RESEÑA ETNOHISTORIA

RESEÑA

Recuperación de las raíces ancestrales desde la Historia.

Para muchos historiadores investigar el pasado reciente genera algún tipo de prevención, por la constitución misma de dogma académico, en que el modernismo acarrea a la ciencia histórica, dejándola en el estudio de un pasado lejano y por ende hegemónico, pero vemos que en América se da un resurgir, para formar una propia identidad, desde la producción académica, estudiando la historia de los movimientos populares, como los procesos etnoculturales, que desde la diversidad étnica vive el continente.

Es por esto que los pensadores, se replantean que el dogma positivista y la historia hegemónica no ha llenado las características de nuestra realidad social, la etnohistoria se resuelve a estudiar los procesos que vivimos en América desde adentro, con rasgos y más profundamente desde postulados teóricos, que puedan albergar el estudio de la diversidad culturales propia del continente, pues ya que el estudio tradicional de la academia excluye todo conocimiento que no se produzca desde sus cánones y percepciones occidentales, y por ende omitiendo y subyugando a las otras formas de conocer y percibir las realidades sociales. Este proceso es descrito por Wash como la colonialidad del conocimiento, que Europa impone a América.

Es por eso que desde América se empieza a rebatir los parámetros de racionalidad con que se juzga los cánones para llegar al conocimiento, este proceso de reconocimiento étnico, da pie para pensarse que tan razonable es lo que nos dice la academia, generando nuevas herramientas para la disciplina histórica, y más profundamente para el que hacer del historiador en el análisis social, en esta América india, negra y mestiza.

En este proceso de reconstitución en el análisis social, los académicos se inclinan en su construcción del saber, por argumentar como se puede utilizar las cosmovisiones y racionalidades del mundo indígena, como un conocimiento igual de valido que el occidental, construyendo sus bases epistemológicas, y generando una producción teórica, que se encuentra dentro de los cánones académicos, y más profundamente, como lo establecía, Rosaldo, rescatando la renovación del análisis social.

Es el propósito de la etnohistoria al rebatir lo que Wash llama la colonialidad del saber, en el que el eurocentrismo ha negado por más de 500 años, el conocimiento americano, subyugándolo con la producción académica hegemónica, en que los pensadores construyan el saber desde occidente excluyendo y estigmatizando a todo aquel que no se someta al dogma positivista, esto es están fuerte que en nuestra sociedad y a un mas en nuestra historia, solo somas una réplica, a un mas, decadente de occidente, estudiando nuestra sociedad a partir de sus estructuras académicas, que no se ajustan a nuestra realidad social.

El problema fundamental por el que se refuta a la etnohistoria, es por el estudio del pasado reciente, el concepto de delimitación temporal subyace como inconveniente por la importancia teórica que genera para los historiadores la delimitación del objeto de estudio dentro del tiempo y el espacio, pero para eso Joanne Rappaport nos dice “ la etnohistoria puede ser mejor entendida como un área de investigación en la que los métodos históricos se mezclan con un acercamiento teórico- culturales, sin limitarse temporal o étnicamente” . (Rappaport, 1997)

Nuestro gran inconveniente como historiadores es llevar el conocimiento ancestral cosmogónico, a la racionalidad, o el lenguaje histórico, pues ya que nuestra disciplina llama a la objetividad, refutando el trabajo con fuentes o testimonios de participes directos de los hechos históricos. Pero para esto contamos con teoría , método y un numero de herramientas de intervención social, como la historia oral que por supuesto también hacen un llamado a la interdisciplinariedad, para trabajar con comunidades vivas.

La producción etnohistórica nos lleva a pensar el conocimiento y procesos que analizamos dentro del marco histórico de la teoría y el método, pero sin olvidar la diversidad que constituye la realidad que se vive en Latinoamérica, en donde la realidad presenta un dinamismo en construcción con diferentes variables, en que el investigador de cualquier rama de las ciencias sociales, tiene que clamar a la objetividad para su estudio ya que estas realidades están envueltas en gran medida en contexto de la violencia y el horror. Es así que estos científicos sociales parten de una teorización propia para intervenir la realidad social, una teoría desde América para América. Pero

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