Populismo
Enviado por moniqueD • 8 de Abril de 2013 • 1.439 Palabras (6 Páginas) • 506 Visitas
POPULISMO REVOLUCIONARIO, EL CORPORATIVISMO Y LOS MOVIMIENTOS OBRERO Y CAMPESINO.
Quizá el periodo que expresó con mayor énfasis la política de populismo revolucionario fue durante el sexenio de Lázaro Cárdenas (1934 a 1940). En este periodo ha ubicado el nacimiento del México contemporáneo. Esta afirmación deriva de la serie de sucesos que remarcaron con mayor rapidez, que en gobiernos anteriores, un desarrollo económico acelerado en el país hacia un desarrollo franco del capitalismo. Sin embargo, este gran desarrollo económico fue posible debido a que el gobierno de Cárdenas contó con el apoyo de los obreros y de los campesinos, de los profesores y burócratas, del ejército y una buena parte de los empresarios mexicanos, incluso hasta el Partido Comunista Mexicano que al principio no lo apoyaba. Seguramente este apoyo popular se debió a la política nacionalista del presidente, encabezada por la expropiación petrolera que garantizó el principio de propiedad privada, tan elemental para los dueños del capital, pero con mejores condiciones de vida para los trabajadores mexicanos. Esta política significó un reacomodo de las fuerzas productivas que propició beneficios mutuos que alejaron el fantasma de la violencia presente en casi toda la historia de México.
Durante el sexenio cardenista el populismo revolucionario se vio en la fundación de escuelas públicas, establecimiento de escuelas en haciendas y en ranchos pagadas por sus dueños, escuelas industriales, de asilos, instituciones de beneficencia, hospitales, organizaciones obreras y organizaciones campesinas, campañas antialcohólicas, clausura de casas de juego, etc. Con instituciones y organizaciones de diversa índole, Cárdenas buscó disminuir los desequilibrios y las distancias tan marcadas entre los sectores sociales del país y logró aglutinar a todas las clases sociales sin grandes contradicciones que pusieran en peligro el desarrollo nacional. Aunque es cierto que no desaparecieron los choques entre las clases, es también cierto que estos se atenuaron por la intervención del mismo presidente apoyado en una política basada en concesiones y compromisos, más que en un prestigio de gran militar y ganador de grandes batallas que no tenía como sí lo tuvo Álvaro Obregón o basado en alianzas con líderes y cabecillas regionales y sindicales como lo hizo Calles. Cabe señalar que el sistema de alianzas con las bases populares utilizada por Cárdenas no logró siempre los consensos de su gobierno pues en ocasiones recurrió a la represión como la practicada con Cedillo quien murió a causa de su oposición violenta al presidente.
El gobierno del presidente Cárdenas fue el primer plan sexenal de la historia de México y tuvo cuatro propósitos básicos: aprovechamiento máximo de la riqueza nacional, mejoramiento de los ingresos de los obreros y los campesinos, desarrollo de la industria nacional y consolidación de una economía autosuficiente. En el plan de gobierno fueron comunes frases como “desarrollo colectivo”, “lucha de clases”, “socialización de México”, agricultura comunal” y otros que se mezclaron con conceptos como modernidad, nacionalismo, antiimperialismo, obrerismo, indigenismo, reforma agraria, colectivismo, anticlericalismo, pacifismo, todos considerados indispensables para acabar con el “exagerado capitalismo explotador". De todos estos conceptos el prioritario en el Plan Sexenal fue la reforma agraria, pues se orientó a la desintegración de los grandes latifundios que desde la época colonial se fueron el símbolo de la explotación de los campesinos. Sin embargo, paralelo a la expropiación de latifundios para dar certeza a la Reforma Agraria, el gobierno impulsó la educación rural elemental a la que se le daría preferencia sobre los estudios universitarios y superiores. De esta manera se creó una escuela acorde con el proyecto reformista y desarrollista contenido en el Plan sexenal.
Por un lado, con el Plan sexenal el Estado adquirió legitimidad frente a las masas, garantizándoles sus derechos y reivindicaciones, dándoles cauce y dirección y, por otro, fortaleció su derecho de participar no sólo en la vida política y jurídica del país, sino fundamentalmente en la vida económica de México. El Estado se involucró en la producción y apropiación de la riqueza, de las potencialidades económicas del país, las condiciones de crédito y la moneda, los monopolios y otras organizaciones capitalistas perjudiciales para México, con el fin de lograr un reparto equitativo de la riqueza. Esta política y comportamiento estatal fue lo que se llegó a llamar “el socialismo mexicano”.
A 30 años aproximadamente de haberse promulgado la Constitución de 1917, en la época se veían grandes rezagos,
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