Popol Vuh
Enviado por danielaespinoza • 9 de Febrero de 2014 • 2.536 Palabras (11 Páginas) • 375 Visitas
Introducción
*Por medio de este trabajo tuve la oportunidad de conocer más acerca de la época de los mayas, como los valores y la religión. Además conocemos sobre sus creencias mitológicas que lo hace más importante todavía y pues como todos sabemos toda cultura que sea conocida o tiene sus grandes historias en la cual nos explican todo lo cómo son sus creencias originales que tiene como idea principal el relato de el origen del mundo y la creación del hombre y los animales. Y presenta el origen de los lugares de la actualidad de ahora.
Resumen
Este libro se divide en 4 partes, pero el orden va diferente.
I PARTE (capítulos I, II y III)
Aquí se empieza a relatar la tierra en donde no habitaba nada ni nadie y solo estaba cubierta de agua , y en la noche los dioses solo el creador, el Formador,Tepeu, Gucumatz y los progenitores decidieron entre sí crear a alguien que habitara la tierra así que crearon la luz y también a los animales, pero al ver que estos permanecían inmóviles le dijeron para todo lo que servían y al ver tanta alegría decidieron darle un sonido a cada animal así que les ordenaron que cada uno dijera su nombre como los animales no hablaban el mismo idioma los dioses les castigaron condenándolos a no vivir en paz una especie y otra, entonces los dioses crearon unos nuevos seres los que poblarían la tierra que eran de barro y se desbarataban fácilmente y con el sol se endurecían pero ellos podían hablar aunque no tenían entendimiento, los dioses les dieron vida mientras creaban otro ser mejor. Crearon a unos nuevos, estos eran de madera caminaban, hablaban y sus palabras tenían sentido, pero no tenían corazón por lo que no reconocían que los dioses los habían creado y por este motivo nunca les rindieron cuentas por lo cual los dioses los condenaron a morir y les enviaron una lluvia de cenizas quedando más tarde toda la tierra que era seca, cubierta por agua y así fueron aniquilados estos hombres.
III PARTE (capítulos I, II y III)
El creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz y los Progenitores estuvieron conversando acerca de que tenía que existir alguien que los sustentara entonces meditaron toda la noche y entraron en platicas acerca de la primera madre y padre, entonces de maíz amarillo y de maíz blanco se hizo la carne y de la masa del maíz se hicieron los brazos y piernas del hombre y únicamente masa de maíz entro en la carne de los cuatro hombres que fueron creados y así crearon a al primer hombre llamado Balam-Quitzé , el segundo Balam-Acab y el tercero Mahucutah y el cuatro Iqui-Balam y también les fueron creadas las mujeres de cada uno. Estos hombres eran abuelos de ciertos hombres que con desesperación esperaban la aurora y mientras invocaban la salida del sol y contemplaban el lucero del alba.
I PARTE (capítulos IV, V, VI, VII, VIII y IX)
Sobre la faz de la tierra cuando aún no había sol, existía un ser llamado Vucub- Caquix quien se creía por su aspecto y su ambición era engrandecerse y dominar, pero existían dos muchachos que daban lecciones de vida para evitar caer en tentaciones, orgullo traición y abuso, Hunanpu & Ixbalanque, que también nos cuenta de Zipacná hijo de Vucub- Caquix quien logró vencer a 400 hombres que querían matarlo y Cabracán segundo hijo de Vucub-Caquix quien movía las montañas. Y la muerte de estos dos fue también por los muchachos Hunanpu & Ixbalanque quienes lograron engañarlos muy descaradamente.
II PARTE
La historia comienza contándonos acerca de HunHunahpú y Vucub-Hunahpú, el nombre de sus padres, y de sus hijos, llamados Hunbatz y Hunchouén, ellos habían recibido la mejor educación, y sabían de todo tipo de artes. Un día el Voc fue a observarlos. HunHunahpú y Vucub-Hunahpú fueron llamados por un reto de pelota por los señores de Xibalbá, ya que deseaban los instrumentos de juego que les pertenecían como los cueros y los guantes.
Así los de Xibalbá mandaron a los mensajeros con HunHunahpú y Vucub-Hunahpú, para que les llevaran con sus instrumentos de juego. Así emprendieron su camino hacia Xibalbá, teniendo que superar muchos obstáculos como ríos de sangre y barrancos, hasta llegar a los cuatro caminos de colores. De estos cuatro caminos, uno era rojo, otro negro, otro blanco y otro amarillo. Y escogieron el negro, pero al llegar hablaron con muñecos de palo, porque los de Xibalbá se reían de ellos. Entonces los señores de Xibalbá mandaron matar a los hermanos; le cortaron la cabeza a HunHunahpú, la pusieron en el árbol que estaba al lado del camino, y enterraron su cuerpo junto con el de su hermano. El árbol que nunca había dado frutos, comenzó a darlos, de color rojo, al punto de no poder identificar la cabeza de HunHunahpú, ya que ésta se había convertido en un fruto. Así que los señores de Xibalbá prohibieron acercarse al árbol.
Entonces aquí comienza la historia de una doncella, llamada Ixquic, hija de Cuchumaquic. Ixquic al escuchar la noticia del árbol de Pucbal-Chah, siento curiosidad y salió a ver sola el árbol. Al llegar ahí la cabeza de HunHunahpú le habló, diciéndole que lo que veía no era frutos, sino calaveras. Le pregunto que si los deseaba, y ella contesto que sí, así que estiro la mano derecha y la calavera le escupió en la palma. Le dijo que en su saliva le daba su descendencia, Ixquic regresó a su casa habiendo concebido los hijos en su vientre solo por la saliva. Y así fueron engendrados Hunahpú e Ixbalanqué.
Después de seis meses el padre se dio cuenta del estado de Ixquic, interrogó a su hija, pero no creyó la historia así que la mandó sacrificar, pidiendo su corazón. Ixquic fue a casa de Hunbatz, Hunchouén y su abuela. Ixquic dijo ser su nuera, pero la vieja no le creyó entonces Ixquic al llegar vio sólo una mata de maíz, hizo una red y con ayuda de los dioses del maíz, la red se lleno. Al ver esto la vieja aceptó a Ixquic.
Ixquic dio a luz en el monte, pero como no paraban de llorar dejaron a los niños sobre un hormiguero y después sobre espinas, ya que Hunbatz y Hunchouén no querían a sus hermanos menores. La vieja y los hermanos mayores, los trataban mal, pero Hunahpú e Ixbalanqué nunca se quejaron. Mientras Ixbalanqué pidió la ayuda de los dioses que en una tortuga esculpieron la cara de su hermano, entonces la cambiaron por la que estaba colgada en el juego de pelota. Y así comenzaron de nuevo a jugar pelota, y los hermanos les ganaron a los señores de Xibalbá.
Los de Xibalbá enojados los quemaron en la hoguera, y después trituraron sus huesos y los arrojaron al rio, pero ellos resucitaron. Y estos bailaban alegrando a la gente y sacrificando y resucitándolos.
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