señor', nombre del supremo dios del cielo venerado por los incas del Perú pre-hispánico, creador de las demás divinidades, de la tierra y de los hombres.
Aunque esta poderosa divinidad era innombrable en la religión indígena, porque éste era conocido por su poder y no era posible definirlo en forma precisas, se le honraba con varios títulos, como por ejemplo Ilya-Tiqsi Wiraqoca
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