Politca Para Amador
Enviado por wiliam69 • 22 de Septiembre de 2014 • 429 Palabras (2 Páginas) • 193 Visitas
Acabé el capítulo anterior citándote la venerable opinión de Aristóteles: «el hombre es un
animal cívico, un animal político» (lo cual no debe confundirse con que los políticos sean unos
animales, como opinan algunos). Es decir, que somos bichos sociables, pero no instintiva y
automáticamente sociales, como las gacelas o las hormigas. A diferencia de estas especies, los
humanos inventamos formas de sociedad diversas, transformamos la sociedad en que hemos nacido
y en la que vivieron nuestros padres, hacemos experimentos organizativos nunca antes intentados,
en una palabra: no sólo repetimos los gestos de los demás y obedecemos las normas de nuestro
grupo (como hace cualquier otro animal que se respete) sino que llegado el caso desobedecemos,
nos rebelamos, violamos las rutinas y las normas establecidas, armamos un follón que para qué. Lo
que quería decir Aristóteles, tan formalito como creíamos que era, es que el hombre es el único
animal capaz de sublevarse... Qué digo «capaz»: los hombres nos estamos sublevando a cada paso,
obedecemos siempre un poco a regañadientes. No hacemos lo que los demás quieren sin rechistar,
como las abejas, sino que es preciso convencernos y muchas veces obligarnos a desempeñar el
papel que la sociedad nos atribuye. Otro filósofo muy ilustre, Immanuel Kant, dijo que los hombres
somos «insocialmente sociables». O sea que nuestra forma de vivir en sociedad no es sólo obedecer
y repetir sino también rebelarnos e inventar.
Pero atención: no nos rebelamos contra la sociedad, sino contra una sociedad determinada. No
desobedecemos porque no queramos obedecer jamás a nada ni a nadie, sino porque queremos
mejores razones para obedecer de las que nos dan y jefes que ordenen con una autoridad más
respetable. Por eso el viejo Kant señaló que somos «insocialmente sociables», no asociales o
antisociales sin más. Los grupos animales cambian a veces sus pautas de conducta, de acuerdo con
las exigencias de la evolución biológica cuya orientación tiende a asegurar la conservación de la
especie. Las sociedades humanas se transforman históricamente, de acuerdo a criterios mucho más
complejos, tan complejos... que no sabemos cuáles son. Unos cambios intentan asegurar
determinados objetivos, otros consolidar ciertos valores, y muchas transformaciones parecen
provenir del descubrimiento de nuevas técnicas para hacer o deshacer cosas. Lo único indudable es
que en todas las sociedades humanas (y en cada miembro individual de esas sociedades) se dan
razones para la obediencia y razones para la rebelión. Tan sociables somos cuando obedecemos por
las razones que nos parecen válidas como cuando desobedecemos y nos sublevamos por otras que
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