Proyecto Parcial

ITESM CSF

Paula Alducin Villaseñor, A01019635

Samantha Colchado Mariscal, A01019572

Mtra. Soad Lozano

Arte y Literatura, grupo 53

19 de febrero del 2015

Un artista del hambre: influencia del autor en la obra

Franz Kafka era un escritor judío que nació en Praga en 1883, el cuál dedicó su vida a escribir varias obras y relatos cortos en alemán. Sus temas principales tratan sobre la alienación del individuo, la brutalidad psicológica y física, así como transformaciones místicas. La obra Un artista del hambre fue escrita por Kafka en 1922, pero fue hasta 1924 que fue publicada (Stan). La obra gira entorno al personaje principal que es el ayunador, un hombre delgado hasta los huesos que toma como profesión el ayuno. El ayunador trabaja para un empresario encerrándose en una jaula y ayunando por cuarenta días mientras sirve de espectáculo para diferentes comunidades. Al paso del tiempo el ayunador va perdiendo fama y acaba trabajando en un circo con el objetivo de ayunar por más tiempo. Antes de morir, declara que ayunaba debido a que no había encontrado un alimento de su agrado y su jaula es ocupada por una pantera que atrae la atención de los espectadores.

Kafka a lo largo de su vida fue influenciado por diferentes movimientos y eventos como el modernismo, el existencialismo, el expresionismo y la primera guerra mundial y sus obras se pueden ver influenciadas por éstos. El propósito de este ensayo es señalar cómo estos movimientos se ven influenciados en la obra Un artista del hambre, en su personaje principal y en el tema. Para ello analizaremos las características principales del existencialismo y el expresionismo dentro de la literatura y las compararemos con una interpretación de la obra. Gracias a esto podremos observar las semejanzas que existen entre estos dos movimientos literarios y la obra Un artista del hambre.

El existencialismo y el expresionismo son movimientos vanguardistas que surgen en Europa a finales del siglo XIX y principios del XX como una reacción ante los modelos tradicionales que habían prevalecido en Europa desde el Renacimiento. En el expresionismo el autor busca la expresión de emociones y sentimientos más que una realidad objetiva y en el existencialismo el autor postula la existencia del ser humano y la esencia de la vida y libertad. (Enciclopedia británica)

En la obra Un artista del hambre el ayunador es un personaje que representa estos dos movimientos. Se puede observar cómo el ayunador se encierra en una jaula por un determinado período de tiempo para ayunar y cómo la gente va a verlo y se interesan por él. Con esto podemos ver cómo el ayunador representa el arte y la literatura de distinta forma. En un principio el arte y la literatura se encuentran enjaulados por las reglas y estándares de la literatura tradicional y esto se puede ver representado como lo dice el propio ayunador, a la gente ya nada le sorprende.

El ayunador empieza a llamar la atención porque se trata de un algo fuera de lo común y toma el lugar de representar la existencia humana, de un cuestionamiento por parte de la gente de cómo sobrevivir sin comida haciendo una alusión a los campos de concentración en los cuáles se encontraban las personas encerradas y cómo su sufrimiento era un espectáculo para los espectadores. Sin embargo la gente pierde el interés y el ayunador queda olvidado:

“Según le había enseñado su experiencia, durante cuarenta días, valiéndose de toda suerte de anuncios que fueran concentrando el interés, podía quizá aguijonearse progresivamente la curiosidad de un pueblo; más pasado este plazo, el público se negaba a visitarle, disminuía el crédito de que gozaba el artista del hambre.”(Kafka)

En esta cita podemos ver cómo la gente perdía progresivamente el interés sobre el ayunador, aún con la cuarentena que el empresario había establecido no por proteger la salud del protagonista sino porque considera que a partir de ahí el interés de los espectadores desaparece.

El ayunador también puede representar la superioridad que tiene ante sus espectadores ya que él es el único capaz de sobrevivir y aguantar todo el sufrimiento. Al final del cuento surge una comparación entre lo humano y lo animal, crea un sentido de la superioridad que se ve representada con la pantera por la que es reemplazado:

Era un gran placer, hasta para el más obtuso de sentidos, ver en aquella jaula, tanto tiempo vacía, la hermosa fiera que se revolcaba y daba saltos. Nada le faltaba. La comida que le gustaba traíansela sin largas cavilaciones sus guardianes. Ni siquiera parecía añorar la libertad… Y la alegría de vivir brotaba con tan fuerte ardor de sus fauces, que no les era

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