Relampagos De Agosto
Enviado por quiqueeickmeier • 23 de Septiembre de 2013 • 2.972 Palabras (12 Páginas) • 649 Visitas
RESUMEN DEL LIBRO “LOS RELAMPAGOS DE AGOSTO”
Los relámpagos de agosto es una novela muy sencilla. Se trata de las "memorias históricas" que ilustran la forma en que José Guadalupe Arroyo es derrotado política y militarmente. El general inicia sus remembranzas describiendo cómo fue nombrado secretario particular por su colega Marcos González, quien había ganado las elecciones presidenciales. Sin embargo, cuando Arroyo viaja a la capital descubre que el mandatario electo falleció. Una vez en los funerales, rodeado por un mar de recelos y ambiciones, el prota¬gonista se reúne con otros personajes y pacta la forma por medio de la cual buscarán concentrar el poder en las manos del grupo que los representa. Pero Vidal Sánchez, entonces presidente en funciones, quien es un presunto Plutarco Elías Calles, designa como gobernante interino a Pérez H., viejo enemigo de Arroyo. Vanamente, la pandilla de José Guadalupe intenta derrocar a la gente en el poder por la vía electoral. El fracaso, producto de algunas estafas políticas, así como la persecución encabezada por Vidal Sánchez con¬ra sus detractores, obliga a la oposición a defenderse por medio de las armas.
Las peripecias de Arroyo, narradas con la forma de un thriller, en el cual las acciones se desencadenan con inmediatez y desarrollan una estructura lineal, no cons¬tituyen una novela de la Revolución. Tampoco, como ha asegurado Ignacio Trejo Fuentes, dan forma a una "antinovela" de aquel género. Sin duda, el tema que interesa al autor es el proceso político posterior a la re¬vuelta armada de 1910. Sin embargo, aún cuando la novela parece una reflexión madura sobre un periodo que siempre fue mitificado, no se trata de una pieza más de la novelística revolucionaria ni, mucho me¬nos, de una nueva modalidad narrativa que pretendiera imponerse como un esquema contrario al existente. La esencia de este texto descansa en la forma y, a pesar de que no se trata de un material de vanguardia, todo su contenido se subordina a la escritura. De modo que la temática es sólo un pretexto para desacralizar numerosas visiones e interpretaciones históricas y, de paso, una guía que describe los rasgos de una po¬lítica llena de caudillos incondicionales, políticos mediocres y falsos ideólogos. Los relámpagos de agosto no funda la "antinovela" revolucionaria, sino la contrahistoria.
Muchos han señalado que los recursos de Ibargüen¬goitia son la ironía, el humor y la parodia. En efecto, aunque el narrador despreciaba lo humorístico, so¬lía emplear algunos de sus elementos. El autor de Las muertas (1977), quien se agotó en vida declarando que no pretendía ser un humorista, aprovechaba, principalmente, la ironía del tipo clásico; es decir, aquella que se concentra en aludir ciertos sentidos a partir de oraciones con significados opuestos. Como señala Helena Beristáin, el objetivo de la misma es burlarse mediante la enunciación de una idea que, por la forma de su pronunciación, obliga a comprender una noción contraria.
Otra variación de esta técnica en Los relámpagos de agosto, cuya utilización también resultó notable en Los pasos de López (1982), consiste en el tratamiento modesto y vano de ciertas declaraciones y descripciones. Aquí, cuando un hecho considerado trascendente por algún personaje se aborda con des¬ga¬no e indiferencia, como suele ocurrir con los cartones políticos de los diarios, se convierte en un acontecimiento menor. Como resultado, la ironía va trasformándose en humor y, a veces, en crítica, sobre todo, porque no concede legiti-midad al episodio. El momento queda desnudo ante acusaciones despiadadas. Cada instante de conflicto humano, todos los recuadros de acción bélica, que muy a menudo son tratados como sucesos épicos, se me¬nos¬caban por la llaneza de la narración y por la apatía ante el hecho que, supuestamente, tiene aires de grandeza histórica. La desmitificación de lo que de antemano es sólo aparentemente heroico se desarrolla como una forma de reflexión crítica y se erige a la manera de una visión distinta sobre periodos históricos y sociales anteriores.
RESUMEN DEL LIBRO “LOS RELAMPAGOS DE AGOSTO”
CAPÍTULO I
Datos.
Personajes: José Guadalupe Arroyo, Marco González, Macedonio Gálvez
Lugares: Vieyra
José Guadalupe Arroyo es el nadador, en este primer capítulo nos relata su viaje en tren a la ciudad de México, durante la cual se encuentra con Macedonio Gálvez (que era un desterrado), y después se entera de que su amigo Marcos González (presidente de la república), murió, (Arroyo viajo a México porque Marco le propuso el puesto de Secretario Particular).
CAPÍTULO II
Datos.
Personajes: Germán Trenza, Vidal Sánchez, Zenziidita González, Juan Valdivia, Eulalio Pérez H, Soledad Ezpino de González.
Lugares: Estación Colonial del tren, casa de Marco González.
En este capítulo Arroyo asiste al funeral de Marco González, ahí se encuentra con Trenza, Sánchez y Valdivia, los cuales acuerdan exigir unas elecciones, en las que deberá ganar Valdivia para ser electo como nuevo Presidente de la República.
CAPÍTULO III
Datos.
Personajes: Arroyo, Pérez H., Vidal Sánchez
Lugares: Panteón Dolores
En este capítulo Arroyo nos describe el entierro de Marco González y su encuentro en el panteón con Pérez H., al cual empujo hacia una tumba porque creyó que él había robado el reloj que Marco González le dejo como regalo. Al día siguiente Arroyo se enteró de que
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habían nombrado a Pérez H. Presidente Interino.
CAPÍTULO IV
Datos.
Personajes: Arroyo, Artajo, Canalejo, Augusto Corona, Valdivia, Trenza.
Lugares: Hotel Cosmopolitan, Restaurante Paraíso Terrenal.
En este capítulo, Arroyo asiste a una junta en el Restaurante Paraíso Terrenal, con sus compañeros (Trenza, Artajo, Canalejo, Corona y Valdivia) quieren ir a saludar al nuevo Presidente Interino (Vidal Sánchez) pero Arroyo no está de acuerdo con las hipocresías por lo que decide retirarse de esas juntas. Al regresar a su hotel, Arroyo recibe una carta de parte de la viuda de Marco González donde le explica el asunto del reloj de su marido, (que ella guardo y que no se había robado Pérez H.) además le envió el reloj en un morralito.
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