Peron
Enviado por contrs123 • 21 de Febrero de 2015 • Síntesis • 4.564 Palabras (19 Páginas) • 234 Visitas
Objetivo: Conocer y comprender las características ideológicas, políticas, económicas, sociales y culturales de la década y estar en condiciones de realizar un balance de la misma con el fin de alcanzar una visión profunda del período.
Contenidos: El ascenso de Perón. El 17 de octubre de 1945. El primer gobierno. Política social y económica. Política internacional. Segundo gobierno. La crisis. Revolución Libertadora.
Este trabajo tratará de introducir al lector a una época que marco una etapa fundamental en la política argentina.
Una década 1945-1955, en la cual Juan Domingo Perón llevó la riendas hacia una nueva Nación. Perón era el nuevo caudillo, y como todo líder tuvo la gente que le fue fiel y la gente que se oponía a su política.
Justamente este es el tema base de este trabajo el cual espero sinceramente les deje todas las ideas acerca de Perón muy claras. Para esto pasemos la hoja y continuemos con la lectura de la investigación.
¿Quiénes apoyaron y quiénes se enfrentaron a Perón?
esgraciadamente las instituciones políticas de la nación no estaban equipadas, en ese momento, para absorber grandes grupos de nuevos participantes políticos. Las estructuras, los programas y los dirigentes de los partidos políticos existentes no eran capaces de ofrecer nada de valor a la clase trabajadora. Hasta 1940 el Congreso estuvo dominado por los conservadores, que parecían totalmente indiferentes a los problemas de los trabajadores; durante los tres años siguientes los radicales utilizaron su mayoría parlamentaria para poner en dificultades al Presidente e impedir la aprobación de cualquier tipo de programa.
Éste era el escenario en 1943 cuando los jefes de las fuerzas armadas asumieron nuevamente el papel protagónico y depusieron al gobierno conservador. En el gobierno militar que surgió del golpe, el poder se fue concentrando gradualmente en las manos de un coronel destinado a dominar el curso de la política argentina durante los 30 años siguientes: Juan Domingo Perón.
Perón fue uno de los pocos hombres de la revolución que percibió que había algo que satisfacer en el pueblo y que hacerlo iba a ser el elemento legitimador de la revolución. Perón uno de los hombres del G.O.U (Grupo de Oficiales Unidos) quien desde los cargos que ocuparía en progresivo ascenso sabría "oír" las necesidades del pueblo argentino y comenzar a planear un movimiento de opinión.
Después de que Rawson y Ramírez pasaran fugazmente por el sillón presidencial hubo un cambio importante, el tono gremial del Gobierno cambió debido a que el coronel Perón, secretario del Ministerio de la Guerra, asumió la jefatura del Departamento Nacional de Trabajo, que un mes después se transformaría en Secretaría.
Perón fue el único dirigente militar que pareció haber visto el potencial político del movimiento obrero, algo que lo ayudo a descubrirlo fue su relación con los gremialistas . Desde una posición de importancia secundaria en el gobierno de la revolución inició una campaña para obtener el apoyo de la clase trabajadora. Apoyó la formación de nuevos sindicatos y una gran expansión de los que ya existían y le eran favorables. La acción de Perón se enderezó a promover una serie de medidas laborales y previsionales tendientes a satisfacer los reclamos y necesidades de los trabajadores.
Farrell fue nombrado presidente a causa de la renuncia del actual; Farrell, ex jefe, amigo y aliado de Perón lo nombró a este ministro de Guerra con retención de la secretaría de Trabajo. El control del ejército y de la fuerza obrera quedaban en sus manos.
La vicepresidencia de la nación estaba vacante y por este motivo la oficialidad del ejército, puesta en asamblea, votó a los candidatos y ganó, por escaso margen, Perón contra Perlinger. Perón fue designado vicepresidente con retención de sus dos cargos anteriores. La suma del poder se encontraba en sus manos.
En los primeros meses del 45, Perón debía computar ciertas limitaciones políticas: los nacionalistas lo odiaban; lo consideraban un traidor. De los partidos tradicionales no había llegado nadie, salvo algunos socialistas que estaban cerca del oficialismo en función de sus responsabilidades gremiales.
Lo peor para Perón era que el territorio político se le estaba achicando de manera alarmante. Las vagas declaraciones oficiales sobre elecciones debían concretarse cada vez más. Sin apoyo entre los partidos tradicionales ni de un movimiento popular nuevo, el tiempo de Perón estaba estrechamente vinculado a la duración de su control sobre el Ejército.
En 1945, el gobierno peronista se veía cercado por una conjura vigorosa y audaz, que reunía en un solo impulso opositor a fuerzas tan diferentes como las grandes empresas, el estudiantado, la influencia de la embajada norteamericana, los partidos tradicionales, las asociaciones de comerciantes y ganaderos, los sindicatos ajenos a la órbita oficialista, la burocracia estatal, la Marina, un sector no despreciable del Ejército, los intelectuales, la justicia, la inmensa mayoría de los diarios... Frente a esta avalancha de fuerzas, sólo restaba a Perón el manejo del aparato represivo del Estado y sus propias huestes.
La llegada del embajador norteamericano, Spruille Braden, radicalizó el proceso político interno y las fuerzas opositoras encontraron en el representante de Truman un verdadero jefe, cuya primera decisión fue suspender los acuerdos que se habían logrado semanas antes con una misión económica norteamericana. De allí en adelante, Braden y Perón se agredieron prolijamente. Se clarificaba rápidamente el panorama político y las dos grandes alternativas que habían de plantearse los argentinos en términos electorales redondeaban sus respectivas propuestas. De un lado, la democracia liberal, políticamente formalista y convencional, deseosa de retornar al sistema anterior a la revolución del 43 con las correcciones debidas. Del otro lado, un fervoroso caos popular que tenía a Perón por líder indiscutido y se abrigaba un profundo contenido nacional y una adelantada actitud en el campo social.
Varios de los partidos políticos y diversas agrupaciones cívicas postulaban desde tiempo atrás la unión de todas las fuerzas democráticas para enfrentar al gobierno militar. La Unión Cívica Radical aprobará el 13 de noviembre de 1945 la formación de la Unión Democrática de Fuerzas Opositoras, con el lema: "Por la libertad contra el fascismo". Tras dicha unión, el radicalismo elige a José P. Tamborini y Enrique M. Mosca para integrar la fórmula que sostendrá en los comicios
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