Renacimiento
Enviado por loredana1901 • 10 de Junio de 2015 • 1.967 Palabras (8 Páginas) • 241 Visitas
Qué es el renacimiento?
La época que comienza a mediados del siglo XV, en que se despertó en Occidente vivo entusiasmo por el estudio de la Antigüedad clásica griega y latina. Fue un movimiento histórico-cultural cuando el ser humano regresó al ideal, cultura y pensamiento clásico Greco-Romano. Época cuando, entre otras cosas, se despierta, nuevamente, el interés por las artes, la ciencia y la religión aplicadas en el antropocentrismo.
2. ¿Qué época procedió el renacimiento?
El Renacimiento es uno de los grandes momentos de la historia universal que marcó el paso de mundo Medieval al mundo Moderno. Es un fenómeno muy complejo que impregnó todos los ámbitos yendo, por tanto, más allá de lo puramente artístico como ha querido verse.
El renacimiento procede de la tradición artística medieval, a la que se califica como un estilo de bárbaros, que más tarde recibió el calificativo de Gótico.
La fuerte tradición clásica latente en Italia unida al escaso apogeo de la manifestación gótica, favoreció la creación de un nuevo estilo artístico, el Renacimiento.
El Renacimiento tuvo su origen en Italia en los siglos XIV y XV, llegando a su apogeo al iniciarse el siglo XVI. De Italia se extiende lentamente por Europa excepto Rusia.
En el transcurso de los cincuenta años que van desde 1520 a 1570, discurre la madura plenitud del Renacimiento y también se percibe su ocaso. Toda la Europa de Occidente toma parte ahora en el movimiento de las artes y de las letras.
La recepción de los gustos italianos se generaliza, los grandes maestros surgen ya no sólo en Italia, sino en todo el ámbito de las monarquías occidentales. Pero el desarrollo normal de la cultura renacentista se ve afectada por el hecho simultáneo de las luchas religiosas derivadas de la revolución protestante.
En cuanto a cultura y modo de vida en el Renacimiento, se puede decir que mientras en la era anterior, que a su vez marca el principio del renacimiento, la gente vivía dentro de grandes propiedades de nobles de la época llamadas feudos y cada uno de estos tenía dentro de sus propiedades todo lo que necesitaba para ser autosuficiente, ahora se cambia este tipo de vida y comenzaron a desarrollarse propiamente lo que son las ciudades y las villas o poblaciones, pasando poco a poco el dominio de la comunidad a los comerciantes y fabricantes de todo tipo de bienes (tanto de necesidad como suntuarios) y que la gente, ya fuese noble o plebeya, requería o deseaba poseer.
3. Renacimiento español
El Renacimiento es la época áurea de España, o lo que llamamos el «Siglo de Oro». El siglo XVI corresponde a la plenitud del Renacimiento mientras que el siglo XVII corresponde a la época barroca, que suele denominarse nacional. Durante el primero, España sigue las corrientes universalistas del Renacimiento y marcha a la par, en cuanto a las direcciones generales, con el resto de las naciones europeas; en el segundo, se dan los caracteres mas típicos y personales del arte y letras españolas.
El Renacimiento es también subdividido en dos períodos que corresponden, 1) el primero al período imperial de Carlos V; y 2) el segundo al de su heredero, Felipe II. Durante el Primer Renacimiento, se sigue la dirección paganizante que predomina en toda Europa (es el momento de RECEPCIÓN de los influjos extranjeros, predominantemente italianos, comenzado en el siglo XV). Bajo Felipe II, el período de ASIMILACIÓN, las tendencias renacentistas se cristianizan, y aunque en el aspecto puramente artístico y formal siguen las normas precedentes, España se encierra dentro de sí misma, preparando la época nacional que ha de venir en seguida: es el momento de la Contra reforma (o Reforma católica), de la ascética y de la mística, de los grandes poetas religiosos, de afirmación proselitista y apologética, sin picaresca ni sátira religiosa ni apenas literatura frívola.
Mientras el hombre de la Edad Media había situado a Dios en el centro de su Universo y considerado la existencia terrena como una estación de paso para conquistar la vida eterna, el hombre del Renacimiento trastrueca los valores y se coloca en el centro de un mundo que considera digno de ser vivido por sí mismo. La tierra ya no es el valle de lágrimas del hombre cristiano-medieval, sino un lugar de goce; la inteligencia no es una débil luz que no vale nada sin la revelación, sino un faro potente que puede descubrir todos los misterios; el cuerpo no es el mal, sino la fuente del placer que justifica y hace hermoso el vivir. El descubrimiento de la antigüedad econtenía la plena revelación del hombre con sus instintos y su razón omnipotente y de la vida material con sus placeres y bellezas, que había desterrado la concepción ascética y cristiana del Medio Evo; porque el mundo de la antigüedad descansaba precisamente sobre esta concepción antropocéntrica y materialista, sin dogmas ni vida de ultratumba, en la que el hombre y su razón constituían la medida de todas las cosas.
De esta nueva valoración del hombre nace el Humanismo. Los humanistas estudiaban el latín y el griego y estaban interesados en problemas de filología o erudición puesto que los textos antiguos se estimaban no sólo por sí mismos o en razón de su belleza o excelencia literarias sino porque conducían a la nueva concepción del hombre, centro y finalidad de todas las cosas, de la que aquellos textos eran depositarios.
Una serie de causas materiales impulsó este orgullo humanista: la invención de la imprenta, que facilitó la difusión del saber, el descubrimiento de América, que abrió nuevos horizontes a la actividad humana (el comercio). Movido por estos impulsos, el hombre renacentista investigó la naturaleza, realizó portentosos descubrimientos científicos, creó maravillosas obras de arte, trató de hacer el mundo confortable y bello, y se lanzó a vivir con la furia incontenible de quien acaba de descubrir el paraíso. Ninguna otra época
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