Peru Y Su Proximo Bicentenario
Enviado por zhiamen16 • 10 de Octubre de 2013 • 1.195 Palabras (5 Páginas) • 313 Visitas
En 1921, cuando gobernaba Augusto B. Leguía, el Perú cumplió un siglo de vida independiente. ¿Por qué la fecha? Entre 1909 y 1910, varios países latinoamericanos celebraron su Centenario, pues conmemoraron el “primer grito de independencia”, ya sea de su Virreinato (México, Colombia y Argentina), de su Audiencia (Bolivia y Ecuador) o de su Capitanía General (Chile). En realidad, no fue el centenario de su independencia efectiva sino el inicio (remoto) de su lucha por ella, pues todos tuvieron que esperar varios años, que van desde 1816 hasta 1830, cuando empezaron a funcionar como verdaderos Estados independientes. En el caso peruano, si tuviéramos que aplicar la misma lógica, habríamos tenido que celebrar nuestro centenario en 1911, cuando se cumplieron 100 años del grito emancipador de Francisco de Zela en la ciudad de Tacna, fuertemente reprimido por el virrey Fernando de Abascal, quien presidía entonces el Virreinato peruano.
La tradición de celebrar acontecimientos similares en momentos distintos induce al error, pues muchas veces se piensa que el Perú se independizó mucho después que el resto de países latinoamericanos. Hoy, gracias al avance de la historiografía, sabemos que la Independencia de Hispanoamérica fue un mismo proceso, y la del Perú fue parte de éste, por lo que muchas fechas claves coinciden.
Las diferencias entre los países tienen que ver con la forma en que, arbitrariamente, durante la construcción de su Estado-Nación en el siglo XIX, sus élites fijaron la fecha (el momento) fundacional de sus respectivas patrias, iniciándose así una tradición celebrativa o tradición conmemorativa. A la confusión de fechas, a este error “cronológico”, se suma otra controversia. Ésta tiene que ver con la idea según la cual, como los demás países se independizaron primero, ellos superaron con mayor facilidad la pesada “herencia colonial” y construyeron Estados más eficientes, más coherentes, con mayores niveles de integración que el Perú e, incluso, gracias al temprano surgimiento de una élite dirigente mejor comprometida con los intereses de sus respectivas “naciones”. Hoy, asimismo, debido al desarrollo de la historiografía latinoamericana, tal argumento no resiste ningún análisis serio.
A diferencia de otros países de la región, en el Perú no hubo ningún problema para elegir el nombre que debía llevar el país luego de la Independencia; tampoco hubo mayor dificultad para asumir que el acontecimiento “fundacional” de la Nación fue cuando San Martín convocó a los peruanos a luchar por la emancipación el 28 de julio de 1821. No se tomaron en cuenta algunos acontecimientos anteriores que hubieran sido leídos como “gritos precursores”: Francisco de Zela (Tacna, 1811), Enrique Paillardelle (Tacna, 1813) y Mateo Pumacahua y los hermanos Angulo (Cuzco, 1814), todos ellos inscritos en la coyuntura de la crisis monárquica en España y el avance del liberalismo hispano, pero también duramente reprimidos por el virrey Abascal con el apoyo de la élite limeña.
Ya desde 1822, un año después de la proclamación del Libertador argentino, la población limeña celebró el 28 de julio. Luego, en 1827, quedó esta fecha sancionada, oficialmente, como el “aniversario patrio” en todo el territorio de la república. Los que sobrevivieron a la guerra asumieron que la “verdadera” independencia se dio desde la llegada del ejército sanmartiniano hasta la victoria de Ayacucho, conseguida por las tropas bolivarianas al mando del mariscal Antonio José de Sucre. En todo caso, fue una apreciación más pragmática del proceso, no la “romántica” de escoger un grito aislado y remoto, incluso “fidelista” o ambiguamente “separatista”, y que fue apagado con relativa facilidad, como ocurrió en algunos países de la región. Por ello en el Perú, sin mediar polémicas, el Cincuentenario se cumplió
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