Plásticos 16 dígitos
Enviado por aniluap111 • 2 de Abril de 2014 • 2.204 Palabras (9 Páginas) • 264 Visitas
Plásticos de dieciséis dígitos
"Casas de cincuenta pisos
y multitud de color
diarios, revista avisos
millones de circuncisos,
dolor, dolor, dolor,..."
Pablo Neruda al visitar por primera vez la ciudad de Nueva York.
1.
La inminente muestra del fracaso y colapso del modelo económico que actualmente predomina en el mundo es cada vez mas evidente, este modelo ha sostenido la economía mundial por años, sin embargo su colapso estruendoso ha hecho aparición en la última década, y lo ha hecho de manera “rápida”. Con la crisis económica mundial, originada en Estados Unidos y su propia crisis, hasta el agotamiento de las reservas del tan apreciado petróleo en América Latina y Medio Oriente, comienzan a vislumbrar lo que parece ser el fin del “moderno” orden mundial, el capitalismo.
Al estudiar la historia de la humanidad, nos damos cuenta que cada modelo que ha existido tiene su propio colapso y es sustituido por versiones actualizadas o “mejoradas”. Primeramente con el feudalismo y hasta el socialismo, cada uno ha tenido su derrumbe, y con esto permiten la creación de nuevos modelos que sirven para mantener la actividad económica del mundo.
El último modelo existente y quizá del que más podemos estudiar, fue el capitalismo, con su doctrina neoliberal, este modelo centró toda su fuerza y sistema de creencias en el mercado, limitando a la más mínima expresión el papel del Estado en materia económica.
La fuerza del neoliberalismo, a través del mercado, permitió y propició la perpetuación de la distribución inequitativa de la riqueza, aparición de monopolios, búsqueda por parte de las grandes trasnacionales por mano de obra barata que se posiciona principalmente en China, y en América Latina, incluyendo por supuesto a México.
Con todo lo anterior, el tan idolatrado y criticado capitalismo, está dando sus últimas señales de vida, no le hacen nada bien las crisis no sólo económicas, si no políticas de cada país, en México, los efectos de su caída se observan en el alza constante y abrupta del precio de la gasolina, en la inestabilidad de los productos de la canasta básica, de los productos de consumo cotidiano, incluso tener mascota comienza a ser incosteable, y por su puesto, el “buen fin”, el fin de semana más barato del año, que según el gobierno federal, tiene como objetivo “reactivar la economía del país”. Reactivar a las trasnacionales y grandes almacenes pero, las trasnacionales no necesitan reactivar su economía, no necesitan mas dinero, ¿o si?. Los que sí necesitan reactivar su economía son todos los productores, las comunidades, pequeñas empresas, los artesanos, dicho de otro modo, todo aquel que operaba de por sí al maren del capitalismo, subsistiendo de lo que los grandes monopolios comerciales dejan del mal afamado mercado. La derrama económica del buen fin deja marginados a productores nacionales en las comunidades, que cada día deben abaratar sus precios y no por ser fin de año.
Digamos que esto es el pre al fin del capitalismo, la verdadera preocupación no es el mismo colapso del modelo, sino ¿cuál vendrá después?, ¿Qué podría posiblemente sustituir a uno que resultó mortal e ineficiente? No preocupa que se acabe, sino que no existe uno lo suficientemente ideado ni cercano a estar listo que lo pueda suplir.
Además de la crisis económica y social, el capitalismo amablemente nos hereda un grave problema ecológico del cual tampoco se tienen formas para remediar.
En sí lo grave no es el colapso del capitalismo, sino que los modelos previos demostraron su ineficiencia como para que sean aplicables de nuevo, y peor aún, el rastro de un nuevo modelo que esté a la altura de la economía mundial, no se vislumbra al menos en un futuro cercano. Con esto dicho, tendremos que apelar a nuestra capacidad de adaptación, una vez más Darwin tenía razón.
Observemos nuestras ciudades con su gran mercadotecnia consumista, observemos bien nuestros plásticos de dieciséis dígitos por que no sabremos cuándo serán cosa del pasado.
2.
Habiendo establecido el panorama actual del país, me propondré ahora contextualizar lo que considero incumbe a este ensayo, con el objetivo de aclarar mi ideal utópico del orden social, cultural, político y económico del país.
Comenzaré por dar lo que yo creo que es, una definición del hombre actual como individuo, sin dejar de lado los factores que alteran su vida y comunidad, pero regresando a sus valores más primitivos como lo es la supervivencia.
El hombre actual nace destinado a vivir en sociedad, evoca vivencias en el amor pasional o familiar, debe ganarse la vida en el trabajo siempre teniendo en cuenta su realidad social. El sentimiento, trabajo y la cultura conforman los aspectos fundamentales la existencia del humano.
No siempre fue así, en la Edad Media se vendrían los cambios de modos de producción, la aparición de estamentos, las invasiones y jerarquías de poder, la consolidación del clero. Entre otras cosas, consiste en un periodo de sufrimiento en el que el hombre vivió lleno de terrores e inseguro de su futuro debido a estos grandes cambios.
Luego vendría el renacimiento, en donde el hombre encuentra la liberación de sus temores pasados. Si embargo la conquista geográfica, guerras, las grades epidemias, la pobreza y hambruna del siglo persistieron.
Ansiaba llegar a finales del siglo XVII y comienzos del siglo XIX, de donde pretendo tomar los fundamentos de este ensayo. En este periodo surge un transformador movimiento cultural en Europa, el romanticismo. El hombre entonces, comienza la búsqueda por la riqueza espiritual, es apasionado especialmente ante sus anhelos más constantes, el amor y la belleza. Al avanzar el siglo XIX comienza un cambio radical en el hombre, de un esperanzado romántico, la vida se fue haciendo más materialista que otra cosa, con la revolución industrial los rastros de humanismo van siendo suplidos gradualmente por la producción y lo que aún no se conocía como mercado.
Entonces viene el monstruoso siglo XX, sin lugar a dudas el peor periodo que la humanidad ha vivido. Entre conflictos de tipo mundial, que dejaron devastadoras pérdidas humanas, pueblos dominados y conquistados, el inicio de las potencialidad de las guerras nucleares, el dolor ya no es sólo epidémico y físico, el dolor ahora es crónico y con el se vienen enfermedades mentales que afectan a la población.
Los recursos materiales, comunicaciones, y los grandes avances tecnológicos que progresan a pasos agigantados, distan mucho de ser equitativos en cuanto a la distribución y poder adquisitivo, provocando injusticias
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